¿Dónde están los cubanos?
ALICIA FERNÁNDEZ | La Habana | 10 Nov 2014 - 8:24 am.
Congrí salvadoreño, Randy Alonso en un Mercedes Benz, el paraíso en
Corea del Sur y la gran subasta del Mariel: un día en la Feria
Internacional de La Habana.
Randy Alonso sonríe mientras la gente lo mira y le tira fotos. El grupo
de curiosos crece ante el stand de la Mercedes Benz. Roberto y Mario
están entre los espectadores.
Una mujer a sus espaldas pregunta: "¿La mesa redonda da pa tanto?".
Roberto le responde: "Al menos da para estar del lado de allá del cordón".
"Se cree una estrella", le comenta Roberto a Mario mientras salen del
pabellón de Alemania, "sí, pero la verdad es que es que es un esclavo
que en vez de trabajar en el barracón, trabaja en la cocina".
Ya era mediodía y ellos que creían haber visto lo suficiente para una
mañana de Feria, fueron a comprar comida.
Habían pasado por el pabellón de Venezuela, el único donde, por
cuestiones de seguridad, era necesario hacer cola para pasar. Adentro,
un lugar diseñado con fondos blancos y anuncios sobre acrílicos, se
mostraba tecnología venezolana, velas manufacturadas, cosméticos,
textiles. Mario fue adonde la gente se aglomeraba más y descubrió que la
marca Cerelac existía desde, según su expositora, "más de 30 años", pero
a él le recordaba la década del 90 y la papilla cementosa que sustituyó
comidas.
El espacio de la Federación Rusa les recordó la iglesia ortodoxa de La
Habana Vieja. Todo el vacío y las dimensiones proponían solamente
maquinaria pesada. Argentina, lo mismo. Máquinas agrícolas, remolques,
insecticidas. Y ni un solo guajiro cubano viendo sus posibilidades de
negociar.
El espectáculo de este pabellón lo daba la marca Siepla, "una industria
para la industria del plástico". La gente estaba expectante porque
creían que iban a regalar pozuelos plásticos, pero a la misma vez
parecían encantados con las diferencias entre los que la industria
clandestina cubana produce y comercializa en la calle y lo que salía de
la máquina aquella.
En el stand de El Salvador repartieron comida. "¿Qué es?", pregunta
Roberto a un desconocido. "Congrí con picadillo", responde el tipo
mientras tira fotos a la cola. "¿Y para eso la gente hace esta cola?",
se extraña Roberto porque la cantidad tampoco invita al sacrificio.
"Ah, pero imagínate, es congrí salvadoreño".
"¿Un pan con lechón a 20 pesos?", se escandaliza Mario y decide que es
mejor comprar algo en divisa para almorzar. Pero la divisa esta igual de
sobrevalorada. La mitad de un sandwich: 1,75 CUC. Un muslo con
contramuslo de pollo con tres pedazos de boniato frito, 3,50 CUC. Un
plato más elaborado, de 5 CUC en adelante. Las aguas y las bebidas, más
de 0,55 CUC.
"Desengáñate, la Feria no está pensada para nosotros. ¿Tú no querías
venir? Pues aquí estamos", empieza Mario con su cantaleta. En eso pasan
dos mujeres de tacones y jeans muy ajustados. Mario ataca: "¿Pero como
pueden caminar sobre este piso?"
Basta con seguirlas con la vista, ver las señas que intercambian con
algunos expositores para saber que la Feria es una oportunidad para la
inversión extranjera.
"Bueno, está bien. Esta es la Feria de lo que nunca tendré, pero a mí me
gusta mirar como al resto", riposta Roberto para retomar la conversación
porque a él no le interesa lo que hagan aquellas mujeres con su cuerpo.
Cerca del paraíso
Caminan al pabellón de Brasil. Chancletas "havaianas", diseños
Picadilly, duchas con 12 años de garantía, lozas para suelos, cocinas y
baños de lujo, casi todas comercializadas en Palco.
