Saturday, December 26, 2015

Cuba 2015 - deshielo con EEUU, éxodo, crisis económica y represión

Cuba 2015: deshielo con EEUU, éxodo, crisis económica y represión
Más de 50.000 estadounidenses visitaron la isla, entre ellos algunos
famosos: Conan O'Brien, Rosario Dawson, Paris Hilton, Naomi Campbell,
Rihanna, Mick Jagger, Katy Perry, Anne Leibovitz, Frank Gehry, Floyd
Mayweather, entre
ANÁLISIS
IVÁN GARCÍA
Especial

Joel Castillo, 19 años, pasó de la expectativa a la frustración en 12
meses. Luego de graduarse en 2014 de electrónica en un tecnológico en el
sur de La Habana, aún no ha podido laborar en su especialidad.

"Con el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados
Unidos, pensaba que habrían mejores opciones para los ciudadanos. Pero
las cosas siguen igual. Y no he conseguido un trabajo que se ajuste a mi
perfil", comentó.

Precisamente los más jóvenes son los más desilusionados con la inercia
del régimen verde olivo. Un Gobierno con casi seis décadas en el poder y
una facción ejecutiva que suma más de 300 años, debiera tener mejores
políticas hacia la juventud.

Sobre todo teniendo en cuenta que la sociedad cubana envejece
aceleradamente y que en el año fiscal que acaba de terminar, de la isla
se marcharon 43.159 compatriotas de manera irregular, un aumento del 77%
con respecto a 2014.

Entre los inmigrantes irregulares se encuentran los "balseros
terrestres" que, partiendo de Ecuador, recorren ocho países para
intentar llegar a la frontera de Estados Unidos con México y los que se
tiran al mar en precarias embarcaciones.

Si a esa cantidad se suman las más de 20.000 por reunificación familiar
que otorga la embajada estadounidense en La Habana, alrededor de 65.000
cubanos abandonaron su país, de una forma u otra, rumbo a Estados Unidos
en 2015.

Otros miles se van a cualquier país: España, Alemania, Italia, Rusia,
Alaska, Kazajstán... Cuba se vacía de gente joven y talentosa. En casi
todas las ramas del saber, oficios, deportes o cultura existe un déficit
preocupante.

Para muchos residentes en la Isla, el futuro es "saltar la cerca". Si se
le pregunta a un cubano entre 15 y 40 años cuál es su proyecto de vida,
la respuesta será planificar una salida ilegal o buscar cómo emigrar,
algo que se ha convertido en una suerte de deporte nacional.

¿Por qué se van los cubanos? Es obvio, la economía sigue en horas bajas.
No es una coyuntura o un período de vacas flacas. Es una crisis
estacionaria que se extiende por 25 años.

El "período especial", esa guerra sin el rugir de los tanques que se
inició en 1990, todavía no ha concluido. La inflación es más terrenal,
pero sigue devorando el salario de un obrero y la doble moneda es un
lastre a la productividad y al raciocinio económico.

La lógica económica en Cuba está de cabeza. Quienes le trabajan al
Estado lo hacen ocho horas cada día, de lunes a viernes, y cobran un
salario que no supera los 23 dólares mensuales. Y para tener una vida
digna, con desayuno y dos comidas decentes como mínimo, se necesitan 250
dólares al mes.

Gracias a los impuestos de circulación, gravámenes exagerados a
emprendedores privados y salarios de miseria, el Estado sufraga una
salud pública (que anda de capa caída) y una educación altamente
doctrinaria.

Pero ni se le ocurra reparar su casa o comprarse un auto. Reformar a
fondo una vivienda cuesta no menos de 8.000 dólares. Y un Peugeot 508
vale 300.000 dólares en una agencia estatal. Es decir, seis vidas de
trabajo de un profesional.

Por la libreta de racionamiento, cada ciudadano recibe mensualmente a,
precios subsidiados, siete libras de arroz, 20 onzas de frijoles negros,
cinco libras de azúcar, una libra de pollo y media libra de picadillo de
soya y diariamente les llega un panecillo insípido de 80 gramos.

