Doble carril para la Unión Europea
La polémica decisión encuentra enfrentados a dos grupos de opiniones
hacia el interior de la isla y también en el exilio. Los que creen que
luego de veinte años, es hora de buscar nuevas alternativas. Los que
opinan que mover la "posición" es hacer un servicio al viejo régimen...
Julio Aleaga Pesant
febrero 12, 2014
La Habana, miércoles 12 de febrero de 2014. La Unión Europea acaba de
cambiar el procedimiento en su trato con la dictadura militar que
simboliza la familia Castro Ruz. Mantiene la Posición Común y autoriza a
la Comisión Europea y a la Alta Representante para Asuntos Exteriores y
Política de Seguridad, Catherine Ashton, a iniciar negociaciones sobre
las disposiciones de un acuerdo de diálogo político y cooperación entre
la Unión Europea, sus estados miembros y el gobierno cubano.
La polémica decisión encuentra enfrentados a dos grupos de opiniones
hacia el interior de la isla y también en el exilio. Los que creen que
luego de veinte años, es hora de buscar nuevas alternativas. Los que
opinan que mover la "posición" es hacer un servicio al viejo régimen.
Mientras, una tercera opinión pudiera entrar en la polémica. Las
relaciones deben ser de doble carril. Uno hacia el gobierno. Otro hacia
la sociedad civil alternativa. De no ser así, la UE abandonaría los
valores que en los últimos sesenta años enarbola como política exterior.
Sin entrar en el juego político de la declaración del vice canciller
Rogelio Sierra Díaz, de que Cuba "considerará" la invitación, que en
términos diplomáticos se traduce como, no tengo apuro en oír lo que me
quieres decir, algo demasiado presuntuoso, para un gobierno para el cual
la crisis económica y la pobreza de la población es noticia diaria, y
según se ufana, trata de modernizar el modelo y adecuar a la sociedad a
los nuevos tiempos.
El Licenciado Sierra Díaz, es el mismo funcionario que voló a Panamá, a
mediados del año pasado, para evitar la revisión del buque norcoreano
Chong Chon Gang, que transportaba en sus bodegas armamento ofensivo
cubano, incluyendo aviones de combate.
El gobierno comunista se encuentra dividido entre el búnker y los
reformistas. Y es apreciable saber que para los primeros, el paradigma
de plaza sitiada y aislamiento total es su espacio por excelencia.
Mientras, para los reformistas la internacionalización de las relaciones
del estado y la sociedad son el paso necesario para obtener los fondos y
ayudas necesarias para seguir adelante.
Es ese uno de los prismas con que se debe observar la nueva decisión de
la UE.
En los últimos veinte años, sus embajadas en La Habana, vieron
boicoteados sus esfuerzos de comunicarse con el Estado y sus
instituciones, lo que impedía en gran medida el desarrollo de políticas
serias y fructíferas entre ellos y el gobierno y la sociedad cubana. Ahí
es donde apunta la nueva decisión y el búnker lo sabe y por eso trata de
no darle importancia.
No obstante hay una pauta que no debe olvidarse en momentos de clímax en
la realidad nacional. Los miembros de la UE deben tratar con el gobierno
y con la sociedad civil. Y en estos momentos son muy pocos los países
del viejo continente que mantienen un diálogo fluido con las fuerzas
prodemocráticas.
Adelantan el paradigma del doble carril, con estrechos nexos con la
oposición democrática, los gobiernos de Chequia, Suecia, Polonia,
Holanda y en menor medida España, Estocolmo, Praga y Ámsterdam,
mantienen una sólida relación con personalidades y organizaciones
prodemocráticas, por lo que la actual decisión de la UE, permitirá
aumentar su espacio de acción en la sociedad cubana.
Los países concentrados en las relaciones con el gobierno, aunque tienen
canales abiertos con los demócratas son Francia, Hungría, Italia y
Alemania. Estos cuatro países tuvieron en el pasado posiciones mucho más
comprensivas y activas con la oposición democrática, pero ese trabajo
disminuyó con la definición de sus intereses económicos en la isla y el
aumento de la presión del gobierno cubano sobre sus misiones
diplomáticas, con el fin de que no las recibieran, ni las invitaran a
actividades públicas.
Los miembros de la UE que sostienen lazos exclusivos con el gobierno,
son las Embajadas de Austria, Bélgica, Eslovaquia, Portugal, Grecia,
Rumanía e Inglaterra. Estas misiones rechazan cualquier nivel de diálogo
con la oposición, y es poco probable que la actual medida mejore su
participación en la construcción democrática nacional.
Una nota importante es que al menos seis países no mantienen legaciones
en La Habana. Ellos son los Estados pribálticos (Lituania, Estonia y
Letonia), miembros de la Unión Europea, no tienen representación en La
Habana, al igual que Finlandia, Dinamarca y Eslovenia. Algunos de ellos
tienen embajadores concurrentes en México y Estados Unidos, por lo que
el contacto con la sociedad civil y los problemas insulares son cero.
No es secreto entonces que la decisión de la UE de abrir un nuevo marco
negociador, es un espaldarazo a los reformistas dentro del gobierno,
aunque plantea muchas interrogantes. Para las fuerzas prodemocráticas es
otra oportunidad que se debe aprovechar para la modernización del país y
para terminar con el aislamiento en el que también se siente el búnker.
Source: Doble carril para la Unión Europea -
http://www.martinoticias.com/content/doble-carril-para-unione-europea/31979.html
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