Fernando Sánchez López
Centro Habana, La Habana, 22 de junio de 2011, (PD) El 7 de marzo pasado
la Convergencia Liberal Cubana (CLC) envió al gobierno cubano un
documento titulado "Cuba necesita ser salvada". El mismo se refiere en
todas sus partes a la crisis en que se encuentra la nación cubana y
describe lo ocurrido en nuestro país en los últimos 59 años.
El documento, enviado a propósito del VI Congreso del PCC, analizó los
siguientes aspectos: elecciones democráticas, la adopción del sistema
marxista por parte del gobierno, situación económica antes y después de
1959, reforma agraria y latifundio estatal, pleno empleo, la ofensiva
revolucionaria del 13 de marzo de 1968 y la Constitución de 1976.
A pesar de la gravísima crisis económica que enfrenta el país es
inexplicable que el gobierno cubano haya malgastado millones de dólares
en el desfile militar y civil efectuado el 16 de abril en la Habana, en
conmemoración de la victoria de Playa Girón. Quince días después
incurrió en gastos similares al efectuar desfiles por los festejos del
1ro de Mayo en todas las provincias y municipios del país.
Cuba atraviesa el momento más crítico y difícil de su historia; el
pueblo se encuentra sumido en el período más doloroso y desolador de
estos 110 años de república, que incluyen la pérdida de valores y
tradiciones. Pero nada de lo que le ocurre al pueblo cubano es
importante para las autoridades. Lo que importa es aprovechar cada
oportunidad para mostrar la capacidad de convocatoria y de propaganda
con la que cuentan, tratar de engañar a la opinión pública mundial y de
paso, atemorizar a la población.
Si hacemos un simple análisis de la situación actual, llegamos a la
conclusión de que los trabajadores cubanos no tienen nada que celebrar
¿O es acaso motivo de celebración que 1,2 millones de cubanos pierdan
sus empleos durante los próximos meses y que la solución principal sea
permitir el incremento de los trabajos por cuenta propia?
¿Será motivo de celebración que los causantes del desastre económico,
político y social que padecemos los cubanos por más de 52 años serán los
mismos que continúen al frente del Partido y del gobierno? ¿Podrán
estas personas, que en su mayoría sobrepasan los 80 años, resolver en 5
o 10 años lo que no fueron capaces en 52, aun cuando eran mucho más jóvenes?
En cuanto a la decisión de limitar a un máximo de 2 períodos de 5 años
en el desempeño de los cargos políticos y gubernamentales, en el
documento enviado por la CLC, decimos lo siguiente: "El 8 de enero de
1959, Fidel Castro, prometió que en un breve plazo se celebrarían
elecciones libres y democráticas". De haber cumplido su promesa ¿cuántos
sufrimientos, penurias, separación de familias, encarcelamientos y
muertes nos habríamos ahorrado?
Es muy posible que en aquellos primeros años Fidel Castro hubiera
obtenido la presidencia de la república por dos períodos consecutivos.
Pero así, seguramente también la ofensiva revolucionaria de 1968, la
cual destruyó este país económicamente, no se hubiera materializado. Es
curioso que ahora, al final de sus vidas, la elite en el poder decida
limitar el periodo de tiempo para el desempeño de los principales cargos
políticos.
Nuestro Apóstol José Martí, era de la opinión de que: "una Constitución
es una ley viva y práctica que no puede constituirse con elementos
ideológicos".
El Presidente Raúl Castro, al referirse al proceso de excarcelación de
presos políticos y de conciencia aún no concluido, los tildó de: "presos
contrarrevolucionarios que han conspirado contra la patria al servicio
de una potencia extranjera".
En relación a esto último creo saludable remitirme a las palabras de
Monseñor Pedro Maurice, en ese entonces Arzobispo de Santiago de Cuba,
cuando dijera, en ocasión de la visita del Papa Juan Pablo II en enero
de 1998 a esa histórica ciudad, lo siguiente: "Santísimo Padre le
presento además a un número creciente de cubanos que han confundido la
patria con un partido, la nación con el proceso histórico que hemos
vivido en las últimas décadas y la cultura con una ideología. Son
cubanos que al rechazar todo de una vez sin discernir, se sienten
desarraigados, rechazan lo de aquí y sobrevaloran todo lo extranjero.
Algunos consideran esto como una de las causas más profundas del exilio
interno y externo"
Soy de los que creo positiva la propuesta de diálogo del presidente
cubano al gobierno de los Estados Unidos. Sin embargo, pienso que
primero es necesario el diálogo entre todos los cubanos: gobierno,
oposición, disidencia, sociedad civil, exilio y juventud cubana en
particular.
Ese diálogo es lo que verdaderamente nos puede conducir a la real
solución que hoy demanda la nación y a su vez, la única garantía de que
se produzcan los cambios anhelados por la gran mayoría de los cubanos.
http://www.primaveradigital.org/primavera/politica/54-politica/1628-nada-que-celebrar
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