Cartas al New York Times sobre el canje de Gross por espías cubanos
Los investigadores William Leogrande y Peter Kornbluh afirman que hay
precedente histórico para un intercambio de ese tipo.
Martinoticias.com
noviembre 06, 2014
En su sección de cartas al editor, el New York Times publica el jueves
dos correspondencias en relación con el editorial del 3 de noviembre
bajo el título "Un intercambio de prisioneros con Cuba", firmada la
primera por Arte Heitzer, presidente del subcomité de Cuba de la
Asociación Nacional de Abogados, y la segunda, por los escritores
Willian Leogrande y Peter Kornbluh, coautores del libro "La Historia
Oculta de las negociaciones entre Washington y La Habana".
Para Heitzer, el editorial apunta hacia una solución razonable a un
obstáculo importante en la normalización de las relaciones de Estados
Unidos con Cuba, pero según escribe a continuación, "no mencionó algunos
hechos clave". A pesar de las referencias a los "espías cubanos
convictos", destaca Heitzer, "el juicio de siete meses de estos agentes
cubanos no presentó pruebas de que habían obtenido alguna información
clasificada".
Heitzer saca a relucir la versión cubana de que su misión principal era
controlar y prevenir el terrorismo planeado por exiliados en Miami
contra Cuba, y cita al periodista canadiense Stephen Kimber, quien en un
libro sostiene que "ninguno de los cinco hombres fueron acusados de
espionaje real (ya que no tenían información clasificada), aunque el
jurado de Miami los declaró culpables de una" conspiración ", o un plan
para cometer espionaje".
La carta de Heitzer concluye con un argumento de Joe Whitley, quien fue
consejero general para el Departamento de Seguridad Nacional: "Ellos
vigilaban figuras como Orlando Bosch, a quien se le dio refugio seguro
en los Estados Unidos por más de 20 años hasta su muerte en 2011".
Por su parte la carta de los investigadores Leogrande y Kornbluh
comienza señalando la ausencia de un componente crucial para que pueda
llevarse a cabo un intercambio de prisioneros entre los tres espías
cubanos y el subcontratista Alan Gross: "el precedente histórico para un
intercambio de este tipo".
"Dos ejemplos de intercambios de prisioneros entre Estados Unidos y Cuba
son particularmente relevantes. En 1963, el presidente John F. Kennedy
liberó un cubano condenado por disparar accidentalmente y matar a una
niña de 9 años de edad, y puso en libertad a otros tres cubanos que
habían sido arrestados por cargos de conspiración para cometer actos de
sabotaje en Nueva York".
Ambos cuentan que la respuesta de Cuba no se hizo esperar e
inmediatamente "liberó a más de dos docenas de ciudadanos
estadounidenses encarcelados en las cárceles cubanas, acusados de
actividades contrarrevolucionarias, entre ellos, un equipo de tres
agentes de la CIA capturados cuando intentaban plantar técnicas de
escucha en un edificio en La Habana".
Asimismo, Leogrande y Korbluh recuerdan como en septiembre de 1979, el
presidente Jimmy Carter aceptó un pedido de clemencia del Departamento
de Justicia y liberó a tres nacionalistas puertorriqueños, entre ellos
Lolita Lebrón, quien había sido condenada por abrir fuego dentro del
Congreso, hiriendo a cinco legisladores. Como parte de un "intercambio
humanitario" no declarado, negociado tras bambalinas, 11 días después
Fidel Castro liberó a cuatro agentes de la CIA. Y concluyen: "Obama
debería tomar nota y actuar con determinación y por el bien de los
intereses nacionales, para traer de regreso con su familia al
estadounidense encarcelado".
Los escritores son co-autores de "Volver Canal de Cuba: La Historia
Oculta de las negociaciones entre Washington y La Habana."
Source: Cartas al New York Times sobre el canje de Gross por espías
cubanos -
http://www.martinoticias.com/content/mas-editorial-nyt-intercambio-gross-espias-cuba-/79206.html
No comments:
Post a Comment