"Me cierran a mí porque soy privado"
Más trabas a los emprendedores cubanos. El régimen estudia no renovar
las licencias para fregadoras y alquileres con piscina
Lunes, junio 26, 2017 | Ernesto Pérez Chang
LA HABANA, Cuba.- A pesar de las lluvias intensas de las últimas
semanas, los principales embalses del país aún no alcanzan niveles de
almacenamiento que aseguren la estabilidad en el abasto de agua durante
los meses venideros. Esto es lo que informa el Instituto de Recursos
Hidráulicos de Cuba sobre la situación de intensa sequía que atraviesa
la isla, donde las provincias centrales resultan las más afectadas.
Junto al anuncio se han barajado una serie de medidas por parte del
gobierno para intentar mantener la situación bajo control, entre ellas,
reforzar el sistema de regulación en aquellas empresas estatales,
principalmente de los sectores productivos y del turismo, así como
mantener las restricciones en el otorgamiento de licencias a negocios
por cuenta propia, señalados como altos consumidores de agua potable.
Según Isabel Hernández, funcionaria de la Oficina Nacional de
Administración Tributaria, desde principios del 2017 se ha venido
estudiando la posibilidad de que, a partir del próximo mes de julio, no
se renueven las licencias a labores relacionadas con el fregado de
autos, así como a negocios de renta que tengan áreas de piscinas no
declaradas antes del otorgamiento del permiso de alquiler.
"A aquellas personas que obtuvieron la licencia antes de haber
construido la piscina, no se les renovará. De igual modo, ya no se
otorgarán licencias a negocios de piscinas en aquellas zonas que han
sido más afectadas por la sequía, o a aquellos que usan pozos excavados
de manera ilegal. Igual se incrementará el costo por el consumo de agua
en los casos de los cuentapropistas que conserven el permiso (…). Con el
fregado de auto, ya no se otorgarán nuevas licencias y los negocios que
aún existen es muy probable que desaparezcan ante la cantidad de
requisitos que se les exigirá, sobre todo con respecto al tratamiento de
las aguas, tanto potable como residuales", afirma Hernández.
Mirta, dueña de una casa de alquiler con piscina en Habana del Este, ha
sido advertida sobre la posibilidad de que su licencia no sea renovada,
ya que la piscina fue construida meses después de iniciado su negocio de
renta:
"Hay muchas personas en mi situación. Hicimos la piscina incluso con el
permiso que hay que sacar, pero ahora nos dicen que tenemos que
eliminarla si queremos que nos renueven la licencia. (…) Tenemos que
taparla, porque ni siquiera nos permiten tenerla vacía, eso es lo que
nos explicaron. Ya han venido varias veces (…). No entiendo cómo es que
los hoteles y las casas de los dirigentes puedan tener piscinas, mucho
más grandes, mientras yo tengo que clausurar la mía", dice Mirta.
En una situación similar se encuentra Reinier, dueño de una fregadora de
autos.
"Primero vinieron a decirme que debía reducir el gasto de agua. Eso fue
como en marzo, entonces cambié del fregado automático al manual, que es
mucho más costoso porque tengo que pagarle a más personal y el proceso
se demora más (…), pero bueno, ahorramos más de la mitad del agua que
gastábamos antes (…), ahora estamos sobre los ochocientos a mil litros
diarios, que eso es nada si te pones a ver que atendemos más de veinte
carros al día. (…) Ahora sí vinieron a darme el ultimátum, ahora es o
cierras o te cerramos, sin más explicación", manifiesta Reinier.
Las medidas de ahorro para enfrentar la prolongada sequía, aunque aún no
se han hecho efectivas, provocan disgusto entre los afectados. Mientras
unos están pensando en transformar lo que fuera el objetivo inicial del
negocio, otros han comenzado a adaptarse a las circunstancias. No
obstante, casi todos concuerdan en que ha habido un tratamiento injusto,
desigual, con respecto a las instituciones estatales.
Yosiel, dueño de un negocio de fregado de autos en Arroyo Naranjo, es de
los que advierte una actitud proteccionista por parte del Estado hacia
su sistema de empresas:
"Me cierran a mí porque soy privado pero no cierran las fregadoras del
Estado, y esas sí que gastan más. Lo justo sería que las cerraran todas.
(…) Igual, si las piscinas gastan, que las cierren todas, que dejen de
construir hoteles. ¿Por qué las medidas más severas son para el
particular? Porque somos el lado más débil de la cuerda", comenta Yosiel.
Según datos suministrados por la Oficina Nacional de Estadísticas y el
Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, entre los años 2010 y 2016
los negocios de renta de casas con piscinas superaron en más cinco veces
los que ya existían antes del año 2000, lo cual ha representado un
aumento de cerca del 200 por ciento de la demanda de agua, especialmente
en las zonas más frecuentadas por los turistas, tanto nacionales como
foráneos.
Igualmente, los servicios de fregado de autos han mostrado un
crecimiento que va desde el cero absoluto, antes del año 2000, hasta
unos 270 en todo el país, de los cuales cerca del 25 por ciento, ya sean
legales o clandestinos, se concentran en La Habana, Mayabeque y
Artemisa, con un gasto que supera los 400 mil litros diarios de agua,
una cifra que ha alarmado a las autoridades de la isla.
No obstante, las inversiones estatales relacionadas con el alto consumo
de agua potable, como la construcción de una veintena de campos de golf
con el objetivo de atraer turismo de altos estándares, no han salido
afectadas por las medidas de control y hasta se ha anunciado el interés
de continuar desarrollando esta variante inversionista, incluso asociada
a los negocios inmobiliarios.
Source: "Me cierran a mí porque soy privado" CubanetCubanet -
https://www.cubanet.org/destacados/cierran-mi-porque-soy-privado/
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