2009-09-18.
Dr. Sinué Escolarte, Periodista Independiente
(www.miscelaneasdecuba.net).- La Habana, Cuba.- Es el socialismo un
sistema de gobierno, un modelo político, o un proyecto? De aceptar
cualquiera de las dos primeras interrogantes habría que demostrar su
consolidación en algún país, cosa que como se conoce no ha ocurrido.
Con solo asimilar que se le llame socialismo, sus seguidores logran lo
que persiguen: que lo tengan en cuenta, que sea acogido, rechazado,
discutido, comparado. Es suficiente. Después de considerarlo dentro de
lo que existe, se usa, sirve, tiene algún valor, o no, defenderlo de los
atropellos y las trampas que no lo dejan avanzar, es la próxima parada
justificadora de los constantes errores que incluye. Sembrarlo en otros
territorios asegura la continuidad, el apoyo.
En su diario confundir, a mitad de camino se estanca y, a base de falsas
ilusiones y mentiras convertidas en verdad, se sostiene. De ahí la
importancia de preparar simultáneamente una multitud sugestionable e
irracional, a quien poder confundir y mantener esperanzada.
Subestimar esta sutil estratagema, que repiten los obsesionados de poder
en diferentes aspectos de la vida una y otra vez, ha costado a gran
parte de la humanidad sobre todo latinoamericana, retraso y la
enmarañada situación socio-político-económica que vive hoy, impregnada
de la dogmática, envolvente y abarcadora doctrina ideológica que la recubre.
Es así como la comparación que buscan se materializa, ganando otro
peldaño invisible, a pesar de ser imposible, entre un proyecto y una tesis.
Con el proyecto se intenta demostrar algo, se propone. Con la tesis se
señala el resultado de una investigación completada a partir de
experiencias y objetivos que sugieren acciones usando recursos luego de
llegar a conclusiones, o se inicia el camino para que se demuestre una
variante.
La tesis tiene razones para ser criticada después de concretar su
proposición o no.
El proyecto tendrá que ser aprobado, esperar su culminación, para que se
comprueben sus beneficios o desastres, haciéndose difícil criticarlo
desde lo subjetivo.
El capitalismo imperfecto, es una tesis concluida luego de fracasado un
proyecto comunitario, como consecuencia de la evolución natural entre
los hombres, que comenzaron produciendo para comer, intercambiando para
variar, arrebatándoselos unos a otros para vivir y negociando, primero
con los vecinos cercanos, luego con los alejados, para crecer.
Cuando estos pasos fueron llevados apropiadamente, utilizando las
inteligencias con el fin de obtener mayores resultados, apareció la
riqueza, se asumieron inversiones que incrementaron bienes y servicios,
generando progreso para la sociedad. Imposible sin análisis, talento,
sin esfuerzo, ni trabajo, sin fijarse en lo que hace el mejor, llegar
hasta aquí. Únicamente con la explotación del hombre por el hombre, no
se convierte una sociedad en la más avanzada del planeta en casi todos
los aspectos. Solo muchedumbres imbecilizadas creen en esta fábula.
Si debe dársele a cada cual según su capacidad y a cada cual según su
trabajo, con el camino de libre comercio y globalización, existirán
pobres y ricos, ignorantes y virtuosos, débiles y fuertes. Una parte del
mundo, la menor, será como es y luchará por su perfeccionamiento,
formulando mejores métodos después de probar el néctar de la comodidad y
el desarrollo.
La otra, se conformará con lo que esté a su alcance, se superará para
llegar más alto, o se sumergirá en un laberinto de mediocridad elevando
los desvalores que pondrán en jaque perpetuo a los avanzados, en busca
de las tablas obligadas que necesitan los incapaces. Esto se llama
libertad, aprovechar oportunidades, opciones, chances, por que existen
o, dejarlos pasar por que no interesan a los desvalidos.
