La peste viene de arriba
Miércoles, Septiembre 26, 2012 | Por Pablo Pascual Méndez Piña
LA HABANA, Cuba, septiembre, www.cubanet.org -Nada de videos. Ya han
pasado diez meses desde que Raúl Castro anunció la divulgación de las
películas sobre los escándalos de corrupción estatal y de firmas
extranjeras, acontecidos hasta el 2011, y cuyo título -según rumores-
era "Metástasis".
No cumplir con su palabra no es novedad entre las autoridades cubanas;
por el vaso de leche que nos prometió Raúl estamos esperando desde hace
más de cinco años. Pero la noticia de que se harían públicos los videos
causó expectativas, pues se decía que esos vídeos no serían analizados
única y secretamente por los militantes del partido comunista y acólitos
del régimen, como es costumbre. Por primera vez en 54 años, nuestra
gente de a pie observaría en sus televisores el estercolero donde se
revuelcan los de arriba. Era lo más parecido a nuestro "glasnost". Al
menos fue así como se nos anunció, o como interpretamos el anuncio.
De cualquier manera, divulguen o no el vídeo, y aunque los medios
informativos tratan de desviar nuestra atención del descalabro raulista;
en las guaguas, los timbiriches, las colas y hasta en la oscuridad de
los apagones todos hablan de algo está apestando a podrido en el país.
Desde que Raúl esgrimió las riendas del poder pululan los escándalos de
corrupción, las sistemáticas purgas, la lentitud en aplicar las
transformaciones anunciadas y el desgano administrativo.
Entretanto, la vicepresidenta Gladys Bejerano, nombrada para dirigir la
Contraloría General de la República -como dama de hierro de la lucha
anticorrupción-, y de quien se decía que no iba a perdonar ni a los
"históricos" corruptos, ahora sólo se ve en los noticiarios recibiendo a
los nuevos embajadores, cuando presentan sus cartas credenciales, un
quehacer históricamente destinado a funcionarios decorativos.
La única función de la "dama de hierro" es servir como mampara para
ocultar el verdadero poder en la oscuridad, o sea, el del tenebroso
coronel Alejandro Castro Espín, quien controla toda la información, a la
cual ni siquiera ella tiene acceso.
En Cuba, como en todas partes, la información es poder, y los que tengan
dudas, que intenten preguntárselo al fantasma de Manuel Piñeiro, alias
"Barbarroja", que sabía demasiado y de tanto saber "falleció" en un muy
sospechoso accidente.
"Metástasis" es un engaño más, un vehículo que intenta desviar la
atención de los recientes escándalos que sacuden al Olimpo castrista. En
un país donde los medios de comunicación son propiedad del estado y
tienen como función única la propaganda, es inevitable que pululen los
rumores que vienen a ocupar el lugar de la información que los medios
nos ocultan. También reina el miedo y, como consecuencia, es
comprensible que nadie quiera dar la cara y todo el que brinda
información pida el anonimato. Según fuentes anónimas, existen pruebas
de que los miembros de los clanes familiares Castro-Soto del Valle,
Castro-Espín y otras camarillas establecidas a sus sombras, recibieron
regalos importantes de los implicados en las bataholas de corrupción de
funcionarios castristas y firmas extranjeras.
Como los fusilamientos de corruptos –el mejor modo de garantizar el
silencio- quedaron en desuso desde que Fidel se jubiló, la dictadura ha
optado por negociar los silencios; y es lo que está haciendo, según
afirman otras fuentes. A cambio del silencio y la amnesia, el régimen
parece dispuesto a suavizar las sanciones de los corruptos que picaron
alto, y no armar demasiado alboroto. Incluso, sus estancias en las
cárceles serán lo más placenteras posible, con dietas especiales,
colchones de muelles, electrodomésticos en las celdas y hasta visitas
conyugales. Una salida mutuamente ventajosa, en la que los corruptos no
la pasan tan mal y los pejes gordos mantienen su imagen pública.
No obstante, el "estado paternalista", que –según dice el General-
mantiene a más de 11 millones de hijos bobos con las gratuidades que él
piensa eliminar, se ve salpicado con las inmundicias de los mismos
herederos sanguíneos. Y, para mayor complicación para los patriarcas de
la censura, estas nuevas redes sociales y los periodistas independientes
monitorean sus libertinajes y les complican un poco la situación.
Seguramente los jerarcas añoran aquellos buenos tiempos en que no
existía la "diabólica" Internet.
He aquí algunos "rumores" que circulan:
En el garaje de la mansión de un alto dirigente castrista, en La Habana,
han hallado un automóvil soviético marca Lada 2107, que había sido
robado hace varios años. La fuente no autorizó revelar la identidad del
implicado, pero afirma que los documentos falseados estaban a nombre del
hijo del funcionario.
Fidel Castro Diaz-Balart fue visto vacacionando en el hotel Burj al
Abad, de Dubái, en los Emiratos Árabes Unidos, donde las habitaciones
pueden costar más de 5 mil dólares la noche.
Mientras los techos amenazan con caerle encima a 60% de los cubanos,
José Raúl Rodríguez Castro – nieto y jefe de escolta del presidente- se
erigió una residencia con piscina y grupo electrógeno auxiliar en las
proximidades de las avenidas 100 y 51, en el municipio Mariano.
Lo más curioso es que en el cine, el teatro y las telenovelas cubanas
están de moda las historias sobre los conflictos del submundo callejero.
Los medios muestran las veleidades, la corrupción, la perversión sexual,
el robo, las drogas, la prostitución y cuanto delito existe en nuestra
podrida sociedad, pero solo hasta cierto nivel. Nadie se atreve a
pinchar la burbuja donde campean por sus respetos "los hijos de papá".
"Algo huele mal en Cuba", podría decir Marcelo, el personaje de la
tragedia Shakesperiana de Hamlet. Pero sin dudas, la peste no viene de
la calle, la peste de verdad viene de arriba.
http://www.cubanet.org/articulos/la-peste-viene-de-arriba/
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