Yosvani Anzardo Hernández
HOLGUÍN, Cuba, agosto (www.cubanet.org) - Después de ver y escuchar por
televisión la noticia del celular venezolano que acaba de salir al
mercado en ese país, un estudiante boliviano me confesó que no entendía
qué es lo que se propone Hugo Chávez, porque por una parte ataca a la
sociedad de consumo, y por otra impulsa el consumo de un producto
determinado.
Adivino no soy, quedó demostrado cuando escuché a Raúl Castro decir que
eliminarían prohibiciones y me alegré, Pero no pude pronosticar que no
tenía intenciones de cumplir.
De lo que no hay dudas es que vivo en Cuba y he visto cosas similares a
las que intenta hacer el presidente venezolano. La mala idea es la misma.
El gobierno de Venezuela subsidia un celular, según Chávez, "cómodo,
pequeño, liviano, resistente, sumergible y blindado". Esas palabras me
recordaron a los productos soviéticos que eran muy fuertes y duraderos,
se fabricaban así precisamente para luchar contra el consumismo, pues
tenían que durar mucho tiempo, y como todo el mundo sabe, esa fue una de
las causas de que los productos socialistas tuvieran un atraso
tecnológico que no lo brincaba un chivo.
Dicen que los venezolanos cambian de teléfono dos o tres veces al año.
La intención es que en el futuro el cambio sea cada uno o dos años.
En Cuba estamos hartos de consumismo. Se pasa de un año a otro y la
gente sigue con el mismo pantalón, el mismo par de zapatos, y el miedo
de siempre.
Pero eso no es lo más importante. Hoy el presidente solicita que todos
compren un vergatario (así se llama el celular de Chávez), que en
venezolano significa excelente, y dice que el que no tenga uno "es un
cero a la izquierda". La frase que sigue, con seguridad, es: "Quien no
tenga un vergatario es contrarrevolucionario y anti patriota'; porque,
cuando exista una sola tecnología, espiar llamadas será tan fácil como
en Cuba.
El teléfono tiene un costo de producción de 56 dólares y se vende a 15.
La tecnología es china y el 15 por ciento de las acciones de la
ensambladora es propiedad de ese país. ¿Por qué el gobierno venezolano
gasta ese dineral? Sencillo: más del 90 por ciento de la información que
procesa la Seguridad del Estado en Cuba proviene de la escucha
telefónica. Venezuela aspira a lo mismo, y también se propone convertir
en mercado cautivo a sus nacionales y, por supuesto, cuando esto suceda
los precios de los teléfonos subirán.
¿Por qué no lo hacen en Cuba donde es tan baja la densidad telefónica?
En primer lugar porque no hace falta, en Cuba las comunicaciones son
propiedad del Estado. Y en segundo lugar, el gobierno cubano no tiene el
dinero suficiente que pueda despertar el interés de los chinos.
No hay dudas, el socialismo, sin importar el apellido que le pongan,
siempre será un buen guión con una terrible puesta en escena.
Cuba: Teléfono socialista (14 August 2009)
http://www.cubanet.org/CNews/y09/agosto09/14_C_4.html
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