14-12-2010.
Angélica Mora
(www.miscelaneasdecuba.net).- y tanto hipócrita suelto, que da pena.
Están en nuestro entorno, en la política, en todas partes. Tengo muchos
defectos, pero como ustedes me conocen, no soy hipócrita y por eso digo
las cosas tal como son. Las teclas de mi computadora son libres, porque
nadie me paga un centavo por mis escritos... así que puedo escribir sin
ataduras de ninguna especie.
HaEl fingimiento, la santurronería, la zalamería, la falsedad, la
mojigatería... están presentes en cada acto de nuestra vida cotidiana. Y
de vez en cuando saltan casos como el de WikiLeaks para mostrarnos la
simulación diplomática en toda su falsedad.
Herman Hess plasmó el problema en "El Lobo Estepario" y nunca el caso
del doblez personal estuvo mejor representado que en Harry Haller, el
triste personaje que decía una cosa cuando estaba pensando otra.
¿Pero en nuestra vida real, qué hay detrás de cada drama?
Esposos que se engañan, hijos que viven una falsa vida, empleados que
roban, políticos que mienten y levantan engañosas pantallas para que el
público crea en ellos en el momento de votar y más tarde se olvidan de
todas las promesas.
Dictadores en cierne, que mienten para llegar al poder y luego siguen
engañando. Religiones que instan a sus fieles a matar a los infieles.
Iglesias que prefieren pactar con el Diablo para obtener el poder
levantar un seminario en tierra hostil a los credos religiosos.
La hipocresía está en todas partes. Sin embargo, hay seres generosos que
todavía creen en la dignidad del ser humano y en la Patria donde
nacieron y no se venden ni siquiera para obtener la libertad. ¿Quien
mira y habla por ellos? No muchos y esa es la terrible realidad en el
mundo de los hipócritas.
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=30755
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