El barco se va a pique
Martes, Julio 16, 2013 | Por Gladys Linares
LA HABANA, Cuba, julio, www.cubanet.org -A partir de 1959, con la
llegada al poder del gobierno de Fidel Castro, la educación en nuestro
país pasó de ser una educación con base democrática a una nueva
pedagogía que respondería a la ideología socialista. Según la propaganda
del régimen, era fundamental esa transformación para desarrollar la
nueva sociedad.
Si bien es cierto que el magisterio cubano se incorporó en masa a la
campaña de alfabetización en 1961, los nuevos cambios no fueron
aceptados por muchos pedagogos, sobre todo los cristianos, razón
suficiente para ser separados de sus puestos. Este proceso fue conocido
como "plan plancha".
Es a partir de esa época que el sistema de formación de maestros sufre
una transformación radical, cuando por primera vez para cubrir el
déficit fueron ubicados en las aulas jóvenes sin conocimientos de
pedagogía (los llamados maestros voluntarios) cuyo aprendizaje consistía
en pasar tres años en la Sierra Maestra enseñando a los campesinos y
luego otros dos en la ciudad.
Desde entonces, la educación se ve afectada cada cierto tiempo por
deserciones o éxodos masivos, que originan nuevos maratones para la
formación apremiante de personas que impartan clases. Mas no fue hasta
el curso escolar 2010-2011 que volvieron a establecer las escuelas
formadoras de maestros primarios, con veintidós centros a lo largo del
territorio nacional, y con una matrícula de alrededor de 7 000 alumnos
en toda la isla, según aparece en el periódico Granma del 7 de
septiembre de 2010.
Es bueno señalar que para el ingreso en estas escuelas ya no se hace
prueba de aptitud ni ningún otro examen riguroso, como en otra época.
Por el contrario, se urge a los muchachos para que escojan esta
profesión al terminar la secundaria.
En el actual curso se ofertaron 31 113 plazas para el ingreso en las
universidades de ciencias pedagógicas, de las que solo fueron cubiertas
6 128 (el 19,7 %), según aparece en el periódico Juventud Rebelde del 14
de octubre de 2012. Lo anterior demuestra que el magisterio se ha
convertido en una profesión sin atractivo, por ser mal remunerada y
dogmática, y los educadores no gozan del prestigio de épocas pasadas.
Maestros y profesores absentistas, incorrectamente vestidos, con faltas
graves de ortografía, son solo una muestra de la decadencia de esta
profesión en Cuba.
La crisis es tal, que a los padres no les queda otro remedio que pagar
profesores particulares para que repasen a sus hijos y así lograr
mejores oportunidades de ingreso a la universidad.
Me contaba una amiga cuyo nieto está en octavo grado, que desaprobó la
final de matemática, a pesar de no faltar a clase y asistir a los
repasos. Sin embargo, cuando el hermano mayor le revisó la guía de
estudio, vieron que muchos ejercicios estaban mal hechos y sin revisar.
Entonces buscaron una maestra particular que les cobró 1 CUC por cada
repaso, pero así fue que el niño aprobó.
Al leer el artículo "El daño terrible del fraude" en el Granma del 27 de
junio, donde se expone el caso de dos profesores y la empleada de una
imprenta que vendieron copias de un examen final de matemática, no
podemos analizar esto como un hecho aislado, sino como la consecuencia
del fracaso de la pedagogía revolucionaria para formar al hombre nuevo.
En todos estos años se olvidó una frase del maestro don José de la Luz y
Caballero: "Tengamos el magisterio y tendremos a Cuba."
Source: "El barco se va a pique | Cubanet" -
http://www.cubanet.org/articulos/el-barco-se-va-a-pique/
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