Se está haciendo habitual negar asistencia médica en Cuba
[06-11-2014 22:41:18]
Raúl Lázaro Fonseca Díaz
Periodista Independiente
(www.miscelaneasdecuba.net).- Tanto por mecanismos burocráticos como por
la poca motivación que tienen para trabajar, muchos galenos niegan la
asistencia o proceden sin responsabilidad ante dolencias que deben ser
tratadas con urgencia provocando desde lesiones irreparables hasta la
muerte de los pacientes.
"El 15 de octubre en el Hospital Clínico Quirúrgico "Lucia Iñiguez
Landín" de la Ciudad de Holguín se me realizó una laparoscopia, para
tomarme muestras del hígado. A los tres días comenzó a supurarme humor
sanguinolento. De la herida que practicaron para ese examen el dolor era
insoportable. Llamé al hospital y una doctora me dijo que una vez
practicada la prueba la institución no tenía que ver con los efectos que
provocaba la misma, que buscara un cirujano en otro hospital.
El día 19 fui al Hospital Vladimir I Lenin y en la sala de Poli
traumatizado, la cirujana de guardia me indicó que tenía que ir al
hospital donde se me había practicado el examen y me recetó antibióticos
sin mirarme la herida. Al final me fui para el Clínico Quirúrgico que
está a una veintena de kilómetros de mi casa" _ cuenta Dexter Pérez, de
45 años de edad.
Julia Díaz, anciana octogenaria, resbaló con chapapote en la avenida
habanera Monte, fracturándose los huesos de la muñeca. Fue llevada a la
sala de Poli traumatizado del Hospital "Calixto García Iñiguez" donde
fue atendida. Su brazo fue enyesado, pero el "seguimiento" lo debía
seguir en el policlínico Plaza, que es el área de salud donde reside.
Una vez en esta institución el ortopédico no la atendió. Según el galeno
el "seguimiento" se lo debe dar a un paciente el hospital donde se
atendió por primera vez. A la anciana debió hacérsele una radiografía
para ver cómo iba el proceso de soldadura de sus huesos, pero según
palabras del especialista en traumatología que la trató en el Hospital
"Calixto García", la salubridad cubana es gratuita pero cuesta. Cuando
sus familiares "resolvieron" que se le practicara en otro Policlínico ya
no había remedio, los huesos se habían soldado mal, debía recurrir a una
cirugía que llevaba fijadores externos, un tratamiento cuyos resultados
se comienzan a apreciar después de tres años.
Carlos Arnaud, septuagenario residente en el municipio 10 de Octubre, La
Habana, resbaló muy temprano en la mañana en el comedor de su casa
dándose un fuerte golpe en la cabeza al chocar con el refrigerador
situado en el mismo. Fue llevado al Policlínico más cercano de su
vivienda llamado "Luis de la Puente Uceda" a donde fue remitido al
Hospital "Miguel Humberto Enríquez Espinosa", antigua clínica
Dependiente y de allí a la sala de Poli traumatizados del Hospital
"Calixto García", donde permaneció por más de cuatro horas acostado
sobre una camilla en el pasillo que lleva a las consultas sin que lo
atendiera. Sobre las tres de la tarde le practicaron una tomografía,
detectándose que sufría un accidente vascular encefálico pero como no
había "criterio quirúrgico" debía regresar al Hospital "Miguel
Enríquez", traslado que se efectuó sobre las ocho de la noche de ese
mismo día. Pero sorpresa, el Cuerpo de Guardia del Hospital "Miguel
Enríquez" se encontraba colapsado pues la cantidad de pacientes que
llegaban al mismo, remitidos por otras instituciones era muy superior a
la de camas. Al escándalo descomunal de parientes y vecinos del Sr.
Arnaud, la responsable del hospital en aquellos momentos accedió a
ingresarlo en la sala de terapia intermedia, "lugar inadecuado" pues
realmente por las heridas sufridas en el cráneo y cara así como en otras
partes del cuerpo más el accidente vascular encefálico era el paradigma
de un paciente poli traumatizado. Si bien los traslados de una
institución a otra se efectuaron en ambulancias, el vía crucis duró más
de 12 horas.
Cada vez quedan menos especialistas en los hospitales cubanos. La
emigración masiva, el traslado a otros puestos de trabajo y países donde
ganaran "más", hace que la cantidad de galenos sea escasa.
Un traumatismo es una situación con daño físico al cuerpo. En medicina,
sin embargo, se identifica por lo general como paciente traumatizado a
alguien que ha sufrido heridas serias que ponen en riesgo su vida y que
pueden resultar en complicaciones secundarias tales como shock, paro
respiratorio y muerte. Si bien la llegada de pacientes poli
traumatizados a los hospitales de la Isla ha aumentado notoriamente en
los últimos tiempos por caídas de adultos mayores, golpizas en riñas
callejeras, accidentes del tránsito, etc, esa nos razón para que los
pacientes, por procedimientos burocráticos, sean desviados a
instituciones que no disponen ni de los especialistas ni de los recursos
para ser tratados.
A Dexter Pérez todavía le supura la herida y el dolor insoportable que
ha sufrido todos estos días, según sus palabras, lo va a llevar a la
locura. La mano de la octogenaria Neda Díaz quedó inutilizada de por
vida pues con esa edad no quiere operarse. En cuanto al sr. Carlos
Arnaud, un mestizo de cerca de dos metros de altura que según sus
familiares no había padecido ni de dolores de cabeza, falleció a las 48
horas de haber comenzado su periplo por instituciones de salud, todo por
obra y gracia de la apatía de algunos galenos y de la burocracia
existente en "la potencia médica mundial".
Source: Se está haciendo habitual negar asistencia médica en Cuba -
Misceláneas de Cuba -
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/Article/Index/545beafe3a682e1ab4f05d4e#.VFyzZ_nF9HE
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