Los Grandes Derechos no se Compran con Lágrimas, sino con Sangre
2005-12-26
La Habana.- El Ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Felipe Pérez Roque, durante el discurso pronunciado el pasado 16 de marzo en el 61 Periodo de Secciones de la Comisión de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU), negó que en las cárceles del gobierno de Fidel Castro se tortura a loas presos, y otras prácticas degradantes, violatorias a los derechos humanos.
Resido en Isla de Pinos, en cuyo lugar entre los años 1959 1967, los militares castristas cometieron graves actos contra las vidas de los presos políticos confinados en el otrora Reclusorio para hombres Presidio Modelo.
En dicho lugar los reos políticos eran bayoneteados. Los cubanos internados en las cárceles bajo las categorías de prisioneros políticos, de conciencia, y comunes han experimentado pruebas tan devastadoras y crueles para las dignidad humana, que sin lugar a dudas dichos actos, ponen en tela de juicio el discurso de Pérez Roque.
Las reglas mínimas para el tratamiento a los reclusos, instrumento jurídico del a ONU, se incumple de forma sistemática por la Dirección General de Establecimiento Penitenciarios del Ministerio del Interior.
El gobernante Castro durante una entrevista concedida a un periodista extranjero manifestó: A la revolución no se le podrá imputar jamás haber asesinado un solo ciudadano, haber torturado un solo preso El crimen y el terror es hoy una realidad en las cárceles de la isla. El abogado invidente Juan Carlos González Leyva, conoció de cerca la muerte. La experiencia en carne propia durante los más de 2 años que estuvo confinado en una celda de la Policía Política, en Pedernales, provincia de Holguín.
González Leyva, presidente de la Fundación Cubana de Derechos Humanos (FCDH), padeció tratos crueles con peligro para su vida infligido por los carceleros, quienes echaban en la celda sustancias que le provocaban ardor en los ojos. El activista de derechos humanos fue reconocido como único prisionero de conciencia ciego en el mundo.
Los presos políticos cubanos no han estado exentos de golpizas, confinamientos en celdas tapiadas, mala alimentación, negación de asistencia médica y religiosa, censura de la correspondencia, así como el traslado a centros penales, fuera de sus provincias aumentando así el sufrimiento de los familiares.
Miles de encarcelados aún o en libertad, sufren sus secuelas, como el opositor exiliado en los Estados Unidos, Reynaldo Alfaro, otros fallecieron como el destacado defensor de los derechos humanos Sebastián Arcos Bergnes, víctima de un cáncer que no le atendieron las autoridades cubanas mientras estuvo en prisión.
Existe la duda sobre si los que padecen secuelas podrán recuperarse en lo que les resta de vida. La Habana realiza una intensa propaganda política en pro de presentar una limpia hoja en materia de derechos humanos, pero l a realidad es otra, las cárceles de Fidel Castro se han convertido en cementerios de hombres vivos, donde la dignidad es ultrajada y los derechos son reprimidos, que al decir del Apóstol José Martí: Los grandes derechos no se compran con lágrimas sino con sangre
************
Reportó desde la Habana el periodista Carlos Serpa Maceira, Agencia Lux Info Press y Director del Buró de Prensa Independiente del Puente Informativo Cuba Miami.
Transcripción a cargo de Misceláneas de Cuba, Revista de Asignaturas Cubanas.
2005-12-26
La Habana.- El Ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Felipe Pérez Roque, durante el discurso pronunciado el pasado 16 de marzo en el 61 Periodo de Secciones de la Comisión de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU), negó que en las cárceles del gobierno de Fidel Castro se tortura a loas presos, y otras prácticas degradantes, violatorias a los derechos humanos.
Resido en Isla de Pinos, en cuyo lugar entre los años 1959 1967, los militares castristas cometieron graves actos contra las vidas de los presos políticos confinados en el otrora Reclusorio para hombres Presidio Modelo.
En dicho lugar los reos políticos eran bayoneteados. Los cubanos internados en las cárceles bajo las categorías de prisioneros políticos, de conciencia, y comunes han experimentado pruebas tan devastadoras y crueles para las dignidad humana, que sin lugar a dudas dichos actos, ponen en tela de juicio el discurso de Pérez Roque.
Las reglas mínimas para el tratamiento a los reclusos, instrumento jurídico del a ONU, se incumple de forma sistemática por la Dirección General de Establecimiento Penitenciarios del Ministerio del Interior.
El gobernante Castro durante una entrevista concedida a un periodista extranjero manifestó: A la revolución no se le podrá imputar jamás haber asesinado un solo ciudadano, haber torturado un solo preso El crimen y el terror es hoy una realidad en las cárceles de la isla. El abogado invidente Juan Carlos González Leyva, conoció de cerca la muerte. La experiencia en carne propia durante los más de 2 años que estuvo confinado en una celda de la Policía Política, en Pedernales, provincia de Holguín.
González Leyva, presidente de la Fundación Cubana de Derechos Humanos (FCDH), padeció tratos crueles con peligro para su vida infligido por los carceleros, quienes echaban en la celda sustancias que le provocaban ardor en los ojos. El activista de derechos humanos fue reconocido como único prisionero de conciencia ciego en el mundo.
Los presos políticos cubanos no han estado exentos de golpizas, confinamientos en celdas tapiadas, mala alimentación, negación de asistencia médica y religiosa, censura de la correspondencia, así como el traslado a centros penales, fuera de sus provincias aumentando así el sufrimiento de los familiares.
Miles de encarcelados aún o en libertad, sufren sus secuelas, como el opositor exiliado en los Estados Unidos, Reynaldo Alfaro, otros fallecieron como el destacado defensor de los derechos humanos Sebastián Arcos Bergnes, víctima de un cáncer que no le atendieron las autoridades cubanas mientras estuvo en prisión.
Existe la duda sobre si los que padecen secuelas podrán recuperarse en lo que les resta de vida. La Habana realiza una intensa propaganda política en pro de presentar una limpia hoja en materia de derechos humanos, pero l a realidad es otra, las cárceles de Fidel Castro se han convertido en cementerios de hombres vivos, donde la dignidad es ultrajada y los derechos son reprimidos, que al decir del Apóstol José Martí: Los grandes derechos no se compran con lágrimas sino con sangre
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Reportó desde la Habana el periodista Carlos Serpa Maceira, Agencia Lux Info Press y Director del Buró de Prensa Independiente del Puente Informativo Cuba Miami.
Transcripción a cargo de Misceláneas de Cuba, Revista de Asignaturas Cubanas.
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