Wednesday, December 03, 2014

Las víctimas olvidadas del Che Guevara: ¿Cuántos fusilamientos están documentados?

Las víctimas olvidadas del Che Guevara: ¿Cuántos fusilamientos están
documentados?
Posted on 1 diciembre, 2014
Por María Werlau*

Ernesto Guevara, mejor conocido como Che, es la figura emblemática de la
mitológica "elegancia revolucionaria" y el ícono por excelencia de la
cultura de masas. Irónicamente, la mayoría de los devotos del culto Ché
saben poco o nada acerca de él, de lo que representó e hizo, y de las
consecuencias de su cruzada. Sin embargo, hay una verdad oscura e
irreconciliable detrás del mito cuidadosamente construido sobre él.
Basta una mirada superficial a la extensa bibliografía sobre el Che,
incluyendo sus propios escritos, para que emerja claramente.

El alcance persistente y global de la idea romántica del Che, junto con
sus imágenes icónicas, es un fenómeno único de la historia moderna.
Curiosamente, carece de veracidad histórica.

El Proyecto Verdad y Memoria de Archivo Cuba, surgido a finales de los
años 90, busca propiciar una cultura de respecto por la vida y el estado
de derecho con su estudio del costo social de la violencia política
asociada a la revolución cubana. La documentación y testimonios
recogidos por esta iniciativa son la base de la compilación Las víctimas
olvidades del Che Guevara (2011), que aporta material testimonial y
fotográfico a la extensa bibliografía sobre el Che, tan escasa con
respecto a sus víctimas. El libro se presentará en Miami el próximo 13
de diciembre durante el Primer Festival del Arte y la Literatura
Independiente.

Impulso sanguinario

El Che llega la Sierra Maestra listo para lanzar su impulso sanguinario
sobre los seres humanos.Poco antes, a los 25 años, había escrito una
larga y apasionada nota de despertar revolucionario al margen de las
"Notas de viajes" de su aventura en motocicleta por América. Es
aterradoramente profética del curso violento que emprendería y el largo
rastro de sangre que dejará.

Su biógrafo Jon Lee Anderson escribe que Guevara encabezó "la nueva
política del Ejército Rebelde de 'justicia revolucionaria rápida',
forjándose simultáneamente una reputación de ferocidad e
implacabilidad". Anderson señala "el evidente celo calvinista que puso
el Che en la persecución de aquellos que se habían apartado del 'camino
correcto'". Lo que es más espeluznante es que ese celo terminó con
muchas vidas, algunas arrancadas por su propia mano, cientos, tal vez
miles, por órdenes directas del Ché, e incontables decenas de miles
alentadas por él.

El Che fue un severo partidario de la disciplina, incluso entre sus
propias tropas, y jugó un rol, ya fuera principal o secundario,en la
ejecución sumaria de al menos 21 personas en la Sierra Maestra; al menos
uno de su propia mano. Casi todas las víctimas eran campesinos de la
zona acusados de colaborar, generalmente como informantes, con el
ejército de Fulgencio Batista. Algunos eran voluntarios del ejército
rebelde que decidieron abandonar la lucha, ya que ésta se llevaba a cabo
bajo terribles condiciones y las tropas frecuentemente pasaban hambre
durante días. Algunos eran campesinos de la zona acusados de crímenes
que incluían desde merodear por el campamento o robar la comida
destinada a los rebeldes, hasta ofensas más graves como la violación o
el asesinato de pobladores de las zonas rurales. Todos, sin excepción,
carecieron del debido proceso legal y fueron ejecutados en el acto, a
veces por una orden del Che que parecía dar con indiferencia.

La tarea del verdugo

El mismo Che es testigo de esta falta de piedad en sus recuentos. En
enero de 1957, le escribió a su esposa de entonces, Hilda Gadea: "Aquí,
desde la manigua cubana, vivo y sediento de sangre escribo estas
encendidas líneas martianas".

Guevara sabía por su experiencia en Guatemala durante el golpe a Jacobo
Árbenz y por su autoeducación comunista que el terror era un componente
necesario en el establecimiento del orden revolucionario. Venía
preparado para la tarea de verdugo y en la Sierra Maestra se había
forjado como asesino en serie.

El 3 de enero de 1959, Fidel Castro nombró al Che Guevara comandante de
la imponente fortaleza de La Cabaña en La Habana. Construida en el siglo
XVIII cuando Cuba era colonia española, servía como prisión. El Che
también fue nombrado Juez Supremo de los Tribunales Revolucionarios que
comenzarían a funcionar allí.

Hasta entonces no había pena de muerte en Cuba, ya que el artículo 25 de
la Constitución de 1940 prohibía la pena de muerte excepto en casos de
traición militar. Ésta se había aplicado una sola vez a un espía alemán
durante la Segunda Guerra Mundial. Pero el 10 de enero de 1959 el nuevo
Consejo de Ministros Revolucionario modifi có la Constitución, ignorando
las cláusulas que gobernaban la enmienda constitucional, y el 10 de
febrero de 1959 promulgó una nueva Ley Fundamental. Estas maniobras le
otorgaron a la pena de muerte un viso de legalidad y permitieron su
aplicación retroactiva.

