Miles en el oriente de Cuba abandonan sus hogares
Servicios/el Nuevo Herald
SANTIAGO DE CUBA
Seis provincias de Cuba se encuentran bajo "alarma ciclónica" a la
espera del potencial impacto del huracán Matthew, que previsiblemente
tocará tierra por Guantánamo, en el extremo más oriental de la isla,
informó el lunes el Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil de la isla.
Las provincias en "alarma" son Camagüey, Las Tunas, Holguín, Granma,
Santiago de Cuba y Guantánamo, que estaban desde el domingo en fase de
alerta y enfrascadas en los preparativos para reducir los efectos del
huracán y proteger las vidas humanas y los recursos económicos.
Compungido, el viejo Pedro González tuvo que dejar su casa ante la
amenaza de un mar embravecido. El huracán Matthew, que impactará en
próximas horas el oriente de Cuba, obligó a la evacuación preventiva de
cientos de miles de personas de esa región de la isla.
Este cocinero retirado de 72 años, que vive en Cayo Guillermo, un islote
de pescadores ubicado en la Bahía de Santiago de Cuba, debió dejar la
casa junto con su hermana Ana y su madre Marina Varona, de 100 años años
y en silla de ruedas.
La evacuación se convirtió en una cuestión de vida o muerte en seis
provincias del oriente de la isla, donde fue activada la "alarma ciclónica".
"Se siente una cosa aquí…uno no quisiera dejar su casa, sus cosas, pero
el mar va a subir y eso es muy peligroso", declaró González, tocándose
el pecho.
Atendiendo el llamado de las autoridades, González salió de su casa y
tomó un autobús rumbo a un improvisado albergue en una escuela de
Santiago, 900 km al este de La Habana.
Con vientos máximos sostenidos de 230 km/h, Matthew, un huracán de
categoría cuatro en la escala de cinco niveles Saffir-Simpson, avanzaba
el lunes por el Caribe a 9 km/h.
Se esperaba que este lunes en la noche pasara entre Haití y Jamaica,
causando fuertes precipitaciones, tras lo cual se dirigirá al oriente de
Cuba.
Ante esa amenaza, la Defensa Civil de Santiago ordenó la evacuación de
251,795 personas, que viven en zonas costeras o vulnerables de la
provincia, la segunda más poblada de la isla, según los medios estatales.
De ese total, 95,741 recibieron refugio en casas de familiares o amigos,
una práctica habitual en la isla en casos de huracanes, y el resto en
218 centros habilitados como albergues.
"Yo en ese cayo no me quedo ni loca", dijo Ana, quien todavía recuerda
con pavor la "terrible noche" que pasó en su casa hace cuatro años
cuando otro huracán, el Sandy, devastó Santiago de Cuba.
Sandy cruzó la ciudad de sur a norte en cinco horas, como un huracán
categoría dos -Matthew es un ciclón de mayor intensidad- y dejó 11
muertos y millonarias pérdidas económicas.
De la pequeña barcaza que los traslada al muelle para tomar los buses,
los evacuados descienden cargados de bienes personales y algunos incuso
con lágrimas en los ojos, como Odalys López, una ama de casa de 52 años,
porque "tres" miembros de su familia rehusaron salir.
El temor de perder sus pertenencias lleva a que muchos desoigan el
llamado de los socorristas. "Es un riesgo quedarte y otro marcharte",
dijo el albañil Iván Ferrer a la AFP.
El gobernante Raúl Castro se trasladó el sábado a Santiago para
coordinar junto con algunos de sus ministros el plan de emergencia para
enfrentar a Matthew, que ya obligó a cancelar velos nacionales e
internacionales, así como los viajes por tierra al oriente de la isla.
"Este es un huracán ante el cual es necesario prepararse, como si fuera
el doble de poderoso que Sandy", manifestó Castro, según medios locales.
Bajo un ardiente sol tropical, los habitantes de Santiago y los de las
provincias cubanas de Camagüey, Granma, Guantánamo, Holguín, y las
Tunas, también bajo la amenaza del megaciclón, libraron durante los
últimos tres días una carrera de preparación contrarreloj.
Esas maratónicas jornadas incluyeron, entre otras actividades, la poda
de árboles, limpieza de desagües y alcantarillas, la recolección de
cosechas que estaban a término, la evacuación de ganado y la protección
de edificaciones.
En la tarde del domingo podían verse largas filas en supermercados de
Santiago, donde las personas corrían para abastecerse de agua, alimentos
no perecederos, velas, baterías y todo lo que pudiese ayudar a enfrentar
a Matthew.
"El gobierno ha garantizado muchas ofertas. Hay pan, galleta, refresco,
latas de sardina, salchichas, y todos los mercados están surtidos", dijo
el profesor jubilado Antonio Muñiz, que salió de una panadería con tres
bolsas de pan.
Source: Miles en el oriente de Cuba abandonan sus hogares | El Nuevo
Herald -
http://www.elnuevoherald.com/noticias/mundo/america-latina/cuba-es/article105772906.html
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