El perfecto proyecto socialista es otra cosa. Se trata de un camino
teórico, no transitado nunca en su totalidad, interminable, futurista,
distante, que intenta sacar de donde no hay repartiendo lo que se tendrá
entre todos, con el beneficio que ofrece el colectivismo, la igualdad y
la justicia social en la espera, dando a cada cual según su capacidad y
a cada cual según su trabajo, lo que no existe, esperanzas, ofreciendo
una imagen de preocupación por el prójimo, amor y altruismo, de entrega
y obediencia, que facilite la subsistencia sin el daño instigado por las
diferencias, enemigas del hombre y su mejoramiento.
Confiscar riquezas, hacer revoluciones para quitarle la conquistada a
los imperios y dividirlas entre los desposeídos victimas de la cruel
explotación, enfrentarse al adversario, enemigo eterno, abusador sin
limites, entregar la vida si fuera necesario para que desaparezcan las
desigualdades, sin la sombra de búsqueda y utilización de inteligencias,
talentos, ni desarrollo económico, sin ideas para crear multiplicando
bienes y servicios, es su postulado.
Alcanzada la utopía, pasar a la escala siguiente donde desaparezcan
definitivamente los superiores y vivamos en similares condiciones de
pobreza, es su afirmación. No existirán pobres ni ricos, ignorantes ni
virtuosos, todos, iguales débiles. No serán necesarias las oportunidades
ni la opciones para ser felices.
Ni como protocolo debe ser aprobado tal salvajada con sus evidentes
consecuencias. ¿Qué sería el mundo de hoy si la mayoría no pensara
diferente?
Los que auspician esta aberrada proposición, no solo sitúan al hombre en
un plano secundario anunciando que la masa es lo primero, para
sustraerle de soslayo la individualidad y los derechos naturales.
Aseguran que no se trata de un proyecto, sino de todos los que deriven
de la situación social de un país. ¿Cuántos socialismos habrá entonces?
Los que desee la humanidad. Como se puede constatar, esta inmundicia no
admite ser evaluada estadísticamente por ser anticientífica, otro
detalle que se oculta entre las sombras.
Se trata de un protocolo de goma, de plastilina, de cera, que se adapta
y por lo tanto no tiene un rumbo ni una dirección, es una improvisación
continua que genera confusión, frustración, falsas esperanzas,
garantizando, la destrucción, la miseria, la derrota, al no conocerse el
inicio ni tener un sendero.
No sigue la línea evolutiva, objetiva, metódica, de conclusiones,
resultados, experiencias, recomendaciones, que encuentran obligadas
soluciones ventajosas. Se apoya en los errores pasados del capitalismo
para proyectarse en su contra y no en su apreciación diferente y
colegiada. Sabiendo que no incluye el éxito, complejizan el camino, lo
hacen intransitable para ganar tiempo, manteniéndose en la cúpula los
que lo imponen, su verdadera meta, a costa del engaño a infelices que
ven sucumbir sus ilusiones entre sueños y promesas, cayendo sin remedio
en la rutiinercia inmovilizadora, signo patonogmónico de los increíbles
proyectos socialistas.
Así convivimos en Cuba. Desmoralizado, envejecido el régimen, hundido en
su ineficiencia, incapacidad, autodestrucción, saturado de continuos
fracasos, absurdos métodos, arbitraria represión, e inventos salvadores
y, desanimado el gentío de tanto miedo, indiferencia, desvalores
acumulados, con el pensamiento atomizado esperando la muerte social, sin
saber cuando se terminará lo que parece que nunca tendrá fin mientras,
los que se oponen abiertamente siendo la minoría, son fácilmente
neutralizados por la represión, sus diferencias internas y necesidad de
protagonismo, dispersados por las fuerzas militares y de seguridad del
estado para que El Hombre Más Bueno del Mundo, en el ocaso, siga
reflexionando sobre como hacer extender cada día más lejos, el perfecto
proyecto socialista del siglo XXI.
EL PERFECTO PROYECTO SOCIALISTA - Misceláneas de Cuba (18 September 2009)
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=22936
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