2009-01-06.
Movimiento Cristiano Liberación
Parte de prensa:
Una controversia se suscita en Chile por la negativa de la Presidenta
Bachelet a reunirse con disidentes en Cuba durante su visita y la
Democracia Cristiana Chilena, respalda su petición de que la mandataria
se reúna con Oswaldo J. Paya.
La negativa, ocasiona una fracción en la representatividad de los
Demócratas Cristianos Chilenos que no formaran parte de la comitiva
presidencial según han sido invitados por la oficina presidencial en el
Palacio La Moneda.
Le incluimos adjunto detalles al respecto y a continuación artículo de
Oswaldo Paya, según publica el Diario la Tercera de Chile.
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CINCUENTA AÑOS SIN LIBERTAD
Vivo en Cuba, en la ciudad de La Habana, en el humilde barrio del Cerro.
Cuando se instaló el primer gobierno elegido democráticamente en Chile
llegaron a nuestro país los primeros chilenos, en este caso
democratacristianos. Ellos se atrevieron a contactarnos a los que desde
adentro luchábamos, y aun luchamos, pacíficamente por la democracia y la
libertad.
Nos traían un mensaje de esperanza. Después de 17 años de régimen
militar, el pueblo chileno, por vías pacíficas, inició los cambios hacia
la democracia y el respeto a los DDHH.
Las experiencias compartidas, la de vivir bajo dictaduras, nos enseñaban
que no hay buenas, ni mejores, ni de derecha, ni de izquierda, sino
simplemente dictaduras. Para nosotros era extraordinario que personas
que habían sufrido una de ellas, ideológicamente contraria a la de Cuba,
tuvieran la honestidad de reconocer que en la isla también había, y hay,
una dictadura.
Esta ha sido la actitud solidaria constante de muchos chilenos. Pero con
tristeza debo decir que no es la actitud del actual gobierno chileno.
Parece que perdió la memoria o que actúa bajo la moral hemipléjica de
que las dictaduras si no son "de derecha", son buenas y quizás hasta
deseadas por los pueblos.
Esto lo digo porque escribo sobre cómo llega Cuba luego de 50 años de
régimen de Castro en materia de DDHH. Y llegamos en la soledad en que
nos dejan todos los gobiernos latinoamericanos, empezando por México y
terminando con Chile y Argentina.
Ningún pueblo, y menos el cubano, elige no elegir más. Los ciudadanos
cubanos no decidieron no poder viajar, ni poder expresarse libremente,
ni ser vigilados en cada cuadra, escuela, centro de trabajo. Tampoco
decidimos que un chileno o un ruso puedan tener un negocio en Cuba y un
cubano no. Menos que sólo exista un partido político que niegue el
derecho ciudadano a formar otros partidos, que rechace el derecho de los
trabajadores a tener sindicatos libres y niegue, en la práctica, el
derecho soberano del pueblo a cambiar las leyes y la Constitución. Ese
totalitarismo ha sido impuesto y no escogido.
Muchos piden balances sobre Cuba, pero no se puede reducir la vida de
medio siglo de un pueblo a balances políticos. Hay que decir que ha
habido de todo: mucho amor y odio, mucha generosidad, obras buenas y
perversas.
También, un masivo éxodo hacia el exterior en busca de libertad. Pero
mucho más masivos son los actos de apoyo al gobierno. Porque ha habido
mucho apoyo sincero, pero nadie puede decir cuánta simulación, debido a
la cultura del miedo. En resumen, ha habido de todo, menos libertad.
La falta de ella y derechos civiles y políticos ha sido la base para
perpetuar un gobierno 50 años a nombre de la justicia social y la
soberanía. Cuba es un país con una minoría con todo el poder, que viven
como ricos, y una mayoría pobre y sin voz para decir que es pobre.
Pero hay una alternativa. Así lo demuestra el Proyecto Varela, que pide
un referendo para iniciar los cambios, dando la voz al pueblo y a los
derechos a los ciudadanos (www.oswaldopaya.org). Nos persiguen y acosan
mientras pedimos estos derechos para todos.
La alternativa se basa en la reconciliación, conservar lo bueno y abrir
la puerta del futuro a la nueva generación para que sean hombres y
mujeres libres.
Por luchar pacíficamente por esos derechos muchos están en prisión en
condiciones inhumanas y junto con prisioneros comunes. Cuando no hay
libertad nadie puede decir a nombre del pueblo lo que verdaderamente
quiere. Pero, como punto de partida no discutible, podemos decir:
nosotros los cubanos queremos la libertad.
Oswaldo Payá Sardiñas,
Coordinador del Movimiento Cristiano Liberación
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=18736
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