Viernes 04 de Junio de 2010 10:34 Agencias
Raúl Castro cumplió el jueves 79 años, sin que se adivinen sucesores
claros para el liderazgo del régimen. Su cumpleaños no fue mencionado
por la prensa oficial, posiblemente porque el tema es sensible para la
vieja guardia de la Revolución, indicó un reporte de Reuters.
Por el momento, el general, que reemplazó formalmente a su hermano
enfermo Fidel Castro en febrero de 2008, parece tener buen estado de
salud y nada indica que planee dejar el cargo.
"Hay quien dice que en los círculos de poder norteamericanos se esperará
a la desaparición de la generación histórica de la Revolución, una
apuesta tenebrosa en torno al llamado 'factor biológico' o, lo que es lo
mismo, la muerte de Fidel y de todos nosotros", dijo Raúl Castro en un
discurso ante la Asamblea Nacional en agosto de 2009.
"Quienes así piensan están condenados al fracaso", afirmó.
En otro discurso, en abril, ante jóvenes militantes comunistas, el
general dijo que los líderes del régimen están trabajando en la
"actualización" del modelo económico "con el propósito de sentar las
bases de la irreversibilidad y el desarrollo del socialismo cubano".
La tarea no es fácil porque es una lucha contra el tiempo y la inercia
que ha acompañado al sistema durante sus cinco décadas de existencia.
Castro, que fue ministro de Defensa casi medio siglo, ha tratado de
resolver esa inercia poniendo militares de su confianza en algunos
ministerios claves del país.
También ha intentado algunos ajustes para elevar la productividad, y
reducir ligeramente el papel del Estado. Hasta ahora, los llamados
"cambios" se reducen a permitir que los barberos y conductores de
autobuses y taxis operen más como pequeñas empresas, repartir tierras
ociosas y ensayar medidas de descentralización en la agricultura, entre
otras medidas.
Mayores reformas en el sector minorista y los servicios por el momento
sólo están en debates en la prensa estatal y rumores.
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, el principal aliado económico y
político de La Habana, dijo en la televisión de su país la semana pasada
que Castro le confió, a modo de advertencia, que Cuba había cometido
"muchos errores" en su camino al comunismo.
Chávez citó a Castro: "Nosotros aquí estatizamos hasta la funeraria, la
barbería, la venta de helados. Eso no tiene por qué ser del Estado".
El general también ha intentado, sin mucho éxito, una ofensiva contra la
corrupción, y ha advertido que los cubanos deben dejar de depender de
los subsidios del gobierno.
"Lo que queda por ver es hasta dónde va a ir con sus reformas y si serán
suficientes", dijo un diplomático occidental citado por Reuters.
Castro ha hablado de los futuros líderes sólo en términos generales. En
sus discursos ha dado por hecho que hay muchos jóvenes dispuestos a
mantener la revolución en los próximos años.
Pero el tiempo se está convirtiendo en un bien muy preciado para los
líderes del país.
El inmediato sucesor de Castro, el primer vicepresidente José Ramón
Machado Ventura, cumplirá 80 años en octubre y la edad promedio de los
seis vicepresidentes del Consejo de Estado es 71,6 años.
Todos son menores que Fidel Castro, que tiene 83 y sigue siendo el
primer secretario del gobernante Partido Comunista.
Las especulaciones sobre quién conducirá el país una vez que esta
generación se marche incluyen desde miembros más jóvenes de la familia
Castro hasta militares que ahora ocupan altos cargos en el gobierno.
"Pero no hay candidatos obvios, ni que están siendo preparados con
claridad", advirtió otro diplomático occidental.
Los dos hombres más jóvenes que se pensaba serían los sucesores, el ex
vicepresidente Carlos Lage y el ex canciller Felipe Roque Pérez, fueron
destituidos el año pasado, tras criticar y mofarse de sus ancianos jefes
en conversaciones grabadas en secreto.
Ambos habían hecho insinuaciones de cambios.
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