Teatro, impuro teatro
By RAUL RIVERO
Madrid -- El señor Don Miguel Angel Moratinos, ministro de Asuntos
Exteriores y de Cooperación de España, asumió esta semana en Madrid la
misma filosofía que los abogados cubanos cuando tienen que defender a un
opositor político frente a los tribunales de la dictadura. No pidió
justicia y libertad. Pidió clemencia.
Lo hizo durante una reunión de varias horas con una comitiva de
burócratas de bajo perfil para darle continuidad a una serie de
diálogos, abiertos en abril de 2007, después de una visita del
funcionario español a La Habana.
Ese viaje le dio un nuevo tono a las relaciones entre los países porque
el viajero no atinó a encontrar ni una media hora de su tiempo para
recibir a ningún representante de los demócratas cubanos, la prensa
independiente o las Damas de Blanco en nombre de los dos centenares de
presos políticos que están en las cárceles.
Ahora, en la capital española, se escenificó el cuarto acto de la obra
que sube siempre su telón sin prensa y con la sala vacía. A manera de
entremés se organizó, el día antes, un seminario sobre derechos humanos
en el Palacio de Viana donde los delegados del gobierno cubano se
encontraron con juristas y miembros de la organizaciones no
gubernamentales de Cuba y España, según fuentes de la cancillería.
Las llamadas ONG cubanas que asistieron a la representación son
mecanismos castristas controlados por la embajada de La Habana. Ni una
sola de las numerosas instituciones de exiliados fue convocada para que
se escuchara su opinión y, con ella, el mensaje de las víctimas reales
que padecen en la isla el rigor de la represión.
Con esos protagonistas, los organizadores del seminario no dudaron en
afirmar que el evento tuvo un ``buen desarrollo''.
El ministro de España pidió un trato humanitario para los presos y los
disidentes que tienen problemas de salud y dijo que ``la agenda fijada
de común acuerdo nos va a permitir avanzar, consolidar la confianza y la
promoción y el respeto de los derechos humanos y un mayor grado de
entendimiento y cooperación en este ámbito''.
Algunos medios de prensa han visto como positivo ``un ligero descenso''
en las listas de presos. De 205 se ha pasado a 201, como si los hombres
fueran números y la libertad un don que conceden los verdugos y no una
necesidad del ser humano.
os prisioneros políticos, inocentes y encarcelados por sus ideas, lo que
necesitan es solidaridad y apoyos para regresar a sus casas y a sus
vidas con pleno derecho a pensar libremente y a trabajar por su país.
Las medicinas y el cariño corren por cuenta de sus amigos y de la
familia. Por cuenta de personas de España, de Estados Unidos, de Francia
y de todo el mundo que trabaja sin brújulas ni ideologías para que
hombres como Orlando Zapata o Ariel Sigler Amaya no se mueran en una
cárcel en el alba del siglo XXI.
Clemencia no. Libertad para los presos y respaldo para los opositores
pacíficos, los activistas de derechos humanos y los periodistas sin mandato.
RAUL RIVERO: Teatro, impuro teatro - Opinión - ElNuevoHerald.com (21
February 2010)
http://www.elnuevoherald.com/2010/02/21/658915/raul-rivero-teatro-impuro-teatro.html
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