Accidentes de tránsito: la vida pende de un hilo

Accidentes de tránsito: la vida pende de un hilo
Siete fallecidos durante este fin de semana. Accidentes de tránsito que
continúan siendo una de las causas de muerte más frecuentes en Cuba.
Nadie está seguro en la vía
lunes, febrero 2, 2015 | Reinaldo Emilio Cosano Alén

LA HABANA, Cuba. – Siete fallecidos durante este fin de semana.
Accidentes de tránsito que continúan siendo una de las causas de muerte
más frecuentes en Cuba. Nadie está seguro en la vía.

El resumen de la Dirección Nacional de Tránsito de 2014 reportó 1, 294
accidentes con 746 fallecidos y 8, 831 lesionados, con aumento de 59
defunciones y 595 heridos sobre 2013, paradójicamente en el "Decenio
2011-2020 por la Seguridad Vial", proclamado por Naciones Unidas.

¿Qué explica el aumento de muertes y lesionados en 6,6 por cada 100, 000
habitantes, superior al 2013, mayoritariamente en accidentes masivos?

Entre las principales causas aparece deficiente estado técnico de
vehículos. Circulan autos de las décadas 1940-1960, y de la época soviética.

Solo reciben remiendos sobre remiendos, de sus propietarios y
conductores estatales, por necesidad de subsistencia familiar.
Perseverancia que los mantiene en funcionamiento aparentemente
eficiente, técnicamente peligroso por sobrexplotación y falta de piezas
de repuesto que dejaron de fabricarse hace mucho.

Ninguna Ley obliga al retiro de vehículos por caducidad tecnológica. Se
paralizaría el país

Insuficiencias graves son mal funcionamiento de frenos y del freno de
emergencia. Holgura –libre juego- o rigidez del timón. Sistema
hidráulico y luces defectuosos. Distraer la atención al manejar por la
moda de conducir con una mano y llevar el dinero recaudado por el
taxista en la otra. Usar teléfono móvil al conducir. Música a todo
volumen que impide escuchar ruidos y señales exteriores. Uso de TV
frente al chofer, por ley obligado a estar colocado detrás. Exceso de
velocidad. Animales sueltos en vías. Aumentar asientos -o capacidad de
carga- en vehículos, contrario a las especificaciones del fabricante,
pero tolerado con perjuicio de la seguridad de vehículos y personas.
Pérdida del control del automóvil y mal cálculo al adelantar, que
ocasiona un accidente por cada tres.

El verano pasado -tiempo de vacaciones, con mayor consumo de bebidas
alcohólicas y más accidentes- comenzaron las pruebas de alcoholemia. Dio
positivo en 3 977 conductores. Pero, ¿cuántos evitaron la prueba?

¿Qué hacen inspectores y policías de Tránsito frente a tantas
irregularidades?

El Departamento de Tránsito del Ministerio del Interior, empujado por la
creciente accidentalidad, intentará sorpresivas inspecciones de
vehículos en vías para descubrir deficiencias técnicas y peritajes
vencidos. Retirarán la licencia de circulación a infractores. También
efectuarán inspecciones en propios centros de revisión técnica
("somatón") para descubrir casos de corrupción certificándose buen
estado técnico a vehículos deficientes.

Se prohibió en 1959 la importación de autos, considerados artículo de
lujo. Se importaron camiones y equipos pesados del campo soviético. Las
piezas de recambio dejaron de fabricarse. Medio siglo después continúa
la prohibición de importación de vehículos por particulares.

Los hermanos Amor y Marcelino Carballé, de Guanabo, murieron en sendos
accidentes. El primero al cruzar la vía rápida Vía Blanca por un auto a
excesiva velocidad. Marcelino caminaba sin preocupación por la acera en
Jústiz, donde residía. La pesada compuerta trasera, perdidos los goznes
de bisagras, se desprendió del camión y lo mató. No hubo revisión
técnica preventiva.

Turistas extranjeros maravillados toman fotos de autos antiguos
popularmente bautizados almendrones. O se pasean en ellos. Para los
cubanos solo un apurado servicio de locomoción a cargo de particulares
frente al deficiente transporte público estatal.

Bellos autos norteamericanos que aseguran a Cuba sitial como único Museo
de autos antiguos del mundo, hasta con exposiciones como atractivo
turístico. Bellos aunque peligrosos de los que penden el débil hilo de
la vida.

cosanoalen@yahoo.com

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