Esas magras raciones alcanzan para 10 días. El resto del mes, a sacar
cuentas y romperse la cabeza. Según optimistas vaticinios de los
autócratas, en 2015 la economía cubana creció un 4%, pero en la mesa
familiar no acaba de aterrizar ese crecimiento.

Todo lo contrario. La carne de cerdo, queso, yogurt, leche, vegetales y
frutas subieron de precio en los mercados estatales por pesos y en las
tiendas por moneda convertible.

Si se desayuna sólo café y se hace una sola comida caliente al día, se
puede entender por qué más de 65.000 cubanos abandonaron su país en
2015. Pero la crisis económica no se resume en el orden alimentario.

Cada día la vida es más incómoda. El transporte público es una
calamidad. Las calles están agujereadas, oscuras y con salideros de
agua. La basura se acumula en las esquinas. Cualquier gestión personal
ocupa varias horas o meses debido a la letal burocracia.

Los hospitales están deteriorados. Es más fácil encontrar un marciano
que un médico especialista. En las escuelas primarias, secundarias y
preuniversitarias, la baja calidad del profesorado es alarmante.

La pérdida de valores, violencia familiar, machismo y homofobia alcanzan
cotas preocupantes. Un segmento importante de la población apenas lee y
se informa. Esos cubanos dominan alrededor de quinientas palabras y
cuando hablan parece que ladran y gesticulan como simios. Conversan
gritando, como si la gente fuese sorda, y escuchan música a todo volumen.

La falta de educación se ha ido arraigando en muchos cubanos. Lo más
dañino no es el desorden, la precariedad y las ruinas. Lo peor es vivir
en una nación donde no se puede planificar el futuro.

Si se intenta cambiar el estatus quo por canales políticos, se corren
riesgos. Ser disidente en Cuba es ilegal. Están prohibidos los partidos
políticos, excepto el comunista, y las instituciones de la sociedad
civil son rigurosamente controladas por el Estado.

En 2015, las detenciones de corto plazo a los disidentes se
multiplicaron. Las palizas a las Damas de Blanco y opositores pacíficos
en un parque de la barriada de Miramar se repiten domingo tras domingo.

Ni siquiera son aceptadas corrientes políticas moderadas o que coquetean
con la autocracia. Tampoco medios de prensa alternativos. La situación
económica y política ha empujado a miles de cubanos a hacer las maletas
y marcharse lejos de su patria.

Pese a la miseria socializada y la falta de libertades, a partir del 17
de diciembre de 2014, cuando el presidente estadounidense Barack Obama y
el gobernante cubano Raúl Castro anunciaron el restablecimiento de
relaciones, Cuba se puso de moda.

Más de 50.000 estadounidenses visitaron la isla, entre ellos algunos
famosos: Conan O'Brien, Rosario Dawson, Paris Hilton, Naomi Campbell,
Rihanna, Mick Jagger, Katy Perry, Anne Leibovitz, Frank Gehry, Floyd
Mayweather y comitivas deportivas de la NBA y MLB.

También, representantes de los partidos Demócrata y Republicano como
Nancy Pelosi, líder de la minoría demócrata en la Cámara de
Representantes, y delegaciones de gobernadores de los estados de Nueva
York, Arkansas, Texas, Carolina del Norte y Missouri, todos acompañados
de empresarios y hombres de negocios.

El "deshielo", palabra muy usada en la prensa internacional, ha traído a
Cuba a turistas y personajes deseosos de hacerse un "selfie" en una
Habana repleta de viviendas apuntaladas, montarse en un "almendrón"
(auto americano) y comer en una "paladar" (restaurante privado). Los
cubanos de a pie los ven llegar e irse. Forman parte de un "deshielo"
que les es ajeno.

Hartos de penurias y limitaciones, desaparecidas las esperanzas de un
cambio con el restablecimiento de relaciones entre Cuba y EEUU, y al
constatar que en 12 meses, a no ser por las conexiones WiFi en parques y
espacio públicos, apenas nada ha cambiado, miles de cubanos han optado
por irse a cualquier país.

Source: Cuba 2015: deshielo con EEUU, éxodo, crisis económica y
represión :: Diario las Americas :: Cuba -
http://www.diariolasamericas.com/4847_cuba/3532567_cuba-2015-deshielo-con-eeuu-exodo-crisis-economica-y-represion.html

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