La coletilla, madre putativa de la censura
Son muy llamativos los congresos de la UPEC donde jamás se producen
discrepancias, y la "sospechosa unanimidad" es la que asegura todos los
acuerdos tomados en los mismos.
Rebeca Monzo
julio 15, 2013
Todo comenzó muy temprano, en los inicios de la década de los sesenta.
Pronto las máximas figuras de la triunfante revolución del cincuenta y
nueve, se dieron cuenta que si se querían instalar en el poder, firme e
indefinidamente, tendrían que apoderarse de los medios masivos de
comunicación, en aquel entonces prensa plana, radio y televisión.
Pronto comenzó la presión sobre los principales rotativos del país, aún
con sus dueños presentes. Apareció entonces la tristemente famosa
"coletilla", una especie de nota aclaratoria, que acompañaba a las
noticias que el régimen consideraba peligrosas ideológicamente, y que
era impuesta, supuestamente, a nombre (jamás se consultó con ellos) de
los trabajadores del diario en cuestión. Este fue el, aparentemente
"inocente", pero siniestro germen de la férrea censura que vendría
después, y que alcanza hasta el día de hoy.
Es por eso que son muy llamativos los congresos de la UPEC (Unión de
Periodistas de Cuba), organización creada para sustituir al anterior
gremio de periodistas y controlarlos e imponer los criterios
oficialistas, donde jamás se producen discrepancias, y la "sospechosa
unanimidad" es la que asegura todos los acuerdos tomados en los mismos.
Siempre se ignora, en estas reuniones, al periodismo alternativo, cívico
e independiente, cuyos realizadores son considerados por el régimen como
"mercenarios al servicio del imperio".
Todo esto sucede en un nuevo contexto universal, donde la tecnología se
hace casi incontrolable para los regímenes dictatoriales, que aún
persisten en controlar los medios masivos. Es por ello que resulta
sumamente triste y pasado de moda, hablar de periodismo en un país como
Cuba, donde el acceso a Internet está todavía muy restringido y
controlado por el gobierno, así como la adquisición de revistas y
diarios extranjeros, y la posibilidad de escuchar por la onda corta, sin
interferencia, a ciertos y determinados programas de noticias sobre
nuestro país. Todo esto hace cada vez más difícil para la inmensa
mayoría de la población, inmersa en las tareas de sobrevivencia, conocer
la realidad en que vivimos. Esperemos algún día no muy lejano ya,
rescatar para nuestro país y nuestra cultura, un periodismo libre, como
aquel donde Cuba tuvo verdaderos maestros en este importante y hermoso
oficio.
Publicado en el Blog Por el OJo de la Aguja el 15 de julio de 2013.
Source: "La coletilla, madre putativa de la censura" -
http://www.martinoticias.com/content/cuba-congreso-perioidistas-censura/24411.html
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