Tuesday, November 06, 2012

Sindicalismo y trabajo por cuenta propia

Sociedad

Sindicalismo y trabajo por cuenta propia
Orlando Freire Santana
La Habana 06-11-2012 - 10:24 am.

Según el gobierno, el 87 porciento de los trabajadores independientes se
encuentra sindicalizado… en sindicatos estatales.

Según estadísticas publicadas por la prensa oficialista, al cierre del
pasado mes de agosto el 87% de los trabajadores por cuenta propia en el
país estaban sindicalizados, lo que significa que un total de 348 mil
cuentapropistas han accedido a organizarse bajo la égida de las
autoridades. A pesar del avance cuantitativo —y aunque algunos medios
alternativos cuestionen la cifra anterior—, las propias fuentes indican
que aún queda mucho camino por recorrer cualitativamente, es decir, en
la conciliación del trabajo sindical con los intereses de los afiliados.

Hasta ahora, el proceso de sindicalización de los trabajadores por
cuenta propia se ha movido entre el interés de éstos por la
independencia y por la seguridad.

Lógicamente, la independencia es una de las máximas aspiraciones de
quien decide establecer negocio propio. En nuestro caso, se trata de
pequeños empresarios en ciernes que desean invertir, comprar y vender,
contratar mano de obra y disponer de sus ingresos sin la tutela de un
Estado tan omnipresente como el cubano. Con tales añoranzas, no es
difícil imaginar que estos cuentapropistas contemplen con escepticismo
su afiliación a un sindicato organizado por las autoridades, máxime si
consideramos la mala reputación que poseen los sindicatos en Cuba:
simples correas de transmisión utilizadas por el Poder para hacer llegar
su mensaje ideológico; instancias que con frecuencia se ponen del lado
de las administraciones y que se constituyen en verdaderos depredadores
del bolsillo de sus miembros, pues el cobro de la cotización —una de las
tareas que mejor saben hacer— sí lo llevan a cabo con proverbiales
puntualidad y eficiencia.

De este modo, serían los cuentapropistas que privilegian la
independencia los más reacios a ingresar en los sindicatos. Por lo
general, este tipo de trabajador por cuenta propia labora solo,
usualmente en su domicilio, y por tanto no comparte los locales de
trabajo con otros colegas, ya sea en ferias u otros sitios arrendados.

Pero también resulta evidente que, incluso por encima del anhelo de
independencia, a no pocos cuentapropistas los motiva otra pretensión: el
poder contar con seguridad para desarrollar su trabajo. Porque a pesar
de toda la propaganda gubernamental acerca de que esta vez el trabajo
por cuenta propia constituye un elemento estratégico en la actualización
del modelo económico, en el quehacer cotidiano muchos cuentapropistas se
sienten a merced de incomprensiones y arbitrariedades.

Actuaciones excesivas de funcionarios intermedios; políticas
contraproducentes del Ministerio del Trabajo y la Oficina Nacional de
Administración Tributaria (ONAT); la faena no siempre honesta de un
numeroso cuerpo de inspectores estatales; y hasta quejas de muchos
usuarios y consumidores que con frecuencia aparecen en la prensa, son
algunos de los valladares que afronta el incipiente sector no estatal de
nuestra economía. Así, es entre la gama de cuentapropistas que hayan
sufrido cualesquiera de esos percances, donde la gestión sindicalista de
las autoridades halla un caldo de cultivo más favorable, pues esos
trabajadores por cuenta propia ven al sindicato como su única tabla de
salvación.

Marco jurídico

Pero es que hasta el propio marco jurídico en que se desenvuelve el
trabajo por cuenta propia presenta aún muchas lagunas que aumentan la
inseguridad de este tipo de trabajador. En el recién finalizado Congreso
Internacional "Abogacía 2012", por ejemplo, se examinó el caso de los
trabajadores contratados que se desempeñan en negocios de cierta
magnitud, como las denominadas paladares, los cuales no cuentan con una
legislación que los proteja laboralmente, y en consecuencia se
encuentran a expensas de las decisiones de los propietarios.

Los primeros trabajadores por cuenta propia que resultaron
sindicalizados militaron en sindicatos mixtos, o sea, formados por ellos
y otros trabajadores estatales de diferentes sectores. En los últimos
tiempos, sin embargo, han proliferado sindicatos integrados únicamente
por cuentapropistas, ya que de esa forma, al decir de los afiliados, sus
intereses resultan mejor defendidos.

Este tipo de organización es muy común observarlas en ferias y grandes
locales donde se ubican, principalmente, los artesanos y los
productores-vendedores de útiles del hogar, las dos categorías
ocupacionales que más miembros tributan a estos sindicatos. Por
supuesto, estos sindicatos "puros" —los formados solo por
cuentapropistas— se subordinan al comité municipal de los sindicatos
oficialistas en cada territorio.

Porque, claro, el objetivo de las autoridades al sindicalizar a los
trabajadores por cuenta propia es tratar de controlarlos mejor: nunca ha
pasado por la mente de la nomenclatura partidista o estatal la
posibilidad de que entre nosotros surja un Lech Walesa o un sindicato al
estilo del polaco Solidaridad.

http://www.diariodecuba.com/derechos-humanos/13852-sindicalismo-y-trabajo-por-cuenta-propia

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