Alfy el conciliatorio
¿Concedería el magnate Fanjul, más derechos y mejores condiciones a los
trabajadores cubanos que a los dominicanos?
viernes, febrero 14, 2014 | Luis Cino Álvarez
LA HABANA, Cuba – Recientemente, el magnate azucarero Alfonso Fanjul
–"Alfy como cariñosamente lo llaman sus parientes, amigos y guatacas– ha
defendido su postura de suavizar la mano con el régimen cubano y hasta
se ha mostrado favorable a invertir en Cuba si se dan las condiciones
adecuadas para ello.
Alfy Fanjul no explicó cuáles serían estas condiciones adecuadas, pero
seguramente no tienen mucho que ver con las libertades políticas y el
respeto a los derechos humanos, sino más bien con las leyes
norteamericanas que prohíben hacer negocios con Cuba –aunque ciudadano
español, Alfy es residente en los Estados Unidos- y las garantías que le
den las siempre imprevisibles autoridades cubanas para invertir su
dinero que tanto sudor le ha costado…a los que trabajan para él.
Durante varias décadas, los Fanjul, una de las familias más acaudaladas
de la época pre-revolucionaria y luego del exilio, contribuyeron con su
dinero a hacer inamovible el embargo -¿o preferirá ahora Alfy que lo
llamemos bloqueo?-, pero ahora Alfonso Fanjul, pragmático como es, está
a favor de que lo levanten.
Alfy Fanjul ha viajado a Cuba en dos ocasiones, en abril de 2012 y
febrero de 2013, como integrante de una comisión de la Brookings
Institution para verificar in situ la marcha de las reformas raulistas
que la Cuba oficial llama "actualización del modelo económico". Y de
paso, a emocionarse y echar unas lagrimitas por la mansión familiar
confiscada que vaya usted a saber en qué la convirtieron los que la
confiscaron, tan chambones y faltos de clase y de buen gusto como son
Parece que para Alfy, luego de sus reuniones con el canciller Rodríguez
Parrilla, el zarévich Marino Murillo y otros funcionarios, los
remiendos, los lineamientos y los timbiriches, están OK, con todo y su
lentitud, porque muestra bastante disposición a invertir algunos de sus
millones en Cuba.
Los antecedentes de los Fanjul, tanto cuando estaban en Cuba como luego
en el exilio, no preocuparán demasiado a los mandarines de verde olivo,
siempre tan dialécticos a la hora de hacer negocios, pero respecto a los
cubanos de a pie, que pondrán eventualmente su mano de obra barata, es
como para asustarse con lo que se nos viene encima.
A los hermanos Fanjul, propietarios de Florida Crystal Sugar, las
organizaciones ambientalistas los acusan de la devastación causada al
ecosistema de los Everglades por el uso indiscriminado de fertilizantes.
Sus compañías en el estado de la Florida y en la República Dominicana
han sido acusadas reiteradamente de violar los derechos de sus trabajadores.
Eso y más, en cuanto a contaminación y abusos con los trabajadores,
podemos esperar en Cuba cuando los barones del azúcar, se suban al tren
de los cambios raulistas sin libertades políticas que tan
pragmáticamente propugnan ciertos empresarios cubano-americanos que
hablan de reconciliación nacional mientras sacan cuenta de sus futuras
ganancias.
¿Acaso alguien espera que Fanjul pagaría más y concedería más derechos y
mejores condiciones laborales a los trabajadores cubanos que a los
dominicanos o a los de la Florida, si es que los de aquí, gracias a los
segurosos y a la CTC, no tendrían derechos, no digamos a huelga, ni
siquiera a crear sindicatos que defiendan sus reclamos? Ya me los
imagino trabajando por 40 dólares al mes, con una semana de vacaciones
al año, y diciendo que están bien, porque después de todo, el Estado les
pagaba la mitad…
Tal vez el régimen cuente con el concurso de los Fanjul para revivir la
industria azucarera, que luego del desmantelamiento de la mayoría de los
centrales del país, no es capaz de producir una tonelada de azúcar más
que hace 115 años.
Evoco la posibilidad de que vuelvan los Fanjul, y de acuerdo a lo que
han demostrado hasta hoy, ya siento chasquear el cuero de los mayorales
en los cañaverales. Luego nos dirán que hubo que ser duros para meternos
en cintura, porque el comunismo nos había vuelto indisciplinados y
haraganes. Nos explicarán que fue preciso sonar el cuero para que
volviera a haber azúcar, y por tanto, que hubiese país. Dirán que eso
también fue hacer patria. Y hasta tendremos que agradecer a los nuevos
manengues por su pacto con los mayimbes del castrismo revisado y corregido.
Ojala que a la hora de reclamar sus propiedades en Cuba, los Fanjul sean
tan conciliatorios y comprensivos con sus compatriotas más humildes como
lo han sido con el régimen que ayer los echó a patadas de su país.
Cuando digo sus propiedades, me refiero a las que aun existen. Con los
centrales convertidos en chatarra y las tierras cubiertas por el agua de
los embalses, poco podrán hacer.
Con respecto a las mansiones que les confiscaron y que hoy ocupa la
nueva clase, ya buscarán un arreglo con sus nuevos dueños. Parece que
los sinvergüenzas de ambos bandos están dispuestos a todos los
entendimientos posibles, siempre que haya bastante dinero de por medio.
Pero me temo que se pongan exigentes con los infelices que moran hoy la
tierra que le dio la reforma agraria o le arrendaron después que se
convirtieron en marabusales, o con los habitantes de las mansiones que
se convirtieron en cuarterías. Y capaz de que institucionalmente los
ayuden a echarlos, PNR mediante, no sin antes advertirles que no se
preocupen, que la revolución no los dejará abandonados.
Alfy Fanjul se suma a los hombres de negocios cubano-americanos que
creen que influirán más en el futuro de Cuba siendo parte de él que
estando lejos. Aunque para nada se hable de libertades y derechos humanos.
La mala noticia para ellos es que somos muchos los cubanos que aspiramos
a otro tipo de futuro.
luicino2012@gmail.com
Source: Alfy el conciliatorio | Cubanet -
http://www.cubanet.org/destacados/alfy-el-conciliatorio/
No comments:
Post a Comment