Primero de Mayo… ¡Ay, que felicidad la, la, la!
Miércoles, Mayo 2, 2012 | Por Aleaga Pesant
LA HABANA, Cuba, mayo, www.cubanet.org -Los venezolanos de la Misión
Rivas que marchaban tan marcialmente, los turcos con su bandera
nacional, los chilenos comunistas con su cartel por el centenario de su
partido y los etarras con sus consignas castristas, probablemente no
entendían nada de ese extraño desfile proletario del Primero de Mayo en
La Habana.
Mientras Salvador Mesa, el Secretario General de la oficialista Central
de Trabajadores de Cuba, disparaba su arenga desde la tribuna, muy cerca
de allí, en la intersección de Zapata y Paseo, los desfilantes
"arroyaban" al paso de una conga de Sur-Caribe, la exitosa orquesta
santiaguera.
¡Ay que felicidad la, la, la! La música, la reproducían los altavoces
de la compañía independiente de espectáculos PMM. Hermosas mulatas, con
ombligos y caderas al viento le daban a la concentración un aspecto más
propio de carnaval que de acto de reafirmación política del
proletariado. A pocos metros, una tarima del Centro Comercial de Carlos
III, con más mujeres hermosas y el león, mascota de Industriales, el
equipo de beisbol más popular en la capital.
Todos bailaban, sin prestar la menor atención a la martíngala del
"primer sindicalista del país". Gozaban los del cordón de seguridad,
que debieron ser una docena de miles, entre profesionales y voluntarios,
a todo lo largo del trayecto; los de la Cruz Roja, esta vez instruidos
de no repartir camillazos en público, y hasta unos fiesteros que
prolongaron en la mañana la farra iniciada la noche anterior en el
Malecón. Todos se sumaron al baile y la gozadera.
"Así mismo se va a caer esto: a son de pachanga", me dijo una mujer
desconocida, en medio del tumulto. Y continuó: "Igual que ahora dicen
¡Vivan Fidel y Raúl!, pueden empezar a gritar ¡Abajo Fidel y Raúl!.
Esto es surrealista". Yo afirmé con la cabeza y me alejé en otra dirección.
A un costado de PMM, el excéntrico y popular coreógrafo Tony Menéndez,
con zapatos de plataforma rojos y amarillos, dignos de mejores plazas, y
vestido con una camisa de encaje roja y sombrero, traía su conga
particular, integrada por las niñas de su compañía y sus madres. Los
carteles de Tony declaraban su amor y el de su compañía de espectáculos
a Fidel y Raúl Castro.
Si Tony llevó a sus alumnas, los dueños de paladares llevaron a sus
trabajadores. La Paladar La Pachanga, desplegó un gran cartel que
rezaba "Trabajadores por cuenta propia ¡Presentes! La Pachanga.
Preferida por la farándula". Pero el entusiasmo del nuevo empresario no
quedó allí. Compró además gorras de color verde y les hizo imprimir en
su frente el logotipo oficial del 1ºde Mayo y por el costado el nombre
del restaurante.
Bailaban y gozaban todos los presentes con la música, cuando llegaron
los jóvenes militares, la mayoría cadetes y guardiamarinas, en
cantidades que superaban los miles. Pero tampoco se mostraron muy
marciales, se unieron a la pachanga hasta el final del camino, más allá
del edificio de la Biblioteca Nacional, pasando por una tribuna
organizada por los comunistas donde se veía a un Estaban Lazo, con
aspecto mal humorado y a Salvador Mesa, con cara de cumpleaños.
Ya de regreso vi a un hombre harapiento, serio, cansado y triste,
enarbolando un cartel que decía "La batalla económica: tarea principal".
aleagapesant@yahoo.es
http://www.cubanet.org/articulos/primero-de-mayo%e2%80%a6-%c2%a1ay-que-felicidad-la-la-la/
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