Proceder por convicción

Pronto, entre 800 y mil hombres fueron a parar a la prisión de La
Cabaña, cuya capacidad era sólo de 300 personas.Tenían que turnarse para
dormir y las condiciones eran atroces. La Comisión de Depuración que los
sometería a juicio empezó a funcionar las 24 horas. El Che nombró Juez
Comisionado de los Tribunales Revolucionarios a su ayudante Orlando
Borrego, a pesar de tener sólo 21 años y ser contador, sin ningún
entrenamiento legal o judicial. Se estableció un procedimiento
operativo: los jueces y fi scales designados se reunirían con el Che
antes del juicio para revisar los casos, decidirían la estrategia a
seguir y determinarían de antemano la sentencia de los prisioneros acusados.

En los juicios, no existían reglas básicas de jurisprudencia y se
tomaban las acusaciones del fiscal como pruebas irrefutables de
culpabilidad. Aunque el Che era jefe de los tribunales revolucionarios,
no asistía a los juicios; no quería malgastar su tiempo. En una
entrevista filmada, José Vilasuso, encargado de revisar y preparar los
expedientes de los acusados, narra como el Che le decía: "El oficial
investigador siempre tiene la razón y siempre tiene la verdad". Otros
subordinados en los tribunales han reportado que los amonestaba: "No
demoren las causas, esto es una revolución, no usen métodos legales
burgueses, las pruebas son secundarias. Hay que proceder por convicción".

También han testificado que los sermoneaba: "No hace falta hacer muchas
averiguaciones para fusilar a uno. Lo que hay que saber es si es
necesario fusilarlo. Nada más".

El Che presidía la Corte de Apelaciones. Tenía la última palabra sobre
la pena capital y sí presidía las vistas de apelación, conocidas como
"revisión de causa". Eran habitualmente muy cortas, a veces duraban sólo
minutos y no se conoce de que anulara una sola sentencia de muerte. Las
vistas casi siempre terminaban con el Che enviando al condenado a
ejecución inmediata. La Cabaña pronto se convirtió en la fábrica de
ejecuciones del nuevo gobierno revolucionario.

79 fusilamientos bajo órdenes directas

Los prisioneros aguardaban juicio escuchando el martilleo de la
fabricación de los ataúdes. Casi nunca podían despedirse de sus
familias, a quienes entonces no se les entregaba el cadáver y quedaban
sin poder celebrar un funeral.Los juicios, las vistas de apelaciones y
las ejecuciones, generalmente se llevaban a cabo tarde en la noche, con
frecuencia al amanecer, puesto que el Che creía que la gente era más
sumisa por la noche. Por todo el país se derrochó publicidad sobre los
juicios y ejecuciones.

Sobre el corto período durante el cual el Che estuvo a cargo de La
Cabaña (3 de enero al 26 de noviembre de 1959, con varios meses de viaje
intercalados), el proyecto Archivo Cuba ha documentado 79 fusilamientos
bajo las órdenes directas de Guevara. De enero a mayo de 1959, cuando el
Che estaba presente, suman 55. Durante los viajes del Che al extranjero,
desde el 4 de junio hasta el 8 de septiembre de 1959, hubo 18
fusilamientos, aunque se desconoce cuán involucrado estuvo en los
tribunales. Luego de su regreso a Cuba hubo siete fusilamientos entre el
8 de septiembre y el 26 de noviembre, cuando fue nombrado presidente del
Banco Nacional de Cuba.

Los informes sobre el número de fusilamientos en La Cabaña en 1959
varían ampliamente. Algunos estimados por parte de
historiadores,biógrafos y la embajada de Estados Unidos en Cuba citan
entre 200 y 700. Un abogado que trabajó en La Cabaña bajo las órdenes
del Che afirmó que al menos se habían llevado a cabo 600 fusilamientos
hasta finales de junio de 1959. Es probable que se refería a las
ejecuciones en toda Cuba, pero no queda claro. Archivo Cuba ha
documentado 954 fusilamientos en Cuba en 1959, de los cuales 628 habrían
ocurrido de enero a junio, 58 de ellos en La Cabaña.

Fusilar mientras sea necesario

Esta información no puede investigarse debidamente, ya que los registros
ofi ciales de Cuba no son públicos y no es posible el trabajo de campo
dentro de la isla. Los registros de Archivo Cuba sobre los casos
documentados han sido construidos con el testimonio de familiares,
testigos, informes publicados en los medios de difusión, listas sacadas
a escondidas de Cuba y otras fuentes secundarias que registran nombres y
circunstancias de muerte durante los primeros tiempos de la revolución.
Aunque no existe un conteo preciso, el hecho de que hubo muchos
fusilamientos en todo el país -y deliberadamente muy a la vista- es
indiscutible.

