Cuba, ¿es posible hacerlo allá?
By OSCAR PEÑA
Afortunadamente para los que vivimos en democracia hay en nuestra
abierta sociedad espacios creados o que se pueden crear para cualquier
opinión, incluso para las más descabelladas. Y no faltan en este
polifacético Miami aquellos que repiten el guión de los medios oficiales
del régimen cubano. Están en su completo derecho y yo he defendido y
defenderé siempre ese derecho y no considero importante pensar o
especular en los motivos y móviles para esta corriente de pensamiento.
No me parece justo, ni necesario.
No obstante, considero necesario abordar y precisar un tema específico
que se ha tratado recientemente luego de la reunión de Raúl Castro con
la alta jerarquía de la Iglesia Católica cubana, porque ha surgido la
idea en algunos que el gobierno totalitario cubano sólo tiene como
referencia alternativa a la Iglesia Católica porque los llamados
disidentes y sociedad civil son inexistentes y no tienen ningún programa
político.
No exagero si expreso que estamos en presencia de una burda manipulación
de la realidad. Señalar verdades a medias y obviar ex profeso las causas
de los problemas sólo se puede justificar desde la óptica de las malas
intenciones. ¿Qué programa político alternativo se le puede dar a
conocer a la población cubana si no se cuenta ni con aquellos viejos
mimeógrafos e imprentas privadas a las que recurrieron los del
movimiento 26 de Julio de Fidel Castro en su época de oposición para dar
a conocer sus proclamas y programas? ¿No son estas afirmaciones una
manera más de intentar desvirtuar la realidad cubana? ¿No es una forma
de servir a esa dictadura?
La Iglesia Católica cubana ha jugado un papel en la vida social de Cuba,
pero decir que el gobierno tiene que recurrir a ella porque la oposición
política no tiene programa es una visión simplista del problema cubano y
una actitud excluyente e irrespetuosa con la valiente oposición al
régimen. Llenas están las gavetas de la policía política de incautados
programas económicos, políticos y sociales de los demócratas cubanos,
como el llamado a un diálogo nacional que hizo en Cuba el Comité Cubano
Pro Derechos Humanos hace 20 años para sentarnos entre adversarios en
una mesa a discutir y resolver los problemas del país entre cubanos.
Después el Proyecto Varela, Concilio Cubano, la Asamblea para Promover
la Sociedad Civil, el proyecto del Arco Progresista, por sólo mencionar
algunos. Sus gestores han sido encarcelados, reprimidos, deportados y
desprovistos de medios por la fuerza. Si estos proyectos no son más
conocidos por la población ha sido por los gestos implacables del
régimen que cercena las libertades con absoluta impunidad.
Permitir a los que tenemos tales proyectos acceso a los medios de
difusión masiva dentro de Cuba (aun pagados) como hemos solicitados en
varias ocasiones, sería una sana, moderna y cívica solución para dar a
conocer al pueblo otras proyecciones y soluciones viables, pacíficas y
reconciliatorias. Así el pueblo podrá conocer esos programas o buenas
intenciones. ¿Es posible hacerlo allá?
http://www.elnuevoherald.com/2010/06/05/735359/oscar-pena-cuba-es-posible-hacerlo.html
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