Monday, August 1, 2011 | Por Rafael Alvarez Echevarria
MADRID, España, agosto, www.cubanet.org -En pocas ocasiones la lectura
de un artículo o documento me ha impactado tan profundamente la del
artículo titulado "Perdimos Cuba" de Amalia Agramonte, que me llegó por
correo electrónico y luego vi publicado en un blog.
Su lectura me produjo unamezcla de asentimiento, porque creo el artículo
encierra grandes verdades, pero a la vez me pareció soberbio y elitista
el desprecio con que se refiere a los cubanos recién emigrados y los que
aún viven en la Isla.
Nada es igual, luego de pasado un tiempo. Nadie es el mismo que era dos
horas antes, y mucho menos cincuenta años atrás. Un país y una sociedad
evolucionan, para bien o para mal, con el curso de los años. En el caso
de Cuba, no hay dudas de que la evolución ha sido para mal, para peor.
Ciertamente, los cubanos de hoy son diferentes a los de "antes". Pero no
todos los cubanos de hoy son peores que los de antes; ni todos los
cubanos de antes son o eran mejores que los de hoy.
Para conocimiento de la autora: soy un profesional graduado en Cuba, con
un doctorado, hablo varios idiomas y no tengo faltas de ortografía, por
lo que me siento directamente aludido por algunas de sus ideas.
El tiempo y la distancia hacen que tendamos a idealizar el pasado y
olvidar lo desagradable. Es un mecanismo de defensa de nuestra psiquis,
que siempre busca el placer y la satisfacción. Comprendo que para
quienes, siendo adultos en 1959, vieron desaparecer en pocos años su
Cuba de entonces, la experiencia haya sido muy dolorosa y les haya
dejado huellas imborrables.
Yo también siento nostalgia por mi pasado. Los sitios de mi infancia y
adolescencia no son lo que eran, mi colegio es hoy una academia militar
y en mi barrio ya no viven los de antes. La mayor parte de la gente ya
no viste como se acostumbraba, ni se expresan como me gustaría que
hablaran. Las barreras sociales fueron derrumbadas con la revolución y
eso creo la promiscuidad, el desorden.
Esto es, sin dudas, algo difícil de comprender para quienes no lo
vivieron, especialmente para los que salieron de Cuba entre los primeros
de la marea migratoria que provocó la revolución; en su mayoría gente
perteneciente a los estratos sociales más altos.
Estos comportamientos que tanto molestan a la autora, hoy ostensibles en
la sociedad cubana, no surgieron de un día para otro, se fueron
perfilando y acentuando a los largo de los años, como parte de un
proceso de deterioro ético-moral y material. No creo sean inherentes a
la idiosincrasia del cubano "de hoy" y, mucho menos irreversibles.
El tratamiento que da la señora Agramonte a los cubanos residentes en
Cuba o emigrados recientemente es completamente irrespetuoso. Me permito
señalarle, que hay infinidad de profesionales cubanos que, a pesar de
sus "títulos universitarios condicionados, mediatizados y limitados",
ejercen sus profesiones en un sinnúmero de países, luego de haber
homologados sus diplomas. Hay también muchos artistas y científicos
cubanos, jóvenes y no tan jóvenes, formados en la Cuba de hoy, que han
logrado reconocimiento internacional residiendo en Cuba o habiendo
emigrado recientemente.
En España, donde vivo, los cubanos son reconocidos como buenos
trabajadores, disciplinados, respetuosos, confiables, y los
profesionales cubanos son altamente apreciados por su profesionalidad y
capacidad.
Es cierto que en Cuba la censura veta a muchos autores y temas
fundamentales, que el régimen presenta su versión del mundo y que ha
tergiversado la historia de Cuba, enseñándola de ese modo; pero también
es cierto que se han publicado y divulgado las principales obras de la
literatura universal y gran cantidad de libros científicos y técnicos,
para los estudiantes y profesionales cubanos.
A pesar de la estricta y condenable censura ejercida sobre internet por
el gobierno, en mi campo específico – la medicina- puedo decir que la
intranet médica Infomed es una de las mejores redes de su tipo y
constituye una excelente fuente de información para los profesionales
del ramo.
Para que no haya dudas: no es mi intención defender al régimen cubano.
Estoy citando hechos y experiencias que muestran que no todos los
cubanos son "masas que pululan por las calles".
Es cierto que la Cuba de antes no volverá; la perdimos, la hemos visto
agonizar desde dentro o desde fuera. Pero es también cierto que otra
Cuba es posible y que muchos de sus hijos, que viven allá y en todos los
confines del mundo, algún día podremos contribuir a hacerla un país
mejor, aunque ciertamente será diferente a la de 1959.
http://www.cubanet.org/opiniones/la-recuperacion-de-lo-imposible/
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