El caballo blanco de Maceo
Un examen de ortografía e historia abre la caja de Pandora: el disparate
de más de tres mil universidades comienza a pasar factura.
Javier Gómez, La Habana | 03/06/2009
Un simple examen no debería quitarles el sueño a los dirigentes del
Ministerio de Educación Superior (MES). Tampoco para la Asociación de
Pedagogos representaría un compromiso inalcanzable. Hasta podría
pensarse que tal evaluación serviría para borrar de un plumazo las
acusaciones que "el enemigo" esgrime contra el sistema de instrucción
del régimen.
Pero, lo cierto es que ahora se ha convertido en una certeza lo que
muchos vaticinaban desde comienzos de los noventa, luego de que se
implementaran los exámenes de ortografía, matemáticas, historia y
computación para acceder al título de nivel superior. Raudos y veloces,
los funcionarios del MES establecieron mecanismos oficiales, grupos de
trabajo y comisiones para aplicar los exámenes, y responsabilizaron
—menuda coincidencia— al Partido Comunista para que "monitoree la
actividad".
En esta primera edición del examen diagnóstico se envió a las sedes
universitarias municipales (SUM) un examen de ortografía, con
insistencia en aspectos relacionados con la historia nacional. Y resulta
una verdad de Perogrullo que más de la mitad de los estudiantes
examinados, según datos manejados por la Comisión Nacional, alcanzaron
calificaciones que no rebasan los sesenta puntos.
El hecho pudiera mover al cuestionamiento, si se tiene en cuenta que las
cifras hablan de resultados no tan desastrosos; pero el bajo nivel da
mucho de qué hablar sobre los métodos simplistas aplicados en la
muestra. Más preocupante todavía es descubrir que preguntas como "¿quién
fue el Titán de Bronce?", no fueron respondidas correctamente por
decenas de miles de estudiantes.
Generación audiovisual
Buscar responsables llevaría a enredar la madeja, mucho más de lo
imaginado. No obstante, es importante señalar que el sistema educacional
comenzó a mostrar los primeros síntomas de deterioro al iniciarse el
Período Especial.
El quebranto de instituciones, la falta de motivación, la devaluación de
los salarios, la aparición de fuentes de remuneración en otros sectores
y la caída de patrones establecidos en décadas anteriores provocaron una
deserción masiva de educadores. De la noche a la mañana, trabajar en
Educación se convirtió en una pesadilla que no muchos estaban dispuestos
a enfrentar.
Fue así como uno de los pilares ideológicos del castrismo comenzó a
menguar de forma significativa. El gran líder optó por alternativas,
siempre ligadas al gigantismo de todos sus proyectos, sin tener en
cuenta la calidad de las propuestas.
Las antiguas maestras de gruesos espejuelos y hábitos no tan moldeables
fueron suplantadas por jóvenes de casi la misma edad de sus educandos, o
por televisores y evaluaciones que insistían más en la participación en
un trabajo voluntario que en la nota de un examen de Lengua Española o
Física.
La llamada "generación del audiovisual" está dando sus primeros frutos.
Aquellos niños ya están en la educación superior y "serán nuestros
futuros médicos", afirman preocupados no pocos ciudadanos.
Los cambios en los conceptos pedagógicos, los exámenes superficiales y
la utilización de más tiempo en aspectos ideológicos de apoyo al
régimen, han originado un descalabro en los resultados docentes en todo
el país.
Cifras conservadoras hablan de que, sólo en la capital, hay un déficit
de algo más de 3.000 profesores en la enseñanza secundaria, mientras que
en la primaria los síntomas de crisis comienzan a tocar a las puertas
del sector.
Mecánica rima con Gramática
Como sistema, la educación en Cuba enfrenta un reto imposible de sortear
sin la intervención de mejoras estructurales, entre ellas materiales y
conceptuales.
La implementación de instituciones universitarias en municipios y
pequeños pueblos incrementó los problemas de la formación, sobre todo
por lo descuidado y simplista del método. Resulta inverosímil que en
poblados como Cruces, Los Palacios, Calimete, Esmeralda o Costa Rica
existan sedes universitarias municipales, donde se imparten
especialidades que van desde el Derecho hasta la Economía.
A partir de la puesta en marcha del proyecto, Fidel Castro, a quien
siempre le han obsesionado las cifras grandilocuentes, decidió fundar
3.150 universidades a lo largo del archipiélago. En ellas estudian
alrededor de 400.000 estudiantes. En dichos centros, que dependen de las
universidades más importantes de cada provincia, los profesores que
instruyen y evalúan muchas veces carecen de formación pedagógica o
tienen perfiles diferentes a los necesarios.
En algunos pueblos, es común que un ingeniero mecánico imparta
Gramática, o un agrónomo, Derecho Mercantil. En su inmensa mayoría,
quienes se alistan como profesores en las SUM son profesionales que
buscan "mejorar el salario" de su habitual labor.
El asunto adquiere mayor dramatismo cuando se comprueba que cientos de
antiguos trabajadores de los 71 centrales azucareros cerrados desde
2002, fueron reubicados en carreras universitarias, gracias a la "Tarea
Álvaro Reynoso". Como Fidel nunca ha admitido la idea de que en Cuba
existan desempleados, transformó de la noche a la mañana a obreros y
macheteros en estudiantes universitarios, con los mismos salarios que
tenían cuando trabajaban para la economía nacional.
Este es el curso en que muchos de los antiguos obreros se recibirán como
profesionales. La pregunta obligada es: ¿qué harán 300 abogados en un
antiguo batey azucarero? ¿Tendrán trabajo en Jobabo cincuenta nuevos
universitarios?
Resulta contradictorio que Raúl Castro incite a "mirar al campo", cuando
su hermano mayor ha intentado transformar a los campesinos en
estudiantes universitarios. La "universalización de la enseñanza" y la
"Tarea Álvaro Reynoso" representan una distorsión para la economía
nacional: cerca de un 20% de las personas en edad laboral simplemente
están estudiando "hasta el doctorado, si así lo quisieran", tal y como
lo definiera el propio Castro. No se trata de negar la posibilidad a los
más capaces, sean campesinos u obreros, sino de evitar la masividad por
decreto.
La falta de rigor está empeñando irremediablemente el futuro del país.
Además de los habituales problemas productivos, la Isla parece abocada a
la mediocridad. Muy pronto, una gran mayoría de cubanos podrá exhibir un
título universitario, aunque muchos no sepan de qué color era el caballo
blanco de Maceo.
El caballo blanco de Maceo - Artículos - Cuba - cubaencuentro.com (3
June 2009)
http://www.cubaencuentro.com/es/cuba/articulos/el-caballo-blanco-de-maceo-183248
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