Tuesday, June 21, 2011

Y AHORA LE TOCA EL TURNO A MATANZAS

Y AHORA LE TOCA EL TURNO A MATANZAS
21-06-2011.
Elías Amor Bravo
Economista ULC

(www.miscelaneasdecuba.net).- Después de las Tunas, Granma, Camagüey y
Villa Clara, el "road show" del PCC para explicar el sentido de los
"lineamientos" ha tenido una nueva edición en Matanzas, donde hemos
vuelto a escuchar más de lo mismo: poca Economía práctica, mucho
desconocimiento de las reglas de funcionamiento de la economía
productiva eficiente, y notable carga ideológica, amén de una clara
apuesta por el modelo de "economía cuartelera" que parece querer
inspirar a los "lineamientos".


Una vez más, los delegados a la asamblea del Partido se concentraron en
el asunto que más preocupa a todos: la producción de alimentos, la
incapacidad de la economía castrista para dar de comer a todos los
cubanos, en ser más eficiente y desterrar, lo que ahora denominan, de
acuerdo con el "manual del buen revolucionario" el inmovilismo, la
rutina y la inercia.

El problema en Matanzas, al parecer, no es el cumplimiento de los
planes. Parece que aquí los burócratas son capaces de conseguir los
objetivos que se fijan sin tener en cuenta las condiciones de la oferta
y la demanda, sino que preocupan, y mucho, "las potencialidades enormes
aún inexplotadas en varios campos" y el reconocimiento de la escasa
eficiencia productiva, como en el turismo.

El primer secretario del Partido en el territorio dedicó una parte de su
presentación inicial a mencionar las dificultades existentes en sectores
decisivos de la economía, casi siempre relacionadas con aspectos
fundamentales de las instituciones de una economía, como son "la
contratación, el control de la fuerza de trabajo y de los recursos
presupuestados, los impagos, el desaprovechamiento de la fuerza, entre
otras".

Estas dificultades se ven agravadas por la existencia de 58.000
hectáreas de tierras ociosas, que ninguno de los 9.000 nuevos
productores que han apostado por el arrendamiento puede asumir dada la
limitación de superficie establecida por el régimen. Por ello, los
resultados, expuestos por el delegado de la Agricultura en Matanzas, no
son los esperados, ya no sólo en los cítricos donde las enfermedades
hostigan las producciones, sin que las actividades de I+D de la economía
castrista pongan solución al problema, o en lo relativo a la producción
de alimentos, como viandas, hortalizas, granos y frutas muy alejadas de
sus niveles de producción del pasado, pese a la fértil tierra existente
y la disposición de los trabajadores.

Para consolarse con este panorama desolador, los comunistas se hacen
elogios con los resultados obtenidos en una UPBC, en la que parece que
se obtienen mejores rendimientos, implicando a todos los militantes del
partido como si de una campaña militar se tratase. Y todo para mejorar
el cultivo de los tubérculos, básicamente papas.

La asamblea comunista de Matanzas volvió a poner el dedo en la llaga que
más preocupa actualmente a los que se empeñan en defender los
"lineamientos", y que es el respeto a las normas de contratación, en la
que se sigue observando un "notable índice de indisciplina", y cito
textualmente, "por la falta de rigor, la inercia y la permisibilidad de
los errores".

Estamos de acuerdo en que los incumplimientos son injustificables en una
economía. En lo que evidentemente no coincidimos es en el análisis de
los motivos. Los incumplimientos en la economía castrista vienen
motivados por el modelo existente, que aleja la responsabilidad de las
decisiones de productores y consumidores de la esfera de sus relaciones
mercantiles. El intercambio entre oferta y demanda, en una economía de
mercado, se rige por el funcionamiento transparente y eficiente de los
precios, y las normas jurídicas sirven para dar respaldo a lo que es una
actividad deseada y orientada a la búsqueda de beneficios.

En ausencia de este modelo, como ocurre en la economía castrista, el
incumplimiento aparece por una dejación de responsabilidades. No hay
cambio de mentalidad para solucionar este problema. Podemos
preguntarnos, para qué el productor va a asumir responsabilidad alguna
si al final existe en la jerarquía de la sociedad y del partido un
burócrata al que puede achacar cualquier resultado, sobre todo,
negativo. Este modelo no funciona. Propende al descontrol y al caos, al
incumplimiento de lo pactado, y la ausencia de responsabilidades. Solo
un marco jurídico alternativo al existente puede servir para dar
solución al problema.

Al igual que en otras provincias, el sector azucarero apareció en la
asamblea de Matanzas, con los mismos problemas de "eficiencia
industrial, de normas operacionales, falta de exigencia y fallas en la
gestión administrativa", lo que no deja de ser sorprendente en un nación
con una gran tradición y conocimiento en este sector, que los ha
despilfarrado desde que en 2002 Fidel Castro decidiera hacer desparecer
el azúcar de la economía. Dejar que estas informaciones se conozcan en
el exterior debe producir un motivo de satisfacción y de optimismo a los
productores de otros países que se empeñan en liquidar al sector
azucarero cubano en los mercados mundiales.

Y a diferencia de las otras provincias, la asamblea abordó el asunto del
turismo. No es para menos. Matanzas recibe aproximadamente el 40% de los
turistas extranjeros y aporta el 35 % de los ingresos del sistema, según
datos del delegado del MINTUR en Matanzas.

Hecha esta presentación, los comunistas se dedicaron a lo de siempre, a
hablar de "la necesidad de racionalizar y disminuir costos y gastos
admitir deficiencias en el control interno, en la calidad de los
servicios y en la exigencia administrativa de algunos directivos". En
definitiva, a comentar la pérdida de potencialidades que se derivan de
contar con un resort como Varadero, pero sin referencia alguna a la
aparición de empresas en la promoción de la oferta complementaria del
sector, algo absolutamente necesario para mejorar los niveles de demanda.

Y poco más. Alguna referencia a los problemas de la sanidad y al mismo
enunciado de siempre, del cambio de mentalidad. La idea de que los
cambios en la economía que incorporan los "Lineamientos" se pueden
realizar con un cambio de mentalidad. Cubrir el expediente burocrático y
mañana a continuar con el road show a otra provincia. No existe voluntad
de las autoridades de atacar de fondo los problemas de la economía
castrista, y por tanto, no debemos esperar gran cosa de los
"lineamientos". Ni mucho menos, de su estrategia de discusión e
implantación.

http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=32685

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