Reciclaje: aprendizaje de una cultura
noviembre 7, 2014
Elvira Pardo Cruz
HAVANA TIMES — Es indiscutible que la cultura del reciclaje para los
cubanos no existe, a pesar de la existencia de la Ley 1288 de 1975, que
obliga a todas aquellas personas jurídicas, que generan desechos en sus
procesos productivos o de prestación de servicios, que no vayan a ser
reutilizados por ellos mismos a entregarlos al reciclaje.
La política de reciclaje, aprobada por el Consejo de Ministros el 22 de
diciembre del 2011, para la implementación de los Lineamientos aprobados
por el VI Congreso del Partido Comunista de Cuba, específicamente el
número 235, plantea: "Promover la intensificación del reciclaje y el
aumento del valor agregado de los productos recuperados, priorizando
actividades de mayor impacto económico con menos recursos y su
recapitalización, según las posibilidades de la economía", todo ello es
una cuestión aún no resuelta.
Ahora bien, está legislado para las empresas estatales, aunque apenas se
cumple, ¿Cómo educar a la población en la correcta recuperación de
materias primas?
Concientizar a las personas, a los directivos de las empresas estatales
o particulares, sobre la dimensión económica y medioambiental que
propicia la recogida de desechos recuperables en estos tiempos, pudiera
garantizar que no lleguen a los contenedores de basura y luego a los
vertederos. Esto va en detrimento del beneficio económico que pudiese
aportar al país y la eliminación de las grandes acumulaciones de basura,
problema actual de la sociedad.
La ¿industria del reciclaje? cubana, tiene como primer eslabón para la
recuperación de materias primas, aunque parezca absurdo, los potes de
basura, aunque el ciclo de recogida debe comenzar desde el propio hogar,
al no depositar todo en una misma bolsa.
La consecuencia directa es que algunas personas, recojan en los
contenedores de basura todo cuanto pueda ser vendido en las casas
creadas para este fin. Estamos ante el fenómeno llamado buzo, ellos
resuelven aparentemente su economía realizando esta tarea, en detrimento
del aseo urbano y su propia salud.
En algunos casos, socialmente considerados entes marginados, pues son
discapacitados mentales o personas adictas al alcohol, en otros, poseen
escasos recursos económicos, sus pensiones no alcanzan para satisfacer
las necesidades lógicas del ser humano. No hay distinción de sexo, ni
edad para ello, sólo la remuneración monetaria hace que salgan en busca
de botellas de vidrio o plástica, latas, cartones y papel, para luego
vender en las casas de compra.
En los vertederos, también son recogidas estas materias primas,
lastimoso es ver cómo libros útiles para estudiantes son enviados al
proceso de reciclaje.
Otra debilidad del proceso es que la Unión de Empresas de Recuperación
de Materias Prima no posee la infraestructura necesaria para la
transportación, tratamiento y procesamiento de estos materiales.
Intentos para el desarrollo de una política del reciclaje y cuidado
medioambiental han sido promovidos en el país, la creación del
Movimiento Pioneril Recuperadores del Futuro o las campañas
desarrolladas a través de los CDR (Comités de Defensa de las
Revolución), han contribuido de alguna manera en este empeño.
Recientemente, el proyecto "Gestión sostenible de residuos para una vida
mejor – REVIME", promovido por la Región Campania, el Consorcio Bacino
Salermo, de Italia, en colaboración con la Oficina del Historiador de la
Ciudad y co-financiado por la Unión Europea, promovió la recogida de
papel, cartón, plástico, aluminio y metales no ferrosos de forma
adecuada, en el Centro Histórico de la Ciudad.
Debería ser un reto para la sociedad cubana la educación sobre ¿Qué es?
y ¿Por qué es importante la cultura del reciclaje?, pues formamos parte
de esta aldea global.
Source: Reciclaje: aprendizaje de una cultura - Havana Times en español
- http://www.havanatimes.org/sp/?p=100566
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