El huracán Matthew y las mentiras del régimen cubano
JOSÉ DANIEL FERRER GARCÍA
Santiago de Cuba – El huracán Matthew ya abandonó el extremo oriental de
Cuba dejando a su paso muchos daños y profundo dolor. Según activistas
de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), en la primera Villa fundada en
la Mayor de las Antillas, es grande la destrucción. Muchas familias
quedaron sin hogar.
El general Ramón Espinosa Martín, viceministro de las Fuerzas Armadas
Revolucionarias (FAR), dice que no se reportan pérdidas de vidas humanas
y ojalá sea así, pero desde Baracoa nos llegan preocupantes comentarios
que circulan entre la población. Estamos tratando de obtener información
precisa lo más pronto posible. La prensa oficial muy poco dice, les
caracteriza una mezcla de incapacidad para informar pronta y
objetivamente y una gran habilidad para ocultar la realidad y mentir.
En momentos como estos urge la solidaridad, la ayuda pronta y efectiva,
la asistencia a los damnificados. Luego del paso de huracanes anteriores
(huracán Sandy, por ejemplo), hemos visto la pésima gestión del Estado
totalitario. Cuatro años después del paso por Santiago de Cuba de aquel
meteoro en octubre de 2012, muchas familias siguen sin vivienda o viven
en casuchas levantadas con esfuerzo propio que no resistirían vientos de
tormenta tropical.
La UNPACU está dispuesta a ayudar al máximo posible a los afectados en
municipios guantanameros y cuenta con el apoyo de patriotas exiliados
para ello. El régimen estará obstaculizando toda acción solidaria y
persiguiendo a los activistas involucrados. Esto no nos detendrá. Cuatro
días antes de la llegada del huracán a Cuba ya estábamos tomando
medidas, adquiriendo alimentos, almacenando agua potable y combustible.
Acondicionamos nuestras mejores viviendas para evacuar a los activistas
y vecinos con viviendas inseguras. También comenzamos a entrevistar a
muchos ciudadanos indignados por el abandono en que les dejan las
autoridades y por las mentiras de funcionarios y de la prensa oficial.
La policía política de inmediato comenzó a detener y amenazar a nuestros
activistas para impedir nuestra labor informativa y obstaculizar las
acciones encaminadas a ayudar a la población. Saben que sus gestiones
son insuficientes, pero persiguen a quienes queremos hacer el mayor bien
posible. En Santiago de Cuba tenemos aún tres activistas detenidos por
entrevistar personas y filmar largas y hasta violentas colas para
obtener alimentos y otros productos necesarios. Según los agentes de
este cuerpo represivo, no permitirán que se difunda ninguna información
que afecte la imagen de la "Revolución" y ponga en peligro la "seguridad
del Estado".
Poco tiempo después del paso de Matthew por Haití ya la televisión
cubana daba datos sobre los daños causados a esa pobre nación. Al
mediodía de este miércoles, cuando ya el huracán se encuentra distante
de las zonas afectadas, todavía un gobierno que alardea de su capacidad
para enfrentar fenómenos naturales e informar a la población, no ha sido
capaz de enviar un helicóptero a Baracoa y demás lugares dañados para
mostrar imágenes de lo allí ocurrido. Solo han mostrado algunas fotos
que vecinos les han enviado.
Durante cuatro días venimos escuchando un discurso triunfalista que
contrasta con la realidad que viven las personas desde antes de la
llegada del huracán y la situación en que tienen que vivir muchos en las
zonas afectadas, después del paso del fenómeno meteorológico. Raúl
Castro estuvo visitando a las fuerzas represivas especiales del
Ministerio del Interior en Santiago de Cuba, dicen que estaban listas
para labores de rescate. ¡Mentira! Listas están, pero para reprimir a
activistas y periodistas independientes que toman imágenes y entrevistas
y a opositores pacíficos que ofrecen ayuda a los más necesitados.
En Santiago de Cuba, ni Raúl Castro ni el secretario del Partido
Comunista, Lázaro Expósito, visitaron nunca los barrios donde muchas
familias en endebles viviendas esperaban angustiados al huracán. Hay que
oír centenares de opiniones recogidas por la UNPACU y que no se han
podido publicar porque desde el domingo en la mañana suspendieron las
conexiones a Internet en toda la provincia. En las entrevistas varias
personas dicen que fueron engañadas por el gobierno y la mayoría asegura
que no recibieron ninguna ayuda después del paso de Sandy hace 4 años,
que mucho menos esperan si Matthew les deja sin sus deterioradas viviendas.
Desde que comenzaron a evacuar personas en las provincias orientales
empezamos a recibir quejas de evacuados en diferentes lugares: desde
Guantánamo varios intoxicados por un picadillo entre los evacuados en
escuela del Barrio Obrero, desde Providencia 4, Majibacoa, Las Tunas, 43
evacuados en un local estatal y no tenían alimentos ni leche para niños
pequeños; durmiendo en el piso. En Palma Soriano, evacuados en Reparto
Amelia en escuela primaria, el lunes solo comieron un pequeño pan con
picadillo y durmieron la mayoría en el piso. En escuela secundaria en
Altamira, Santiago de Cuba, un centenar de evacuados pasó un día sin
alimentos. Tuvieron que sacarlos del lugar y llevarlos a otro sitio por
no tener condiciones. Esto es solo una pequeña muestra.
Muchos se negaron a ser evacuados para centros estatales y buscaron la
solidaridad de vecinos con viviendas fuertes. Esteban Lazo, presidente
de la Asamblea Nacional del Poder Popular, dio un dato que debería darle
pena: "el 93% de los evacuados estaban en casas de familia". El Estado
totalitario que exige sacrificios y resistencia, el Estado explotador
que paga míseros salarios y exige más y más esfuerzos y contribuciones
al pueblo, no puede evacuar debidamente a los miles de ciudadanos
humildes que viven en pésimas condiciones.
En la medida en que se acercaba el huracán había que ver las colas en
los locales de la Western Union en Santiago de Cuba, largas colas de
personas de todas las edades, blancas, mestizas y negras, de ambos
sexos, recibiendo dinero procedente principalmente de EEUU. Salían de la
cola para recibir el dinero e iban para los mercados en divisa a hacer
otras colas para comprar alimentos y otros productos necesarios para
enfrentar el meteoro. Estos tienen la suerte de tener familiares en el
extranjero. Los que no los tienen, los que no forman parte de la clase
privilegiada en las estructuras del régimen, esos solo esperaban el
favor de Dios. Y por suerte para los santiagueros, parece que Dios los
escuchó.
Coordinador General de la UNPACU.
Source: El huracán Matthew y las mentiras del régimen cubano | In Cuba
Today - http://www.incubatoday.com/espanol/article106166052.html
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