"Partir", un documental sobre la emigración de españoles a Cuba
"Lo que más me ha llamado la atención de todos ellos ha sido la
exquisita memoria de los momentos clave, cuando partieron de España: el
último beso al ser querido, la última palabra, la ropa que llevaban...",
ha dicho el director sobre los protagonistas del documental, en su
mayoría de muy avanzada edad
EFE, Valladolid | 24/11/2011
Un retazo de la historia de España del siglo XX: la emigración a Cuba de
miles de personas que huyeron de la hambruna, de las levas
indiscriminadas de la Guerra de África y de la represión política
subsiguiente a la Guerra Civil, ha resumido el cineasta Eduardo
Margareto en el documental titulado Partir.
Y lo ha hecho a partir del testimonio directo de una veintena de
españoles prohijados desde hace décadas en la isla caribeña,
protagonistas vivos de esta "película de sentimientos", como ha
denominado Margareto (Medina de Rioseco, Valladolid, 1967) a todo un
patrimonio visual y sonoro al borde mismo de su desaparición.
Partir, el segundo documental de Margareto después de "Almas del Camino"
(2010) —dedicado a la Ruta Jacobea y sus transeúntes—, ha sido
parcialmente producido por la Fundación para la Ciudadanía Castellana y
Leonesa en el Exterior, y se estrena esta tarde en Zamora con la
presencia de Sergio Rabanillo, presidente de la Agrupación de Sociedades
Castellanas y Leonesas en Cuba.
Sus protagonistas, en su mayoría de muy avanzada edad, son emigrantes de
algunas de las comarcas más pobres de Burgos, León, Palencia, Soria,
Salamanca y principalmente Zamora, localizados durante el otoño de 2010
en La Habana pero también en Santiago de Cuba, Camagüey, Ciego de Ávila,
Matanzas, Trinidad, Tapeste, San Miguel de Baños, Florida y Monasterio
del Cobre.
"Lo que más me ha llamado la atención de todos ellos ha sido la
exquisita memoria de los momentos clave, cuando partieron de España: el
último beso al ser querido, la última palabra, la ropa que llevaban o la
fecha exacta de la partida", ha evocado Eduardo Margareto, reportero y
editor gráfico de la Agencia de Noticias Ical.
Evocan igualmente el temor del viaje transatlántico, "veinticinco días
metidos en un barco con pasaje de tercera", y todos coinciden en
agradecer a Cuba y sus gentes la ofrenda de una nueva patria, así como
el acogimiento desinteresado hasta el punto de sentirse plenamente
cubanos sin olvidar la tierra que vieron por vez primera sus ojos.
Y ello, como se recoge en algunos casos, "a pesar de que la revolución
de Fidel Castro les confiscó sus negocios y bienes, por lo que tuvieron
rehacer su vida otra vez más", ha añadido Margareto antes de referirse
al origen del documental, que se remonta a un viaje realizado a Cuba en
2009 para elaborar un reportaje sobre el primer centenario de la Casa de
Castilla y León en Cuba.
El director conjuga el blanco y negro de la España que dejaron los
emigrantes con el colorido de la Cuba que les acogió, a través del álbum
fotográfico y de recuerdos que los protagonistas desempolvan, rubricados
con imágenes actuales captadas en los municipios españoles de procedencia.
La emoción no solo aflora en los rostros de los octogenarios y
nonagenarios entrevistados, a través de peripecias vitales peregrinas e
increíbles a la luz de los tiempos que corren, sino en la consideración
de saber que son los últimos eslabones, testigos directos de una época
de la historia de España de tintes humanos, sociales, políticos y
económicos.
Las entrevistas se intercalan con imágenes de las ciudades cubanas
visitadas, sus calles, sus gentes y estilo de vida como la cara de otra
moneda, la realidad de Cuba.
El emigrante más joven de cuantos aparecen en Partir, en misión
pastoral, es el sacerdote José Miguel González, nacido hace 46 años en
Paradinas de San Juan (Salamanca), e impulsor de un comedor social para
marginados.
Está situado en La Habana Vieja, concretamente dentro de la iglesia del
Espíritu Santo, construida en 1632 y que pasa por ser el templo más
antiguo de la isla caribeña.
1 comment:
Ahora siguiendo este blog.
Post a Comment