2009-08-18.
Pedro Corzo, Editor, Escritor y Periodista
(www.miscelaneasdecuba.net).- Es lamentable y sin lugar a dudas
históricamente traumático para la nación cubana que un período tan
importante de su historia republicana, más de un tercio haya estado tan
estrechamente vinculada a la existencia de un estado totalitario
conformado por la presencia directora de un individuo excepcional,
(Hitler y Stalin lo fueron), en un medio interno en crisis y unas
circunstancias externas (confrontación este-oeste) que posibilitaron una
masa crítica, así dirían los físicos, que no cesa de amenazar con una
entrada a una fase de explosión total.
Cuba está en crisis desde hace 50 años. El régimen se ha nutrido con la
energía que provocan sus acciones y las de sus enemigos. Con eficiencia
ha sintetizado a su favor los errores de oposición y gobiernos
extranjeros y con más eficacia aún se ha plegado a los mandatos que le
exige la sobrevivencia.
Entre los reales o potenciales conflictos, internos o externos, los
segundos le son más fáciles de manejar, al extremo, que las angustias
nacionales las deforma hasta transformarlas en internacionales porque
tiene conciencia que el conflicto externo le favorece, le potencia
fuertemente por haber cultivado durante años el estereotipo
Nación-Revolución-Fidel.
Para un régimen total es más probable controlar las fuerzas contrarias
externas, más aún en el mundo moderno, que canalizar a través de sus
medios de poder las propias contradicciones y deficiencias.
Históricamente, hasta el presente, ningún régimen de doctrina
totalitaria ha sido destruido por fuerzas foráneas, sino que le han
erosionado hasta la extinción su pretendida transformación de la
condición humana.
Durante cierto período la justicia aparente, parasitada a reformas,
promesas y represión dosificada suelen confundir o neutralizar. La
sociedad se establece sobre bases paternales ya que el favor sustituye
el derecho, y la libertad se permuta por seguridad. El individuo deja de
ser, porque le absorbe la entidad, produciéndose un envilecimiento de su
dignidad. El hombre muta a instrumento, llegando a actuar por reflejo y
no por convicción, por lo que, sobrevivir y permanecer es su objetivo
principal.
El tiempo de la nueva sociedad, de la confusión, la simulación y la
complicidad cesa por un resurgir de la condición aparentemente extinta.
El hombre, imperceptiblemente, vuelve a verse a sí mismo, se
reencuentra, se reconoce como hacedor o destructor de sus sueños y
realidades. El individuo vuelve a crecer. Se depura de su propia carroña
e inicia la marcha terminal en la que se regenera todos los días hasta
el fin de su tiempo.
Eso es lo que está sucediendo en Cuba hoy; el individuo está cambiando y
el medio que él integra está forzado a hacerlo hasta desaparecer. La
crisis es perentoria y en las mismas entrañas que creó al hombre que la
está transformando y por ello nos preguntamos: ¿A donde Cuba; nosotros?.
Las variantes están en la dimensión interna, en la propia isla y por eso
pueden ocurrir muchas cosas, entre ellas:
1- Reformas dentro del sistema, que permitan gradualmente participación
política y económica de la oposición. Incluyendo libertad de expresión,
asociación, pluralismo, etc.
2- Cosmetización de la dictadura. Ajustes coyunturales para pretender
continuar la manipulación y por extensión la sobrevivencia.
3- Endurecimiento del régimen. Aumento de la represión. Camboyanización
de la isla.
4- Revuelta nacional. Guerra civil. Esto puede concluir en:
a. Derrocamiento del régimen
b. Mantenimiento del régimen con cambios
c. Fortalecimiento del régimen
d. Intervención extranjera
5- Golpe militar o cívico militar (Democratización. Militarización.
Economía de mercado)
6- Provocación por parte del régimen de intervención extranjera a través de:
a. Ataque a la Base Naval de Guantánamo o a objetivos en la Florida
b. Estimular un éxodo masivo
7- Ajusticiamiento del dictador (Democratización o un nuevo tipo de
dictadura militar)
8- Fin de la dinastía de los Castro. (Continuidad del régimen con nuevo
rostro o democratización)
Todo lo expuesto tiene una infinidad de variantes en las que
agrupaciones políticas y sociales dentro de Cuba y en el exterior,
incluyendo factores que integran el régimen, pueden coaligarse. El
régimen debe intentar romper el status quo, aunque la otra parte de la
verdad es que su naturaleza rechaza los cambios, sin embargo la
dictadura debe dotarse de una nueva dinámica para evitar la ruptura interna.
Prolongar su inmovilidad puede generar fracturas insalvables entre las
"familias" que controlan el poder, lo que se evidenció con la última
purga en que las figuras más notables fueron Carlos Lage y Felipe Pérez
Roque. Los hijos de la nomenclatura no tienen los compromisos de sus
padres. Tal vez a ellos no les interesa producir cambios políticos, pero
tampoco consumir sus vidas en lo que aunque les ha dado privilegios, no
forma parte de su utopía.
Es evidente que el ciudadano promedio de la isla ha ido cambiando, que
la frustración ha mellado la fe y que la juventud tiene sus propios
proyectos en los que el Poder Político es mucho menos relevante de lo
que fue en la vida de sus padres y abuelos.
Si la dictadura conserva la plasticidad del pasado producirá cambios
para que todo siga igual, de no ser así aguantará hasta el último
moncadista, que significa el fin de su tiempo.
¿A DÓNDE CUBA? - Misceláneas de Cuba (18 August 2009)
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=22314
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