El Che también habló francamente a la comunidad internacionalsobre el
tema de los fusilamientos. En Naciones Unidas, en Nueva York, donde hizo
un discurso el 11 de diciembre de 1964, respondió a las insistentes
preguntas sobre las ejecuciones con su famosa declaración:
"Fusilamientos, sí, hemos fusilado, fusilamos y seguiremos fusilando
mientras sea necesario". Lo que no es tan legendario, pero resulta aún
más estremecedor, es que durante la Crisis de los Misiles en octubre de
1962, estuvo a favor de desencadenar la guerra nuclear para "construir
un mundo mejor" -supuestamente de las cenizas. Unas pocas semanas
después de la crisis, furioso por la "traición soviética" de haber
retirado los misiles, le dijo a un periodista británico que si los
misiles hubieran estado bajo controlcubano, ellos (los líderes) los
hubieran lanzado.

Es probable que nunca se conozca el número de víctimas del Ché. Mucha
gente murió en las incursiones guerrilleras que dirigió en el Congo y en
Bolivia, así como en revueltas y acciones violentas que planeó y
facilitó en América Latina. El sistema totalitario que ayudó a diseñar y
a imponer en Cuba ha costado, en las últimas cinco décadas, miles de vidas.

Una propuesta intransigente

Aparte de pisotear el derecho a la vida, el Che también abogó por
eliminar y reprimir muchos derechos fundamentales más. Su propuesta
intransigente exigía la subyugación de la población cubana.Torturar y
silenciar a opositores y disidentes constituía para él un elemento clave
del éxito. En 1959 le dijo al periodista cubano de izquierda José Pardo
Llada: "Hay que acabar con todos los periódicos, pues no se puede hacer
una revolución con libertad de prensa. Los periódicos son instrumentos
de la oligarquía".

Mientras que todo el mundo reconoce al Che, o a su famosa imagen en una
camiseta, sus víctimas permanecen prácticamente desconocidas.

Por regla general, los mataron en la flor de sus vidas y dejaron muchos
huérfanos. El dolor y la pena que causó el Ché vive en los corazones de
muchas almas anónimas que llevan una carga pesada con un silencio
traumático -un hijo que perdió a su padre, una madre que perdió a su
hijo, una esposa enlutada por el compañero de su vida y luchando por
criar sola a una familia.

Curiosamente, los mejores biógrafos del Che le han dedicado cientos de
páginas a la más pequeña minucia de su vida, mas sin embargo, es casi
nula la atención que le dan a sus víctimas. En su biografía del Che de
410 páginas, Jorge Castañeda dedica exactamente seis líneas a las
ejecuciones en la Sierra Maestra y 11 líneas a los fusilamientos en La
Cabaña, sin mencionar el nombre de ninguno de los individuos fusilados.
Con respecto a los detalles, esto es lo mejor que nos ofrece Castañeda
(p. 143): "Por muy justificadas que pudieran haber parecido estas
ejecuciones en la época, fueron llevadas a cabo sin respeto por el
debido proceso legal. Los estimados acerca de su número exacto varían…"

Sin garantías procesales

Lee Anderson es mucho más generoso con las ejecuciones en la Sierra
Maestra, extrayendo muchas citas del diario del Che. Menciona más de 20
casos, y muchos con detalles esclarecedores. Pero mientras su biografía
de 768 páginas dedica 27 páginas a la infancia y la adolescencia del Ché
y otras ocho páginas a su primer amor, sólo "cuatro páginas de todo el
libro hablan sobre los tribunales revolucionarios y los fusilamientos en
La Cabaña. Cuatro líneas adicionales dispersas por todo el volumen hacen
ligera referencia a los fusilamientos.

En su favor, hay que decir que Anderson escribe que el Che "como fiscal
supremo, cumplió la tarea con singular determinación y los viejos muros
de la fortaleza resonaban cada noche con las descargas de los pelotones
de fusilamiento". Además, expone la carencia de garantías procesales.
Aun así, expresa la idea, o por lo menos nunca la cuestiona, de que los
ejecutados eran criminales de guerra, torturadores y esbirros de la
dictadura de Batista.

En efecto, la ropa, el aspecto, los intereses arqueológicos, el asma, la
sexualidad o la correspondencia del Che con su familia, han provocado
más interés que las vidas que robó y el rastro de dolor que dejó en
angustiados familiares.

El libro Las Víctimas Olvidadas del Che Guevara se presentará el sábado
13 de diciembre a las 2:30 p.m. en La Casona (111 SW 5ta. Ave), sede del
Miami Hispanic Cultural Art Center, dentro del programa del Primer
Festival del Arte y la Literatura Independiente de Miami.

*María C. Werlau es directora ejecutiva de Archivo Cuba: Proyecto de
Verdad y Memoria.

Source: Las víctimas olvidadas del Che Guevara: ¿Cuántos fusilamientos
están documentados? | Café Fuerte -
<http://cafefuerte.com/cuba/19698-las-victimas-olvidadas-del-che-guevara-cuantos-fusilamientos-estan-documentados/>

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