2010-02-07.
Juan Carlos Linares Balmaseda, Periodista Independiente
(www.miscelaneasdecuba.net).- Activistas de derechos humanos consideran
que los 10 de diciembres es "obligación" manifestarse en las calles,
"festejando" así el día de los derechos humanos. Lo que implica
enfrentar a las turbas paramilitares.
Los "festejos obligatorios" mejor dejárselos al Partido Comunista de
Cuba, que impone la ideología anotando nombres en listas de
participación colectiva para luego segregar a los que se ausentan.
Se supera el autoritarismo practicando el libre albedrío, y el verdadero
objetivo de la Declaración Universal (compuesta de sus 30 artículos) que
no es otro que promover y potenciar el respeto por las libertades
fundamentales, por los derechos personales, civiles, políticos,
económicos, sociales y culturales, sólo limitados por el reconocimiento
de los derechos y libertades de los demás.
Hay sobrada razones para concertar desde ahora una celebración
mancomunada el próximo día de los Derechos Humanos, persuadiendo a los
conciudadanos de lo vital que es defender requisitos de moralidad, orden
público y bienestar general, entre los que se encuentran el derecho a la
vida, a la libertad, a la seguridad personal; a no ser víctima de una
detención arbitraria; a un proceso judicial justo; a la presunción de
inocencia hasta que no se demuestre lo contrario; a la no invasión de la
vida privada y de la correspondencia personal; a la libertad de
movimiento y residencia.
El derecho de asilo político (artículo 14), no ha de ser una solución
personal antepuesta a la salvación nacional, que menoscabe los derechos
a la nacionalidad; a la propiedad; a la libertad de pensamiento, de
conciencia, de religión, de opinión y de expresión; a asociarse, a
formar una asamblea pacífica y a la participación en el gobierno; a la
seguridad social, al trabajo, al descanso y a un nivel de vida adecuado
para la salud y el bienestar; a la educación y la participación en la
vida social de su comunidad.
El pasado 10 de diciembre unos acudieron al parque Villalón, convocados
por el Doctor Darsi Ferrer, preso actualmente. Golpes y detenciones de
hecho fue la opción única. Las Damas de Blanco desfilaron calladas por
calles haciendo gala de una gallardía sin límites.
La población las elogiaba en mutismo y una minoría las ofendía. En sus
casas quedaron activistas faltos de ese sosiego requerido para soportar
humillaciones. Otros se deleitaron con la alocución de Barak Obama en la
toma de su Premio Nobel de la Paz, ceremonia que el Gobierno de Cuba no
tuvo valor de transmitir.
DEBERES - Misceláneas de Cuba (7 February 2010)
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=25555
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