Monday, August 25, 2014

El gobierno quiere más chivatos

El gobierno quiere más chivatos
Una reciente resolución del Ministerio de Justicia de Cuba incrementa el
papel de la delación
lunes, agosto 25, 2014 | René Gómez Manzano

LA HABANA, Cuba.- El periódico "Juventud Rebelde" del pasado sábado
publica una información bajo el título "Abogados, notarios y consultores
jurídicos a la detección de posibles delitos". Según plantea la nota,
los mencionados profesionales cubanos "están en la obligación 'de
reportar las operaciones que puedan presumirse de lavado de activos,
financiamiento al terrorismo, proliferación de armas y otras
relacionadas de similar gravedad que conozcan por razón del ejercicio de
sus atribuciones y obligaciones'".

Lo primero a señalar es que hasta hoy no ha resultado posible consultar
el texto íntegro de la Resolución número 175 de 2014 de la Ministra de
Justicia, que establece esas reglas. La versión impresa de la Gaceta
Oficial de la República salía religiosamente cada día —como cualquier
periódico que se respete— durante el período que nuestro pueblo, de
manera sarcástica, denomina "la Época de los Malos". Ahora acumula un
atraso de muchas semanas.

Por otra parte, quien intente entrar al sitio www.gacetaoficial.cu, verá
un cartel: "Se encuentra en mantenimiento". La última prueba de
consultar el sitio tuvo lugar el viernes último. Mi colega agramontista
René Lázaro López Benítez, que realiza una meticulosa labor de monitoreo
de ese portal, me informa que esa situación se mantiene desde el 20 de
junio; es decir, hace la friolera de dos meses.

La única versión con la que contamos es —pues— la del mencionado "diario
de la juventud cubana". Hechas esas salvedades, se imponen algunas
preguntas:

¿Este descarnado intento de incrementar el cuerpo nacional de delatores
con los aludidos profesionales del derecho tiene algún viso de
legalidad? ¿Las facultades reglamentarias que otorgan los cuerpos
legales que invoca la Resolución facultan a dictar una medida de ese tipo?

Se supone que si algún alto funcionario del gobierno comunista debe
interesarse por esas interrogantes es quien encabece el Ministerio de
Justicia. Según la Ley, su función primordial es la de servir como gran
asesor jurídico del Estado Cubano. Pero ya se sabe que la ciencia del
derecho no despierta especiales simpatías dentro del castrismo. ¿La
increíble consigna "¿Abogados para qué?" no fue enarbolada en su momento
por el mismísimo fundador de la dinastía pese a su condición de graduado
en leyes?
Si la estudiamos a la luz de los principios históricos del ejercicio de
la profesión legal y de los documentos internacionales que regulan su
práctica, la nueva Resolución no resiste el menor análisis. El secreto
entre el abogado y su cliente constituye el basamento mismo de la
relación entre ambos: el sentido de la actuación del primero es hacer
uso de su conocimiento de la Ley para alertar a su patrocinado sobre las
posibles consecuencias jurídicas de sus actos; no para delatarlo ante un
órgano estatal.

Incluso en el derecho cubano esa peculiar naturaleza de los vínculos
jurista-usuario había sido respetada hasta ahora. La Ley de
Procedimiento Penal exime a los abogados de denunciar y de declarar como
testigos; el código de trámites civiles, al dispensar de esa obligación
a todo el que tenga interés directo en el pleito, establece en esencia
lo mismo. La Ley Procesal Penal Militar contiene disposiciones análogas.

Por su parte, la legislación criminal, que castiga el incumplimiento del
deber de denunciar, excluye de ser penados por ese concepto a los
hombres de leyes involucrados. Es verdad que todo lo anterior está
previsto también para los parientes cercanos, aunque ello no impidió que
en la tristemente célebre Causa número 1 el general Patricio de la
Guardia fuese sancionado por no informar sobre los malos manejos en los
que andaba su hermano gemelo Tony.

Pero hasta el momento se había respetado la actuación de los letrados en
sus relaciones con los clientes. Ahora se enturbia esa faceta del
trabajo jurídico. Como la decisión ha sido firmada por una colega, cabe
aplicar el refrán: No hay peor cuña que la del mismo palo. Los
potenciales usuarios no verán ya en el jurista al profesional que puede
asesorarlos con acierto y guiarlos por el laberinto de las disposiciones
legales, sino a un vulgar soplón encargado de denunciarlos.

Una de las características del actual régimen ha sido su constante
encumbramiento de la delación. La más nutrida "organización de masas"
creada por el régimen —los Comités de Defensa de la Revolución— surgió
con el deliberado propósito de vigilar a los vecinos desafectos e
informar sobre su conducta, tal y como anunció el Máximo Líder en el
mismo discurso en el que lanzó la idea.

Por su parte, en los seriales policiacos cubanos también se enaltece la
labor del confidente como bastión fundamental en la lucha contra el
delito. Pero la reciente Resolución de la Ministra de Justicia conduce a
nuestro país hacia nuevas cumbres de chivatería.

Source: El gobierno quiere más chivatos | Cubanet -
http://www.cubanet.org/opiniones/el-gobierno-quiere-mas-chivatos/

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