Friday, June 24, 2011 | Por León Padrón Azcuy
LA HABANA, Cuba, junio (www.cubanet.org) – Hace unos años las
autoridades pusieron en marcha el "Plan 23", con el propósito de reparar
las caferías y restaurantes que brindan servicios en moneda nacional en
la céntrica calle 23 del Vedado, que se extiende desde el malecón al
puente Almendrares, y es una de las más populares de la capital. La
terminación de la obra fue un regalo para los habaneros.
Hoy, la inversión del Plan 23 se ha evaporado. Los establecimientos
gastronómicos, dotados en 2008 de algunas comodidades y un menú
relativamente variado, muestran nuevamente una depauperación alarmante.
La meta original de satisfacer de manera permanentemente las necesidades
del público que transita por 23, no se ha logrado. El plan fracasó y lo
hecho se ha esfumado; ahora se requeriría mucha voluntad para volver a
reanimar la calle.
Después de 50 años de comunismo, a pesar de los esfuerzos por
rescatarla, y quizás como un reflejo en menor escala de la realidad de
todo el país, mucho dista 23 de ser lo que otrora fue. En estos tiempos
exhibe una escuálida y penosa red de depauperados timbiriches, con
lugares como el "punto de café" ubicado frente la heladería Coppelia, la
"casa del té", en 23 y G, la "cafería de F", el restaurante Loipa, en
10, la cafetería de 12 y 23, el "punto de venta de de perros calientes",
de 16, y "la cuevita", entre otros desastres. El aspecto y la atención
de estos lugares deberían ser razón más que suficiente para no tomarse
ni un café en ellos.
Ya no basta con otro "plan" o inversión que a la postre languidezca por
la endémica falta de constancia en su mantenimiento. Quizás funcionaría
algún plan que brindara a los trabajadores de los negocios algún
incentivo económico, como la participación legal en las ganancias, algo
que los haga realmente involucrarse en el cuidado del prestigio y el
buen funcionamiento de los lugares. Un poco de capitalismo, una manera
de eliminar las causas del desinterés y la corrupción que han generado
la nueva decadencia de los negocios de esta calle, y de todo el país.
Muchos que peinan canas recuerdan lo que era la calle 23 hace medio
siglo, algo que los jóvenes no conocieron. Casualmente, en estos días
circula de mano en mano por La Habana, en memorias flash y CD's un video
de los años 50 sobre la famosa calle habanera, que ha causado sensación.
Los jóvenes, especialmente, quedan boquiabiertos al verlo.
Aunque no ha perdido su importancia para los habaneros y sigue siendo
uno de los principales puntos de encuentro de la capital, lejos está 23
de ser lo que fue en el capitalismo, por más que se esfuercen en
reconstruirla con "planes" socialistas.
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