El vaso cubano
Una parte de los exiliados y una pequeña porción de disidentes verán el
vaso medio vacío o vacío completo
Hay otras partes cubanas que ni miran para el vaso
Cuba puede ponerse a mediano plazo entre los mejores países de América
Latina
OSCAR PEÑA
Existe un legendario ejercicio mental de indagar ante un vaso de agua
hasta la mitad como lo ve una persona, si medio vacío o medio lleno.
Si llevamos hoy esa gimnasia a la situación cubana existen todas las
percepciones; desde ver el vaso medio vacío y medio lleno, hasta las
miradas radicales y absolutas que ven el vaso repleto de agua o
absolutamente vacío.
Muchos observan lo positivo o verdadero de cada situación; otros en
cambio, se les dificulta esa acción, se bloquean o no tienen interés en
algo que no sea un lleno rápido, un todo o nada. Son los que han borrado
la palabra evolución y esperanzas de su diccionario.
Una parte de los exiliados y una pequeña porción de disidentes que han
estado en contra de la reanudación diplomática entre Estados Unidos y
Cuba, y en la voluntad norteamericana de ir levantando sanciones y
normalizando las relaciones, verán el vaso medio vacío o vacío completo.
La mayor parte del pueblo de Cuba, de la disidencia, periodistas
independientes y exiliados que cifraron esperanzas en más cambios y
reformas que hiciera la dirección del país, hoy verán también el vaso
medio vacío. Son los que saben que en dictaduras es decisivo el jefe
máximo sea facilitador de hacer la vida más prospera para todos.
Son comprensibles las visiones. No es fácil en el caso cubano ver el
vaso medio lleno.
Hay otras partes cubanas que ni miran para el vaso. Quizás las más
sombrías. Aquellos que levantan las dos manos en las asambleas,
reuniones y congresos apoyándolo todo como autómatas y con discursos de
barricada para después expresar sus objeciones dentro de las paredes del
hogar, o aquellos ciudadanos dentro del país y en el exterior ya no con
miedo, sino algo peor, con completa apatía e indiferencia por su país.
¿Cómo ve el vaso la alta dirección del país?
No lo ven lleno, ni medio lleno. Están muy perturbados por sus propias
contradicciones y complejos políticos: como después de "tanto nadar,
llegar a la misma orilla" (ir permitiendo las inversiones extranjeras
que excomulgaron en 1959 y la pequeña y mediana propiedad privada que
desbarataron en 1968 con la ofensiva revolucionaria) y se preguntan
¿cómo vivir sin nuestro eterno enemigo norteamericano? Ahora para no
perder la costumbre acusan a Estados Unidos de ser aliados de los
pequeños cuentapropistas, cuando es el gobierno cubano el que debe ser
el máximo impulsor y colaborador de ese sector y del pueblo en general.
Las autoridades de Cuba están atrapadas en los viejos discursos como si
el tiempo se hubiera detenido en la lejana década de los 60. Siguen
practicando el juego de enemigos, contrarrevolucionarios y
revolucionarios. El país va por un lado y ellos van por otro. Sirva solo
un lamentable ejemplo que los haga meditar: hoy los millones de cubanos
que se han ido y se quieren ir del país no son "solo esbirros de Batista
y burguesía explotadora" como se decía en las declaraciones oficiales.
¿Cómo yo veo el vaso?
No entendió Raúl Castro que la mayoría del pueblo de Cuba hubiera
acogido con júbilo un valiente reconocimiento público de su parte de los
errores y la decisión de irlos superando bajo su dirección, y fue muy
lamentable la rancia retórica utilizada ante nacionales y extranjeros en
la apertura y cierre del congreso del PCC. Ojalá sea una concepción y
regalo de intolerancia final a Fidel Castro y no una mala voluntad,
porque un proceso tan largo y cerrado como el cubano necesita del aporte
de todas sus partes para que el país evolucione.
La realidad es que el vaso no está vacío, ni lleno. Tenemos un vaso
servido a la mitad, con lo negativo y positivo que eso implica. Hay que
ver lo real de cada situación. Es justo reconocer que el sucesor ha
eliminado algunas históricas prohibiciones en el país y considero que
aparte de la dura oratoria utilizada se seguirán abriendo puertas al
desarrollo, derechos ciudadanos y bienestar del país.
Si ello se va logrando aseguro que Cuba puede ponerse a mediano plazo
entre los mejores países de América Latina. Ya el país tiene un camino
recorrido al tener un sistema de salud y educación satisfactorio.
Atiéndase los faltantes para que todos sientan que Cuba es la casa de
todos los cubanos.
¿Por qué no soñar despierto? ¿Es imposible para los cubanos buscar un
equilibrio nacional? ¿Generar iniciativas propias, inclusivas y
efectivas sin vencedores, ni vencidos? Cuba necesita que todos los
cubanos dentro y fuera sean facilitadores de un renacimiento mixto del
país. Transitar caminos creativos y viables. Una vía cubana.
Activista cubano. Graduado en Ciencias Políticas y Periodismo.
Source: El vaso cubano | El Nuevo Herald -
http://www.elnuevoherald.com/opinion-es/opin-col-blogs/opinion-sobre-cuba/article75943677.html
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