El ministro de Economía de Cuba, Marino Murillo, afirmó que la crisis
económica mundial está generando un impacto en los principales sectores
productivos del país al notarse un descenso pronunciado en los ingresos
por concepto de exportaciones y turismo.
Murillo dijo que la caída de la actividad económica se está reflejando
en "el comportamiento del Producto Interno Bruto (PIB) por encima de un
2% y no en un 6%, como se pensó inicialmente".
Los precios del níquel se desplomaron y están llegando a niveles
incosteables, con la única excepción de la sociedad con la canadiense
Sherrit, que tiene una eficiencia mucho mayor y por ende costos más
bajos que las minas 100% cubanas.
El turismo frenó su crecimiento y el propio ministerio del ramo anuncia
un año malo como consecuencia de las dificultades económicas y la
desocupación que afecta a sus principales mercados, Canadá y Europa.
Por la misma causa se reducirá el ingreso de dinero proveniente de los
cubanos que viven en el extranjero, que era de unos US$900 millones
anuales. Directivos de la empresa receptora de las remesas anunciaron ya
una fuerte disminución.
Las consecuencias
El principal problema que parece enfrentar la economía nacional es el de
liquidez. No hay dinero para saldar los compromisos asumidos por el país
con los socios extranjeros, tanto los que venden desde el exterior como
los que trabajan dentro de Cuba.
La empresa CIMEX, una de las más importantes del país, confesó que
algunas cuentas serán pagadas con retraso a los proveedores extranjeros,
pero aseguraron que finalmente se les pagaría a todos, "la voluntad es
seguir pagando", dijo su director, Eduardo Bencomo.
Otra de las preocupaciones del gobierno parece ser el exceso de gasto de
combustible en la generación eléctrica, alrededor de 40.000 toneladas
más en los primeros cuatro meses, lo que implicará unos US$90 millones
extras al año.
El periódico Granma, voz oficial del Partido Comunista, lanzó un
artículo dramático, al grado de enarbolar la consigna "¡Ahorro o
Muerte!", en el que se llama a todos los cubanos a un uso más eficiente
de los recursos energéticos.
En otros escritos, aparecidos también en la prensa oficial, se
mencionaba repetidamente el peligro de que se reinicien los apagones.
Incluso los locutores del noticiero estelar de televisión finalizan el
espacio con la frase: "El apagón puede evitarse".
Al parecer los medios se excedieron en dramatismo y este lunes Granma
modifica su postura, afirmando que estos problemas serán enfrentados por
el gobierno y la población. "Los fantasmas y la Apocalipsis se
desvanecerán frente al optimismo de nuestro pueblo".
Cuesta arriba
El gobierno de Raúl Castro ha tenido un primer año accidentado y el
segundo parece venir por el mismo rumbo. Prácticamente los principales
esfuerzos han estado dedicados a sobrevivir y resarcir los daños
sufridos por la economía nacional.
Mujeres esperando para sacar dinero en La Habana (Foto: Raquel Pérez)
Apenas iniciadas las reformas -apertura de los hoteles, venta de
celulares, reparto de tierras, eliminación de los Topes Salariales,
etc.- tiene que enfrentar varios ciclones que recorren toda la isla
provocando US$10.000 millones en pérdidas.
La burocracia estatal ralentiza los cambios, el reparto de tierras se
realiza con cuentagotas y sin apoyo al nuevo campesino, los aumentos
salariales siguen esperando la eliminación de los Topes y la apertura
del mercado interno se estancó.
Incluso dirigentes tan importantes como Carlos Lage y Felipe Perez,
habrían sido destituidos por cuestionar, a sus espaldas, la capacidad
del gobierno, según una "filtración", publicada por la prensa
norteamericana y nunca desmentida por La Habana.
Ahora le toca enfrentar la crisis económica global. Mientras se mantuvo
en el sector financiero no había repercutido demasiado en Cuba pero en
momentos en que comienza a afectar el consumo mundial golpeará
seriamente en los ingresos nacionales.
http://www.bbc.co.uk/mundo/economia/2009/05/090525_1927_cuba_crisis_jg.shtml
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