Martes, 21 de Junio de 2011 00:27
Hugo Araña
Matanzas, 21 de junio de 2011 (PD) A pesar de haberse construido a
través de los Servicios Comunales un centro para albergar a los perros
sin dueño que deambulan por las calles de la ciudad de Matanzas, este
lugar presenta problemas como la falta de agua y de un celador. Así que
cuando cargan con un perro cuyo dueño no tuvo el cuidado de impedir que
saliera a la calle, tiene 48 horas para reclamarlo. De ahí en adelante,
lo más probable que le suceda al animal, es que muera de sed o hambre.
Esto lo conocimos a través del semanario matancero Girón, por lo tanto,
se supone que la veracidad viene garantizada.
Este comentarista se pregunta cómo el establecimiento sufre del abandono
en que se encuentra cuando el Centro Provincial de Higiene,
Epidemiología y Microbiología, es responsable directo de este local.
Que desgraciadamente ciertos ejemplares perrunos tengan que recogerse
porque a lo mejor infectan a la población, es loable, pero que después
los dejen morir sin remordimiento alguno (incluso a los que sus dueños
no se apuren en reclamar) es horrible.
Por eso, cuando algún vecino de Matanzas se entera de que su perro se
escapó y fue conducido a ese lugar, los temores aumentan, porque
probablemente nunca más lo volverá a ver y acariciar. No son pocas las
voces airadas que maldicen a dicho lugar, un campo de concentración de
los canes queridos y no tan queridos.
Según tenemos conocimiento, el gobierno cubano se niega a legalizar,
como en cualquier otro país, la Asociación Protectora de los Perros,
porque argumenta que con la creación de esos centros de recogida, el
problema está resuelto.
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