Wednesday, August 3, 2011 | Por Frank Correa
LA HABANA, Cuba, agosto (www.cubanet.org) – Según anunció recientemente
el diario Granma, los acuerdos del VI Congreso del Partido Comunista no
constituyen letra muerta, y lo demuestra uno de los temas tratados en
la última reunión ampliada del Consejo de Ministros presidida por Raúl
Castro, relacionado con la flexibilización y eliminación de diligencias
asociadas a la transmisión y legalización de las viviendas.
Granma se refirió a que se ha diseñado una política encaminada a
simplificar las gestiones para realizar cualquier acto de traspaso de la
propiedad, y a la disminución de las prohibiciones establecidas, que
durante años propiciaron innumerables violaciones. De esta forma se
procura también contribuir a la solución del problema habitacional del país.
Si se visita cualquier oficina encargada de tramitar documentos
relacionados con la vivienda, se puede encontrar a una legión de
aspirantes a propietarios, solicitantes de ampliaciones de inmuebles, y
mucha gente en busca del soñado cambio de dirección para radicarse en
la capital; gestiones que exigen montañas de papeles.
Aunque se viene anunciando la flexibilización y eliminación de tanta
burocracia, abogados y funcionarios continúan solicitando los mismos
papeles y las colas son tan largas como antes. El tiempo de espera por
una firma es interminable. A lo que se suma la demora del arquitecto de
la comunidad para confeccionar el plano, requisito indispensable para
realizar cualquier cambio o ampliación de una vivienda.
El laberinto de papeles es caldo de cultivo para que prolifere la
corrupción. Un buen billete de por medio es el mejor papel para saltar
los obstáculos.
Y cuando los que no tienen plata para burlar las vallas, y deben cumplir
al pie de la letra con las exigencias jurídicas, les recuerdan a los
funcionarios las palabras de Raúl, reciben la misma respuesta:
-Son propósitos. La ley todavía dice otra cosa.
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