Cuba se prepara para una temporada ciclónica más activa
Realizan ejercicio para ciclones, sismos, maremotos y otros fenómenos
naturales de gran intensidad
Agencias, Madrid | 24/05/2010
Cuba se prepara para una temporada de ciclones en el Atlántico "más
activa'' este año con el ejercicio "Meteoro 2010'', cuyo objetivo es
entrenar a la población y los organismos estatales para hacer frente a
situaciones extremas en caso de desastres naturales, informaron el
domingo medios oficiales.
El director del Centro Nacional de Pronósticos del Instituto de
Meteorología de la isla, José Rubiera, dijo que la temporada de ciclones
que comienza oficialmente el 1 de junio y se extiende hasta el 30 de
noviembre se pronostica "más activa'' que una de tipo promedio.
En una reunión del Consejo de la Defensa Civil en La Habana Rubiera
explicó que este año influyen factores como las altas temperaturas en
las aguas del océano Atlántico y el debilitamiento del fenómeno
climatológico "El Niño'' en el Pacífico, que favorecen el desarrollo de
los ciclones tropicales.
''Tenemos que estar siempre preparados, sin pensar en los pronósticos,
la máxima de este pueblo es la prevención'', recalcó el meteorólogo.
La primera fase del ejercicio "Meteoro 2010'' realizada el fin de semana
pasado por la Defensa Civil estuvo dirigida a la preparación para
sismos, maremotos y otros fenómenos naturales de gran intensidad como
los huracanes y la sequía.
Un segundo periodo programado para el 25 y 26 de junio también
comprenderá ejercicios prácticos en labores de prevención y mitigación
de efectos de eventos naturales y sanitarios.
Sus organizadores informaron que la práctica incluyó entrenamientos para
disminuir "vulnerabilidades'' con acciones de limpieza, así como la
protección de recursos de la economía y de la población con evacuaciones
masivas ante fenómenos naturales o accidentes como incendios.
El primer ejercicio "Meteoro'' se realizó en 1986 y desde entonces se
celebra principalmente para encarar catástrofes naturales.
El año pasado Cuba solo recibió el impacto indirecto del ciclón "Ida'' a
su paso por el Golfo de México, que causó algunas inundaciones en la
región más occidental de la isla, donde aún quedaban huellas del paso
devastador de tres huracanes de gran intensidad que en 2008 provocaron
siete muertes y daños calculados oficialmente en 10.000 millones de dólares.
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