No solo de pan vive el hombre
PEDRO CAMPOS | La Habana | 24 Nov 2015 - 10:08 am.
Algunos en los medios oficialistas han señalado que el cubano que
invierte miles de dólares en tratar de entrar a EEUU, no lo hace por
huir de la pobreza. Y en buena parte tienen razón.
Conozco a varios trabajadores por cuenta propia, entre ellos varios
boteros, que se buscan más de 1.000 pesos cubanos diarios (unos 40 CUC),
quiénes me han dicho que están ahorrando ese dinero para irse a EEUU,
sea por Ecuador, en lancha o cómo puedan.
Es evidente que no son personas que estén en la pobreza. Ellos y sus
familias con un promedio de 40 CUC diarios deben alimentarse
adecuadamente y tener resuelta la mayoría de sus necesidades básicas.
Pero ellos no se van de Cuba huyéndole a la pobreza material que también
es real para muchos, se van huyendo de la falta de libertades, de la
falta de democracia, de la asfixia que provoca un sistema que ha
generado persecución y envidia sobre aquellos que prosperan individualmente.
Las personas, los seres humanos, tenemos necesidades superiores a los
simples instintos animales que también poseemos. Como seres sociales
necesitamos más que comer, abrigarnos o hacer el amor. Necesitamos
expresar libremente nuestros pensamientos y desplegar nuestras
capacidades adquiridas, realizarnos profesionalmente, conocer el mundo
y, mientras más conocemos el mundo global en que vivimos, aspiramos a
que nuestras comodidades generales estén al nivel de los más desarrollados.
No nos conformamos con menos. No queremos ser un país del Tercer Mundo.
No queremos que nos comparen con Haití o con países hambrientos del África.
No es consumismo, como diría un comunista primitivo, vulgar, sino vivir
a tono con el desarrollo de la humanidad toda, a tono con las
posibilidades reales que pueden brindarnos nuestro trabajo y nuestros
conocimientos.
Cuba, por razones históricas, socioeconómicas y geográficas, desde que
llegaron los españoles, se fue convirtiendo cada vez más en centro del
Nuevo Mundo. Éramos la Llave del Golfo. El corredor del mundo por donde
las naciones desarrolladas tendrían que pasar.
Para el siglo XVII, por ser centro de concentración de las flotas
españolas que venían de toda América, San Cristóbal de La Habana era la
plaza de mayor desarrollo comercial del continente.
Las colonias inglesas del Norte tenían a Cuba como un referente cultural
y comercial.
Siempre Cuba estuvo a la vanguardia del pensamiento político en este
continente. Los pudientes enviaban sus hijos a estudiar a París, Roma,
Madrid o Londres. De las revoluciones burguesas se nutría el pensamiento
de nuestros próceres independentistas. El pensamiento jurídico y social
tan avanzado como el de Ignacio Agramonte, o tan integral como el de
José Martí, no fueron casualidades.
Las Guerras de Independencia contra España no culminaron por casualidad
con la intervención de EEUU y el nacimiento de una República liberal en
1902. Además de geográficamente, cultural, política y socialmente, el
surgimiento de la República de Cuba estaba asociado a las luchas de
independencia de Norte y Sur América, contra Inglaterra y España, pero
por sus características socioeconómicas, poblacionales y culturales
estaba más cerca del Norte que del Sur del continente.
El Imperio español, luego de perder el resto del continente, se volcó
todo contra los independentistas cubanos. Los gobiernos del Sur
prometieron gran ayuda y grandes expediciones que nunca vinieron en
auxilio de los cubanos, si bien muchos caribeños, centro y suramericanos
participaron en nuestras gestas libertadoras.
La independencia de Cuba se nutrió básicamente del Norte. En Tampa, Cayo
Hueso, Nueva Jersey y Nueva York, encontró Martí tierra fértil a sus
prédicas, recibió la cooperación de los cubanos del Norte, y fue el
gobierno del Norte el que acudió a solicitud de los mambises, aunque
reconozcamos que eran muchos los intereses detrás de esa intervención.
Entonces era EEUU el paladín mundial de las libertades.
El pensamiento independentista, libertario, social y liberal cubano del
siglo XIX fue el gran precursor del pensamiento revolucionario cubano
que condujo a la revolución del 30 y a la Constitución del 40,
reconocida como una de las más avanzadas en su época.
Las ansias de libertad, democracia y prosperidad siempre estuvieron en
el centro del pensamiento político cubano. Y fueron esas ansias las que
llevaron a la revolución triunfante de 1959. Desde entonces, del
independentismo cubano se sirvieron los gobernantes para librar su
enfrentamiento contra "el imperialismo", pero a costa del maniqueísmo,
el estatalismo, el absolutismo y la exclusión que han terminado por ir
en contra del sentimiento político libertario más auténtico y
tradicional del pueblo cubano, forjado en los últimos siglos.
El deseo de expresar y sentir libertad para hacer lo que uno desee, en
marcos elementales de convivencia, es una de las razones principales por
las cuales la gente se va de Cuba. Las limitaciones estatales para el
progreso de negocios fuera del Estado, sean privados o cooperativos,
para poder mercar libremente y desarrollar todo el pensamiento creador
de los cubanos, está en el centro del continuado y por momentos enorme,
éxodo de cubanos hacia EEUU.
Y es cierto, el éxodo en definitiva no tiene tanto causas económicas,
como políticas. Quizás, sin percatarse, estos voceros, han dicho una
gran verdad.
Simplemente, porque no solo de pan vive el hombre.
Source: No solo de pan vive el hombre | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1448356121_18312.html
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