Monday, November 05, 2012

Crónica de una muerte esperada

Crónica de una muerte esperada
Lunes, Noviembre 5, 2012 | Por Jorge Olivera Castillo

LA HABANA, Cuba, noviembre, www.cubanet.org -Al margen de las
artificiosas versiones de la gravedad o muerte de Fidel Castro, la hora
final del dictador cubano se acerca inexorablemente. Su fragilidad se
observa a simple vista en las fotografías que publicaron recientemente
los medios de prensa oficiales.

"Esta gente son unos tramposos. Yo pienso que es un montaje. A lo mejor
está tieso hace rato", me dijo un vecino en una conversación informal
que sostuvimos hace un par de días.

"Quién sabe cuando tomaron las fotos. También pienso en esa posibilidad.
Aquí nadie sabe la verdad. Hay que imaginarse las cosas. Si está vivo,
no le debe quedar mucho tiempo en este mundo. Son 86 años y viendo como
luce no parece que pueda llegar a los 90", agregó.

A través de vías informales, miles de cubanos estuvieron al corriente de
la nueva anunciación de una muerte que la providencia vuelve a aplazar,
si es que en definitiva son legítimas tanto las instantáneas como las
palabras que supuestamente escribió quien tal vez sea el dictador más
longevo del mundo.

Anteriores versiones de su fallecimiento también fueron desmentidas por
la realidad. Ahora, Fidel reaparece como si todo fuera parte del mismo
guión. ¿Por qué no se muestran fragmentos audiovisuales, donde se pueda
constatar el estado de sus facultades mentales y una apreciación más
exacta de sus condiciones físicas?

Ciertamente, el asunto debe ser observarlo con suspicacia, no debemos
descartar a la manipulación por parte del gobierno de un hecho que
podría tener repercusiones negativas para el equipo que continúa
gobernando con el mismo estilo, salvo simples matices diferenciadores,
que implantó Fidel Castro desde 1959.

En medio del alboroto mediático, me enteré al azar de una muerte
fulminante. La parca se había llevado a Pepe. Una sobredosis de droga lo
catapultó al cementerio. "Hace tiempo que estaba enredado en esa
historia. Llegó muerto al hospital", me explicó su amigo Andrés.

El consumo de derivados de la cocaína y, en mayor escala, de marihuana,
ha vuelto a escalar a niveles críticos en algunos barrios habaneros,
según una fuente confiable, que pidió el anonimato.

"Es posible que en los próximos meses haya una gran operación contra el
tráfico de drogas, parecida a la que hubo en 2003. Cada vez más jóvenes
se vuelven adictos. La Habana Vieja es uno de los peores municipios",
apuntó la fuente anonima.

Las muertes de jóvenes y adolescentes a causa de la drogadicción, nunca
tienen cobertura en los medios oficiales de prensa. El trágico final de
Pepe es solo una historia más, entre muchas, que muestra la gravedad que
esta alcanzando el problema de la drogadicción en Cuba. A un ritmo
inusitado, cientos de jóvenes entran en una espiral cuyo fin es la
muerte o la locura.

Intuyo que Fidel todavía vive. En cambio, el joven cuerpo de Pepe se
desintegra ya dentro de un ataúd.

Y quizás el lector se pregunte qué tienen que ver la posible muerte de
Fidel Castro y la del joven drogadicto Pepe. Sé que hay drogadictos en
todo el mundo, por muchas razones, pero en el caso de Cuba, pienso que
es posible que el final de Fidel sea el principio de la salvación de
muchos jovenes cubanos que, como ocurrió con Pepe, navegan a la deriva
por mi barrio, en un país donde no hay esperanzas ni futuro para ellos;
jóvenes que eligen para escapar de este infierno cotidiano el peligroso
camino de las drogas.

oliverajorge75@yahoo.com

http://www.cubanet.org/articulos/cronica-de-una-muerte-esperada/

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