Corrupción y prensa quieta: dos casos en boca de los cubanos
Posted on 5 diciembre, 2013 by Café Fuerte
Por Alejandro Rodríguez Rodríguez*
Dos explotes de corrupción administrativa viajan por estos días de DVD
en DVD a través de memorias flash, el canal de noticias de los cubanos
sin Internet. Aunque ambos casos fueron descritos y comentados por el
bloguero Roberto Peralo en el blog La Joven Cuba (La corrupción en Cuba:
enfermedad crónica), los relato con brevedad.
El primero: una partida de carboncitos de la Empresa de Comunales en La
Habana se robaron cerca de 34 millones de pesos y el dinero fue
utilizado para elevar considerablemente sus niveles de vida: casas de
una pila de pisos, vacaciones cinco estrellas en Varadero, más de 50 mil
CUC en renta de autos de lujo lo típico del ladrón que no siente
necesidad de ocultar su crimen.
El segundo: en una Tienda Estafadora de Divisas (TRD) de Carlos III
(también en la capital) otra banda de carboncitos, pero de más bajo
vuelo, declaraban como merma ciertas mercancías y luego las vendían en
el mercado ilícito de los cuentapropistas de la zona. Empleaban además
otras marañas financieras que ciertamente interesan menos que la simple
demostración de que los tipos robaban: incluso uno (con más pinta de
infeliz que el resto) fue sorprendido en el acto por los ojos de los
auditores mientras intentaba extraer de la tienda mercancía alterada.
Sospechosa filtración
No quiero hablar en sí de la corrupción; aunque es un asunto
complejísimo en la Cuba de ahora mismo, todo debate al respecto se
resume a lo siguiente: la corrupción es mala y hay que encontrar formas
de atajarla. No creo que haya que llegar al extremo que propone mi
colega bloguero de sugerir a la Contraloría General de la República que
audite personas en vez de instituciones: comparar los salarios de los
jefes con el nivel de vida que llevan no demostrará nada excepto lo que
todo el mundo sabe: que aquí salario y mierda es lo mismo, pero eso no
siempre significa que la gente robe. Tengamos en cuenta que, si vamos
por ahí, no un jefe o dirigente cualquiera, sino también cualquier
trabajador, estaría robando a diestra y siniestra para poder pagarse el
uso miserable de un teléfono móvil, o el plato fuerte de sus comidas
(incluso el huevo frito), o los zapatos con que sus hijos van a la
escuela. El salario de un funcionario cubano solo se corresponde con los
mandados de la canasta básica: el resto entra por otros caminos,
imposibles de reducir a uno solo.
Yo me intereso más en la sospechosa filtración de casos como estos hacia
las memorias flash de la gente, y no su descubrimiento en periódicos y
noticieros.
Pudiera pensar usted que los videos escapan del control del gobierno y
ven la luz en contra de su voluntad, pero no lo creo: con todo y que me
digan que sí, que se filtró, por ejemplo, aquel relacionado con los
explotes de Carlos Lage y Pérez Roque, me falta comprobarlo con mis
propios ojos. La filtración de casos de corrupción parecen más una
acción planificada que otra cosa.
¿Será esa entonces la estrategia de los arquitectos de la comunicación
pública nacional para cumplir la tarea priorizada de eliminar el
secretismo? Si es así debo decir que me parece tremenda porquería y una
falta de respeto total, primero con la gente y su derecho a la
información, y luego con la prensa y su derecho a detentar los poderes
de la información.
Moribundos medios de prensa
Mese después de que un Congreso de periodistas debatiera y acordara su
intensión de hacer un periodismo más periodístico, y meses después de
que hasta el presidente cubano Raúl Castro se declarara enemigo del
secretismo barato, sucede esta usurpación descarada de las funciones de
la prensa.
Y he aquí una verdad básica: la prensa en Cuba ganaría mucho sí la gente
comenzara a verla como algo importante para enterarse de las noticias.
¿Sería bueno que el Noticiero Nacional de Televisión transmitiera esos
videos con prontitud y exclusividad? ¡Claro que sí!; tanto que hasta
molesta la pregunta.
Ahora, aquel que quiera seguir viendo moscas sobre los moribundos medios
de prensa solo tiene que continuar dejando que otros secuestren sus
deberes esenciales. Acusan a un grupo de blogueros de llevarla recio,
pero coño, la lleva más recio quien la ridiculiza de esa manera tan
cruel, quien se burla de sus protagonistas dándoles una primicia de acto
central por el día del nosequé, mientras una banda de cabroncitos le
roban más de 1 millón de dólares a la gente de este país, y cuando sabe
Dios cuántas otras bandas de cabroncitos se roban más todos los días, de
poquito en poquito, y nadie se entera.
La bola de la corrupción sigue saltarina entre las piernas de un catcher
malísimo, y la prensa nuestra quieta en segunda, risueña y con las
manitos en la cintura, ajena a las dinámicas del buen juego.
*Tomado de su blog Alejo3399
Source: "Corrupción y prensa quieta: dos casos en boca de los cubanos |
Café Fuerte" -
http://cafefuerte.com/cuba/9518-corrupcion-y-prensa-quieta-dos-casos-en-boca-de-los-cubanos/
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