Becas y becas
ALEJANDRO ARMENGOL
Todos los cubanos no son iguales, solo que incluso hay algunos que son
menos iguales todavía: quienes han disfrutado de una beca extranjera en
Cuba entran en esa categoría.
El gobierno cubano está indignado por un programa educativo lanzado por
Estados Unidos en la isla, y da tanta importancia al asunto como para
incluirlo en la reunión de la IV Comisión Bilateral Cuba-EEUU, a
celebrarse el pasado viernes (esta columna se escribe el jueves 29).
Cuba quiere relaciones bancarias normales, la eliminación de
prohibiciones a las exportaciones desde EEUU y que los norteamericanos
puedan invertir en la isla.
Sin embargo, si uno revisa el principal periódico oficial cubano, la ira
se concentra en la puesta en marcha del programa "World Learning", por
parte de la embajada estadounidense.
"Condenan estudiantes universitarios nuevas maniobras yanquis", expresa
el titular de Granma.
Pero un momento, ¿al país al que se le pide más liberalización en los
mercados y mayores facilidades para la banca internacional, al mismo
tiempo se le acusa de realizar "maniobras"?
Ese lenguaje de "maniobras" resurge en el órgano oficial del Partido
Comunista de Cuba (PCC) como un eco de un tiempo supuestamente pasado. Y
más si luego se agrega la palabra "yanquis".
Según Granma, los airados jóvenes cubanos rechazan "la esencia
subversiva y manipuladora de los planes de becas promovidos desde
territorio norteamericano".
Si ese plan de becas despierta tanta irritación entre los estudiantes
cubanos —como nos trata de vender Granma—, no se explica por qué se le
debe dedicar tanta energía al asunto.
Simplemente la embajada estadounidense en Cuba lanza la convocatoria,
ningún estudiante cubano responde y se acabó.
World Learning es una organización no lucrativa que se dedica al
ofrecimiento de programas de educación, desarrollo e intercambio en más
de 60 países. Brinda preparación sobre solución de conflictos, fuentes
alternativas de energía, estudios poblacionales y desarrollo
internacional y económico.
Al menos son evidentes dos aspectos del plan que preocupan al gobierno
cubano. Uno son los temas de especialidad del programa, no porque
ataquen directamente al sistema cubano sino porque evidentemente lo
trascienden. El otro es que los cursos se realizan fuera de la isla.
Sin embargo, estudiar fuera de Cuba, en un país capitalista y pagado por
un gobierno capitalista, no siempre se ha considerado malo por La
Habana. Ni siquiera por la familia Castro, para llevarlo a un nivel
doméstico.
Cuatro nietos de Fidel Castro fueron becados por el gobierno español,
para ampliar sus estudios en ese país, gracias a becas del Ministerio de
Asuntos Exteriores y de la Aecid para extranjeros, informó el diario El
Confidencial el 3 de agosto de 2014.
Hay más. Otro de ellos, Fidel Antonio Castro, que fue miembro de su
escolta personal —no, la idea de destinar a un nieto a cuidarle las
espaldas no se le ocurrió a Raúl—, disfrutó de una beca no
gubernamental, sino de la Fundación Marcelino Botín.
Así que en ese caso no hubo temor de que una organización asociada con
el más poderoso banco español, el Santander, y una familia de banqueros
de alto rango fueran a corromper al muchacho.
El joven aparece en las memorias de la fundación (2008-2009), vinculado
a un proyecto del Centro de Investigación en Nanociencia y
Nanotecnología, del CSIC y del Instituto Catalán de Nanotecnología.
La ira de La Habana ejemplifica lo difícil que resulta mantener
relaciones normales con un gobierno que pide o exige "normalidad", en lo
que le conviene, y rechaza lo que es común para 60 países.
La familia Castro puede estudiar en el extranjero sin problemas. Eso es
normal. Pero el hijo del buen vecino no.
Escritor cubano radicado en Estados Unidos. Director editorial de
Cubaencuentro.com.
Source: Cuba: becas y becas | El Nuevo Herald -
http://www.elnuevoherald.com/opinion-es/opin-col-blogs/alejandro-armengol/article104905496.html
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