Pensar nuestros racismos
Lunes, 30 de Abril de 2012 03:44
Escrito por Juan Antonio Madrazo luna
Cuba actualidad, El Vedado, La Habana, (PD) El racismo en Cuba conserva
sus fuerzas. Forma parte de los secretos compartidos de la historia
cubana del siglo XX y lo que va del XXI.
Los diversos elementos que pudieran jugar un papel fundamental en la
lucha contra la discriminación racial están totalmente desconectados.
Aun la historiografía y la educación no juegan su papel.
La historiografía aun continúa subordinada a un neo marxismo
dogmatizado, empobrecido y autoritario que contribuye muchísimo a la
manipulación de voces y eventos de nuestra historia íntima que aún son
silenciados.
La esterilidad de las instituciones académicas no permite que las
historias colectivas, en las cuales el protagonismo de los hombres sin
historia juega un rol fundamental, sean totalmente visibilizadas.
Desde la pedagogía hay un escaso conocimiento de la historia. Una
historia marcada por muchísimas lagunas y manchas blancas. Para muchos,
es una historia deficiente, consumida solo por minorías ilustradas y
especializadas.
Eventos como la conspiración de Aponte que está en su bicentenario,
nuestra primera rebelión desde las capas más humildes, y la masacre de
1912 contra el Partido Independiente de Color, aun no tienen la atención
que merecen.
El 26 de diciembre del 2007 fue creada en la Habana la Comisión
organizadora del Centenario del Partido Independiente de Color y la
masacre bajo la supervisión del historiador Fernando Martínez Heredia.
Mediáticamente se presentó, al igual que la mal llamada Comisión Aponte,
como un grupo de trabajo que tenía como intención romper el silencio
historiográfico que ha rodeado este evento, así como contribuir a pensar
nuestros racismos.
La masacre de 1912 es un evento no solo silenciado por la historiografía
republicana, sino también por la historiografía diseñada desde la
revolución de Comandantes y Licenciados, que contribuyo a profundizar en
ese silencio.
Desde la creación de este grupo de trabajo hasta la fecha, mucho ruido y
pocas nueces.
Temáticas tan sensibles como la problemática racial, así como eventos
que han dejado heridas profundas en el cuerpo histórico social, quedan
totalmente ancladas en los llamados espacios fiscalizados o nichos de
diversidad tolerada.
En 2012 se continúa manipulando la historia. Al igual que en 1912,
líderes y militantes del Partido Independiente de Color son presentados
como racistas y enemigos de la patria. Basta solamente una mirada al
panfleto "La Conspiración de los Iguales", del historiador oficial
Rolando Rodríguez, publicado por la editorial Imagen Contemporánea y los
más recientes artículos publicados en el periódico Granma bajo la firma
de Pedro de la Hoz.
Resurge con fuerza el peligro de amenaza a la unidad nacional con la
intención de silenciar el debate y que el tema racial no forme parte de
la agenda pública
Entre cubanos es necesario pensar e interrogar el racismo que nos
habita. Somos una sociedad marcada por un racismo con personalidad
propia. El racismo que más fuerza tiene es el racismo antinegro.
Victimas del racismo también han sido asiáticos, judíos, antillanos y en
nuestra historia más reciente, eslavas y latinos.
Hay ambientes de apoyo que desde las diversas tecnologías de la
representación nos alertan de un racismo sofisticado que está muy bien
acomodado a nivel social y político. Esto preocupa a mucha gente que de
muy buena fe están sensibilizados con este viejo asunto.
Hay que pasar de las buenas intenciones. No basta con el forzado debate
en los nichos. Hay que presionar desde la ciudadanía, hacer uso del
empoderamiento ciudadano, tejer motivaciones, campañas y hacer un buen
uso del sentido de la utilidad que permita cruzar los espejos de la censura.
Para Cuba actualidad: madrazoluna@gmail.com
http://primaveradigital.org/primavera/cuba-sociedad/sociedad/3985-pensar-nuestros-racismos.html
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