Un encuentro de almas a la orilla del mar

Un encuentro de almas a la orilla del mar
febrero 24, 2016 4:12 am·

Lawton, La Habana, Paulino Alfonso, (PD) Saludos, señor Modesto. Por lo
florido de su actual situación, usted no necesito más elogios.

En el plano político, nunca antes en 57 años este engendro ha tenido
mayor reconocimiento internacional. Todas las izquierdas se congratulan
de los avances que ha obtenido la finca en estos 14 últimos meses.

Por todo lo enumerado, le prometo brevedad.

Claro, que citando a José Martí: "En política lo único verdadero es lo
que no se ve".

Para obtener estos triunfos fueron necesarios, un secretismo al mejor
estilo de John Le Carré, una iglesia más conspirativa que nunca y que
olvidó las palabras del Apóstol Lucas cuando amonestó, "lo que hoy
susurráis al oído en la penumbra de vuestros aposentos, un día se
gritará en las azoteas".

A eso debemos sumar un presidente deseoso de ganarse un lugar en la
historia de los EE.UU, no por su origen, sino por su desempeño político.

Usted más que el actual inquilino de la Casa Blanca conoce que lo
obtenido solo han sido victorias tácticas
No obstante, gracias al guion que le dio su anciano hermano, se le hace
extremadamente difícil a Mr. Obama convencer al Congreso para realizar
cambios que flexibilicen el embargo existente.

Este sincretismo que pretende engañar a los duros y fanáticos de que
usted no cambiará al régimen ni un milímetro en su forma, crea esa
imagen no solo a estos talibanes, sino a todos.

Esta también afecta los carísimos deseos de la feliz pareja, quienes se
ven imposibilitados de hacer algo que logre cambiar leyes existentes y
codificadas por ley (only in América, of course).

Francamente, no creo que el Congreso norteamericano autorice a Mr. Obama
a ustedes y los Castros a violar tanto la constitución de Estados
Unidos, como ha quedado demostrado.

Recuerde, señor Modesto, que todo lo que Mr. Obama ha logrado es a base
de decretos y puede ser borrado de un plumazo. Como dice el tango del
inmortal Gardel, "hoy un juramento mañana una traición, amores de
estudiantes, flores de un día son".

A pesar del apresuramiento que se observa en el proceder de Mr. Obama
(viajecito incluido) por lograr al menos algunos objetivos, todo está
sujeto al resultado de las elecciones del próximo noviembre, el cual se
hace más incierto con el pasar del tiempo, ese, el implacable.

Por lo pronto, a no ser que ocurra algún imprevisto, usted va a realizar
su más cara fantasía, su añorado encuentro con su amantísimo amigo Mr.
Obama.

No obstante, como también conozco esta arista de su personalidad, por
esta vez solo le deseo mucha felicidad y mucho amor, aunque me reitere
enemigamente suyo.
palfonso44es@gmail.com; Paulino Alfonso

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