Bruselas empieza a hablar de derechos humanos con Cuba
La UE retoma un proceso paralizado desde finales de 2014
LUCÍA ABELLÁN Bruselas 1 MAR 2015 - 22:01 CET
Cuba se ha aproximado en pocos meses a los dos grandes bloques
occidentales: EE UU y Europa. El proceso de diálogo iniciado hace casi
un año con Bruselas sufrió una brusca parálisis a finales de 2014, justo
cuando fructificó el histórico deshielo con Washington que ocupó por
completo a la diplomacia cubana y relegó la negociación europea.
Concluida la primera euforia, la UE y Cuba reanudan esta semana un
proceso para un acuerdo político y de cooperación que destierre el veto
institucional vigente desde 1996. Bruselas confía en que esta ronda
sirva para abordar por primera vez cuestiones de derechos humanos.
Una delegación europea aterrizará en La Habana para negociar durante
miércoles y jueves con diplomáticos cubanos. El objetivo es revitalizar
los contactos —la última ronda se celebró en agosto de 2014— y pactar ya
compromisos concretos. El capítulo más desarrollado es el de
cooperación, un área en la que Europa colabora ahora con Cuba de manera
modesta, con 50 millones de euros entre 2014 y 2020.
Pero además de avanzar en ese terreno, Bruselas espera lograr una
aproximación al capítulo más político, que incluye cuestiones de
gobernanza y derechos humanos. Un alto cargo de la diplomacia europea
advierte de que no cabe esperar medidas concretas en ese ámbito: no
habrá imposiciones de la UE al régimen cubano, sino ofertas para
acompañar los avances que pueda ir experimentando la isla y compartir
prácticas que hayan resultado exitosas en Europa. Este enfoque puede
decepcionar a algunos países europeos —Polonia, República Checa y
Alemania— que habían exigido la supervisión de los derechos humanos como
requisito para dar el visto bueno unánime a esta negociación. "Vamos a
pedir a la diplomacia europea que haya una aproximación a los derechos
humanos y que se incluya a la disidencia en el proceso", anuncia
Fernando Maura, eurodiputado de UPyD.
El proceso no prevé un diálogo formal con los opositores cubanos porque
el acuerdo se forja con el Gobierno. "El papel de la sociedad civil es
el mismo que en otros acuerdos de este tipo; no son parte del diálogo,
pero intentamos, tanto en Bruselas como en La Habana, tener contacto con
ellos", explican las mismas fuentes diplomáticas europeas. Se trata de
contar con un marco institucional para tratar con Cuba cuestiones que
ahora no se abordan. Desde hace casi 20 años, Bruselas aplica la
posición común, promovida por el entonces presidente español, José María
Aznar, que supeditaba cualquier diálogo con el país caribeño al avance
en derechos humanos. La UE solo mantiene esa fórmula con Cuba y
formalmente permanece en vigor hasta que concluya la negociación.
Europa sabe que, con el anuncio del restablecimiento de relaciones
institucionales entre Washington y La Habana, el proceso europeo puede
quedar rezagado. Las fuentes consultadas argumentan que aún queda un
largo camino para ver avances en ese deshielo americano, mientras la UE
dispone de más redes. A pesar de la posición común, la mitad de los
Estados miembros mantienen acuerdos con Cuba al margen de Bruselas.
Aunque los europeos aspiran a no quedarse atrás en esta apertura del
régimen —y a las innegables ventajas comerciales y de inversión
asociadas— la parte económica del acuerdo es la más desdibujada. Los
cubanos no han pedido a la UE un acuerdo de libre comercio, difícil en
una economía controlada por el Estado, y Bruselas tampoco lo ha
ofrecido. En cuanto a la parte de inversión, se trata más bien de
ofrecer un marco legal de certidumbre que de medidas concretas que la
favorezcan.
Aunque el diálogo comenzó con perspectivas de una pronta conclusión, el
ritmo tan lento del primer año disuade al servicio diplomático europeo
de fijar plazos.
Source: Bruselas empieza a hablar de derechos humanos con Cuba |
Internacional | EL PAÍS -
http://internacional.elpais.com/internacional/2015/03/01/actualidad/1425243712_321480.html
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