Friday, May 20, 2011

Un oportunista de apellido Barnet

Un oportunista de apellido Barnet
Friday, May 20, 2011 | Por Orlando Freire Santana

LA HABANA, Cuba, mayo (www.cubanet.org) – Miguel Barnet siempre
comprendió que la mejor manera de no buscarse problemas con el poder,
era que su obra literaria apenas rozara la epidermis de la revolución.

Sus dos primeros libros, Biografía de un cimarrón y Canción de Rachel,
al tratar sobre un negro esclavo y una vedette de los primeros años de
la República, se encuentran muy alejadas del contexto revolucionario.
Su trilogía testimonial se completa con Gallego, una trama en la que el
protagonista cuenta las peripecias de su arribo a Cuba procedente de
Galicia, y su posterior adaptación a la vida caribeña. Aquí Barnet
traspasa el año 1959, y llega hasta las confiscaciones revolucionarias
de los negocios privados, uno de los cuales resultó ser el del propio
gallego-cubano. Y ahí la novela termina. Claro que el autor pudo haber
avanzado más en el tiempo al desarrollar la trama, pues la obra fue
escrita en los años ochenta. Sin embargo, Barnet optó por dejarlo ahí y
no tomar el toro por los cuernos.

Su siguiente libro, La vida real, de 1986, narra la existencia de un
cubano que emigra a Estados Unidos en la década de 1940, y decide
visitar la isla después de 1959. Cuando los lectores esperan, lo que
podría haber sido lo mejor de la novela, la impresión que le causa la
nueva Cuba al emigrante, Barnet los deja con las ganas, pues concluye
ahí mismo el relato.

Por último, Oficio de ángel, con evidentes tintes autobiográficos,
rescata la infancia y adolescencia de un joven de familia acomodada, que
asume positivamente el triunfo castrista. La novela refleja los sucesos
de Playa Girón y la Crisis de octubre. Pero nuevamente el "prudente"
Barnet se detiene en el tiempo, sin tocar un período muy rico y
contradictorio de nuestra historia reciente.

Cuando parecía que Barnet había concluido su obra como narrador para
concentrarse en sus tareas políticas, se nos aparece con Fátima o el
Parque de la Fraternidad, un relato que envió en 2006 al bien remunerado
concurso de cuentos Juan Rulfo, de Radio Francia Internacional. Fue sólo
cuando ya era común en la literatura cubana abordar temas como la
prostitución y el homosexualismo, que Barnet decide contar la historia
de un travesti que todas las noches sale a prostituirse con extranjeros.
Claro, el travesti de su cuento se declara amigo de la revolución, y
dice que con su actitud no daña la sociedad. Finalmente, el presidente
de la UNEAC se alzó con el premio mayor del certamen.

Y como apropiado colofón y premio extraordinario a semejante vida,
Barnet ya tiene quizás el galardón que más ha ambicionado, y el más
merecido: uno de los 115 asientos del exclusivo Comité Central del
Partido Comunista de Cuba.

http://www.cubanet.org/articulos/un-oportunista-de-apellido-barnet/

1 comment:

Unknown said...

Soy tambien de apellido Barnet,familia que llego a Cuba oriunda de Barcelona Espana y por cierto eran medicos ,musicos y personas muy preparadas ,vivo en Miemi ,descendiente de esa familia .