Roberto ve como una mujer negra pide que le regalen un estuche de tinte
rubio de la marca Realcetom. No le servirá de nada, pero ella casi
suplica. El expositor la ignora. Roberto para vengarse le pregunta en
alta voz. "¿Pero Brasil no es famoso por los productos para negras y
mulatas? ¿Cómo es que hay tanto pelo lacio en su propaganda? ¿Y esto se
vende en Cuba?"
"Sí, señor, todos estos productos se comercializan en Palco y hay para
todos", fue lo que recibió por respuesta.
Otra vez Palco. La cadena de servicios que incluye centros de belleza,
centros comerciales y turísticos y que no tiene ningún establecimiento
en el centro de la ciudad. Todo Palco está entre Miramar y Santa Fe. Sus
precios son elevadísimos y sus ofertas mucho más diversas que en las
demás cadenas de tiendas.
Mientras, en el stand contiguo un peluquero aplicaba el tratamiento de
keratina de la marca Desirius a dos afortunadas que habían logrado
alcanzar turnos.
Pero el paraíso lo anunciaban en Corea del Sur. "Allí es donde todos
quieren ir porque estan repartiendo cosas", dice una muchacha que los ve
con cara de decepción.
Y es verdad. Los coreanos parece que ríen constantemente. No se sabe si
es burla por la desesperación de la gente que trata de alcanzar las
galletas o los sellos; o es únicamente cortesía. En lo que parece el
futuro, la Samsung permite que manipulen algunos de sus equipos y
comparte aplicaciones; la LG conmina al escándalo promocionando equipos
de música; las mujeres aprovechan y se fotografían con lavadoras
modernas detrás; la gente cree reconocer a algunos de los protagonistas
de los culebrones coreanos que circulan de dvd en dvd; y la robótica
acapara la atención de todo el que llega. Corea se vende moderna,
paradisíaca.
Cuba se reduce al Mariel
"Increíble: Cuba se reduce a un pabellón", dice Mario subido en una
rampa del pabellón principal.
"No seas venenoso, niño", le rectifica Roberto, ", que este es el
pabellón mas grande de todo Expocuba".
"Sí, pero así y todo, el sistema empresarial de un país no debería caber
en tan poco espacio", Mario no se conforma.
Desde donde están se ven las marcas de siempre: Cubaníquel, Havana Club,
Ciego Montero...
La gran promesa de este espacio eran las wifi que permitían conectividad
interna y cercana al stand que emitía la señal. Havana Club para
descargar gratis Andriod App Havana Coctel; o la empresa Geocuba que
propuso Andariego, un mapa interactivo que llega tarde a los teléfonos
cubanos. Isla adentro, una iniciativa privada con las mismas
características, aunque no tuvo espacio en la Feria, ya anda circulando
de móvil a móvil.
Las demás redes estaban bloqueadas (Feria virtual, icewach,
wifi_etecsa_fihav), incluyendo la UCI, que no tenía nada que ofrecer.
"Esta feria, tal como salió en el periodico, parecía la gran subasta del
Mariel", Mario ha seguido los periódicos.
"La palabra 'oportunidades' tan recurrente en la prensa hace pensar que
Cuba se vende barata. Al menos la mano de obra sí va a ser muy barata."
El Granma del martes 4 de noviembre anuncia que "246 proyectos con un
monto de 8.700 millones de dólares conforman la cartera cubana"
Y el miércoles 5, el titular de Juventud Rebelde era "Mariel está en
Expocuba". Y anunciaba como una avalancha de 36 países gestionaba su
establecimiento en la Zona Especial de Desarrollo. Y ya que la geografia
cubana ha cambiado tanto y el Mariel no está en Artemisa sino en la
Habana, ¿dónde estará la Habana? ¿Dónde estarán los cubanos?
Lo que se ve en Expocuba es el mismo cuadro deprimente de siempre.
Propagandas que aseguran saber qué es realmente una revolución y qué no
lo es, diseños viejos, imágenes gastadas y obsoletas. Empresarios que no
son empresarios, sino cuadros que no deciden y nada más que obedecen. Y
las mismas propuestas de un Estado que cree sabérselas todas, y que no
propone nada nuevo ni inclusivo, que no abre puertas a los pequeños
empresarios, sino que acapara dinero, gestiones, contactos y propiedades.
Source: ¿Dónde están los cubanos? | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1415557444_11194.html
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