Wednesday, February 03, 2010

"Bissneros", holgazanes y burócratas en la mira de Raúl Castro

"Bissneros", holgazanes y burócratas en la mira de Raúl Castro

Como parte de una política contra el paternalismo estatal que ha primado
en Cuba en medio siglo de revolución, Raúl Castro planea eliminar el
subsidio creado en la crisis de los años 90 para quienes quedaban sin empleo
03 de febrero 2010 | 01:35 pm - AFP

La conducta de cubanos como Rita, que se tiñe el pelo en su jornada
laboral, de Abel que no quiere oír hablar de sembrar la tierra, o de
Pedro que prefiere vivir del mercado negro, está en la mira de Raúl
Castro, que cuenta con cambiarla para sacar al país de la crisis.

Como parte de una política contra el paternalismo estatal que ha primado
en Cuba en medio siglo de revolución, Raúl Castro planea eliminar el
subsidio creado en la crisis de los años 90 para quienes quedaban sin
empleo, y reubicar a miles en agricultura, construcción y otras áreas
urgentes, a fin de aumentar la producción.

El gobierno promete que "nadie va a quedar desamparado". Y aunque la
medida pueda ser impopular, "el Estado no puede continuar subsidiando a
trabajadores que queden disponibles", dijo Salvador Valdés, máximo
dirigente de la única central sindical.

"¡Olvídate de eso chica! Yo no estoy pa' eso. De construcción no quiero
oír hablar y del campo menos. Si me mandan a la casa, ojalá me reubiquen
en una tienda", dice Abel, empleado de una de las gasolineras donde
están instalando dispensadores de autoservicio.

Tras un crecimiento económico de 1,4% en 2009 en vez de 6% esperado y
una modesta meta de 1,9% en 2010, Raúl Castro ordenó recorte de gastos
-incluso en educación y salud-, ahorro de energía, control de recursos,
impuestos y eliminación de subsidios (la canasta básica mermó y cerraron
comedores obreros a cambio de una compensación).

Con su salario de ingeniera, Marina, de 36 años, lleva tres meses en
labores de limpieza, digitalizando inventarios o vigilando que los
obreros que restauran el edificio donde trabajaba no se roben la pintura
o el cemento.

"Cerraron el proyecto en que trabajaba y todavía no me reubican. A
algunos compañeros los mandaron a la casa a esperar con 60% del
salario", comentó. Pero no figuran en la tasa oficial de desempleo de
1,7% de una fuerza laboral de 4,9 millones, en 11,2 millones de habitantes.

De las ocho horas muchos trabajan cinco. En las otras resuelven algún
asunto personal. "Hay que hacer cola para todo, así que uno agarra su
ratito", dice Rita, quien compraba en un mercado del barrio Vedado, tras
ir a la peluquera cerca de donde trabaja de administradora.

Para elevar eficiencia y producción, Raúl Castro eliminó el
"igualitarismo" salarial, pero el nuevo sistema de pago por rendimiento
choca con el aparato burocrático.

También declaró la guerra a los holgazanes. Aunque muchos como Iván, de
26 años, se las arreglan para no trabajar. "No hago nada con 20 dólares
al mes que paga el Estado", dice jugando dominó en una acera de La
Habana Vieja.

El gobierno se queja de que en Cuba hasta los vagos gozan de subsidios,
salud y educación gratis, mientras faltan brazos para cultivar.

"Yo era marinero pero pedí la baja (renuncié) para irme a México. Como
no me salió, vivo del bussiness, vendiendo por 'la izquierda' -ilegal-.
Raúl quiere poner a todo el mundo a trabajar, pero el desorden lleva
muchos años", dice Pedro, un cincuentón.

Según la Iglesia Católica, la economía corre riesgo del "colapso". "Las
condiciones socioeconómicas de un país no cambian" por "discursos",
"decretos" o "llamados a trabajar duro", opinó, sugiriendo reformas de
apertura.

Raúl Castro, quien relevó en 2006 a su hermano Fidel, dice que su misión
no es restaurar el capitalismo, sino perfeccionar el socialismo. En eso,
añade, no puede haber "improvisación".

El país encara una falta de liquidez, afectado por la crisis
internacional, los huracanes y el embargo estadounidense. Pero también,
admite el gobierno, a errores e incongruencias internas.

Se ven casos de más custodios que albañiles en una construcción;
alimentos que se pierden porque no son distribuidos o funcionarios que
en invierno echan a andar los aires acondicionados para no sobrecumplir
la meta de ahorro exigida.

Un cartel en un centro laboral, fotografiado por un diario local,
ilustra jocosamente el desorden: "Horario: abrimos cuando venimos,
cerramos cuando nos vamos. Y... si viene y no estamos es que no
coincidimos".

Bissneros, holgazanes y burócratas en la mira de Raúl Castro |
Internacional| El Nacional.com (3 February 2010)
http://www.el-nacional.com/www/site/p_contenido.php?q=nodo/120913/Internacional/Bissneros,-holgazanes-y-bur%C3%B3cratas-en-la-mira-de-Ra%C3%BAl-Castro

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