Thursday, November 03, 2011

Una resolución unilateral

Embargo, ONU

Una resolución unilateral

El documento de la ONU soslaya el problema más grave existente en la
sociedad cubana, que radica en el bloqueo impuesto por el Gobierno al pueblo

Oscar Espinosa Chepe, La Habana | 02/11/2011

Por vigésima ocasión, el 25 de octubre, la Asamblea General de las
Naciones Unidas adoptó la resolución titulada "Necesidad de Poner fin al
bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados
Unidos de América contra Cuba". Se aprobó con 186 votos a favor, 2 en
contra (Estados Unidos e Israel) y 3 abstenciones (Islas Marshal,
Micronesia y Palau). No asistieron a la votación Libia y Suecia.

Resulta indiscutible que la política de aislamiento económico seguida
por Estados Unidos carece de justificación desde el punto de vista del
derecho internacional, y no ha funcionado en el pretendido objetivo de
estimular la democratización de Cuba. Por el contrario, durante años ha
servido de excelente coartada para que el totalitarismo caribeño pueda
enmascarar el verdadero origen del desastre nacional y tratar de
justificar la represión contra todo ciudadano que proteste por la
violación de los derechos humanos y el caos imperante en la Mayor de las
Antillas.

En el plano internacional, tergiversando lo hechos, la propaganda
oficial ha utilizado esta situación para presentarse como el pequeño
David enfrentado al colosal Goliat que pretende destruirlo. Oculta que
Estados Unidos en estos momentos es el quinto socio comercial de bienes
de la Isla con un monto de exportaciones de 4,0 miles de millones de
dólares en mercancías en el período 2001-2010, según cifras oficiales
cubanas; se ha convertido en el mayor suministrador de alimentos, la
principal fuente de remesas y ocupa el segundo lugar después de Canadá
por el origen de los visitantes.

Por ello, hasta el título de la resolución como "bloqueo", carece de
sentido, teniendo en cuenta la crucial importancia para la sociedad
cubana de los vínculos económicos actuales con Estados Unidos, a pesar
de las absurdas restricciones vigentes. Por otra parte, el documento
soslaya el problema más grave existente en la sociedad cubana, que
radica en el bloqueo impuesto por el Gobierno al pueblo, mediante un
modelo económico, político y social disfuncional, que ha llevado al país
a una situación "al borde del precipicio", como definiera el presidente
Raúl Castro.

Al dejar de lado esta realidad, la resolución pierde su valor, por
constituir nuevamente un documento parcializado, al servicio de la
propaganda del Gobierno cubano. Resulta lamentable que naciones
democráticas, que durante años han tenido una actitud solidaria y de
apoyo al pueblo cubano, se hayan dejado manipular en esta cuestión por
tanto tiempo. Fueron unilaterales e incorrectas las palabras
pronunciadas por el diplomático polaco Witold Sobkow en representación
de la Unión Europea, al expresar que "el embargo contribuye a los
problemas económicos de Cuba, afectando negativamente el nivel de vida
del pueblo cubano", sin señalar los terribles males que devienen del
bloqueo impuesto por el propio Gobierno cubano y que constituye la
fundamental causa de las penurias y sufrimientos del pueblo. Esta
definición dada por el representante de un país que sufrió tanto bajo la
bota del totalitarismo hiere los sentimientos de los cubanos, que
siempre hemos encontrado en el ejemplo de los valientes luchadores
polacos por la libertad y la democracia una valiosa referencia y acicate
para nuestra lucha. Quizás la inasistencia de Suecia a la votación, un
país tradicionalmente tan comprometido con la democracia y la defensa de
la justicia social, se debió al deseo de no comprometerse con esa
desacertada posición de la Unión Europea.

Asimismo, la Resolución ignora los gestos de acercamiento de la
Administración Obama, boicoteados sistemáticamente por las autoridades
cubanas. Esto comprueba lo que siempre hemos expresado, que al Gobierno
cubano, en particular a su sector más reaccionario, no le interesa el
cese del embargo. Por el contrario, desea que se mantenga para seguir
utilizándolo como coartada justificadora de sus fracasos, dado que el
clima de hostilidad con Estados Unidos insufla oxígeno a su ya moribunda
existencia.

Pocos días después de la votación, el 31 de octubre, se inauguró la XXIX
Feria Internacional de La Habana (FIHAV), la más amplia en la última
década, con la participación de 60 países y unos 3.000 empresarios, en
representación de 1.500 empresas extranjeras, la mayor parte de España,
China, Italia, Panamá, Canadá, Alemania, Brasil y México, en 18
pabellones o stands oficiales, además de delegaciones oficiales
encabezadas por ministros, presidentes de Cámaras de Comercio y otros.
Como puede apreciarse, además de las importantes relaciones comerciales
con Estados Unidos reseñadas, Cuba tiene abiertas las posibilidades
comerciales con el mundo entero. Si el país no se desarrolla y el nivel
de vida de la población desciende constantemente la culpa no la tiene
ningún embargo del exterior, sino reside en el bloqueo interno que
imposibilita el avance nacional, ha endeudado al país y llevado la
capacidad de compra nacional a niveles asfixiantes.

Esa feria constituye una prueba más de la falta de sentido y
unilateralidad de la resolución aprobada en la Organización de Naciones
Unidas el pasado 25 de octubre. Para que fuera realmente objetiva,
tendría que incluirse una mención o adoptarse una resolución adicional
que contemple el bloqueo impuesto por el Gobierno cubano a su pueblo.

http://www.cubaencuentro.com/cuba/articulos/una-resolucion-unilateral-270068

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