02-08-2011.
Oswaldo Yáñez
(www.miscelaneasdecuba.net).- Mientras la disidencia es perseguida de
todas las formas imaginables y algunas que ni siquiera cabe en la
imaginación, cuando el pueblo ya no sabe lo que inventar para resolver
su comida, cuando ni siquiera las remesas son capaces de paliar la
desesperación de los nuevo cuentapropistas, al tiempo que la violencia
se vuelve omnipresente en las calles y casas de mi patria, en medio de
este calvario el parlamento cubano se preocupa de la imagen de la mujer
en los vídeos musicales.
Realmente sé que esto no es sino una pantalla desinformativa para opacar
la realidad que vivimos y que no es otra sino la de un edificio
apuntalado para que no colapse con remesas, petrodólares, divisas del
turismo y comercio indiscriminado con informaciones de inteligencia, de
esto último hablaremos pronto, pero los puntales ceden pulgada a pulgada
y todos lo ven aterrados en cámara lenta.
Resulta cuanto menos curioso que las aguerridas revolucionarias
entrenadas para dar placer al enemigo con tal de conseguir los objetivos
impuestos por sus oficiales se preocupen por los gestos y la vestimenta
de la féminas que protagonizan las producciones musicales.
Es una ignominia que las parlamentarias responsables de que el
jineterismo sea una opción contemplada como salida natural en las
familias cubanas con tal de escapar del infierno castrista, digan que se
preocupan por la imagen de la mujer en los medios oficiales, esas mismas
que impiden que los grupos opositores realicen talleres para retirar de
la calle a las que ejercen el oficio más viejo del mundo por unos pocos
pesos.
Esta gerontocracia que sin excepción se han beneficiado de las
bailarinas del ballet nacional y de los cabarets habaneros siempre que
lo han reclamado o en su defecto a las guapas soldados escogidas ad hoc
para el evento, no puede emitir su opinión sobre cualquier cuestión
moral en cuanto a la mujer, su parecer debería ser obviado incluso si se
trata de moral revolucionaria, especialmente en este caso.
Porque según sus declaraciones se podría entender que quizás fuera
adecuado para levantar la moral revolucionaria que los ajustadores
llevaran las imágenes de los tiranos Castro para cubrir ambos senos y
que la tira que cubre la entrepierna llevara la efigie del asesino
Guevara y el espacio trasero fuera reservado para el gorila de Barinas
antes de que pierda el bolivariano cabello, realmente estos orates están
tan desesperados por mantener su sillón que quizás lo aceptarían.
Aunque lo que probablemente más les importa, como mucho, es que todas
estas ocupaciones ocasionales como modelos sirven para que tanto
cantantes como las muchachas manejen moneda dura que escapa de su
control, mucho más preocupados les tiene el negocio por la izquierda que
se realiza con todas estas producciones que si vienen de la otra orilla
son éxito de ventas asegurado.
Esto es lo que les preocupa de verdad, que no tienen trozo en el cake,
es lo mismo de siempre, un estado opresor y represor ad nauseam que
olvidará cualquier consideración de tipo moral en cuanto tenga asegurado
su por ciento, esta es la moral castrista, dame los dólares y luego
hablaremos si te meto preso o no.
Porque incluso ya se habla abiertamente de decomisar las ayudas a la
disidencia pacífica, tal es el grado de ofuscación de los mandatarios,
nada hablan de los petrodólares que los mantienen a ellos y que podrían
ser decomisados bajo el mismo criterio pues les hacen mercenarios, como
desde su creación han sido todos los castristas, ya que todos lo han
apoyado por un precio si no en divisas, en la moneda del terror.
En realidad son incapaces de entender que una cubana se ponga un bikini
y baile mejor que nadie en el mundo a cambio de unos dólares y quizás un
pasaporte a la libertad, tampoco entienden que se canten letras que
expresan la desesperación de los jóvenes o los sueños más inconfesables
y mucho menos que todos ellos le nieguen a sus corruptos pero alabados a
la fuerza líderes el porcentaje que les corresponde.
La cruda expresión de una discusión de ilusos que representan a un
partido de inscritos a la fuerza, una federación de mujeres frustradas y
un instituto de censores que no podrán nunca jamás entender que el
problema, como siempre, es que no saben ni sabrán comprender a quién
trata de ejercer la libertad, estos adoctrinados que se embarcan en
acalorados discursos tienen una única prioridad que es recaudar los
fulas necesarios para conservar su magra influencia y su jabita de
apremio cerrando los ojos ante el infierno que los rodea.
Más no tengan duda alguna de que entre los disímiles lectores que lean
este artículo a algún orate mamporrero castrista le parecerá toda una
oportunidad el bikini revolucionario... le...
Omnis amans militans.
Todo el que ama hace la guerra.
-
Zapata y el Estudiante viven.
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=33149
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